FEAR (JEONGCHEOL)

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Las miradas se posaron sobre Jeonghan, quién aún miraba a la Guardia orgulloso de sus habilidades. En algún momento de su vida se sintió realmente culpable por haberlos convertido en hijos de la luna, pues habían pasado por momentos realmente tristes, ver cómo al paso del tiempo sus padres, hermanos y personas que amaban, envejecían y morían con los años y ellos, permanecían jóvenes hasta que en algún momento dado, se quedaron solos. Por supuesto, nunca reclamaron al príncipe, al contrario, se sentían honrados por formar parte de esa minoría que sobrevivió al cambio y que se encontraban a su lado para cuidar de él. Ahora sabían que no eran sólo unos "guardaespaldas" pues dejaron de ser sólo eso, eran su compañía, sus amigos... Su única familia.

- ¿Qué hay de tí príncipe? - le preguntó Vernon - ¿Puedes hacer algo como eso?

Joshua y Seokmin comenzaron a reír mirándose juguetones - ¿Tú qué crees?

- No me digas que tienes el poder de destruir el mundo con un chasquido o algo como eso- rió Mingyu

- Podría destruir tu mundo si quisiera- le dijo Seungkwan. La sonrisa de Mingyu se borró en un instante, haciendo de Wonwoo riera por el gesto. El lobo caminó hasta el rubio, poniéndose de frente

- Muéstrame - Lo incitó con esa voz gruesa y profunda. El príncipe le sonrió divertido

- Qué audaz - caminó dos pasos al frente, hasta tenerlo a un escaso metro de distancia. Wonwoo tragó saliva, todos junto a él - Mírame a los ojos - Wonwoo se sintió nervioso, ver directamente a los bellos ojos del rubio era de alguna forma emocionante, pero también temía por lo que fuera a seguir, de cualquier modo, lo miró. El aire a su alrededor pareció enfriarse, de pronto ya no veía unos ojos marrones, eran azules y brillaban con la misma intensidad que una luna nueva.

Cuando miró a su alrededor, ya no se encontraba en el bosque. Estaba en medio de una tormenta de nieve, el viento soplaba con fuerza, le impedía seguir de pie así que cayó de rodillas. Por donde quiera que él mirara había lo mismo, blanco por todos lados, su cuerpo se estaba congelando

- E-estoy muriendo de frío - dijo. Haciendo entrar a todos en confusión

- ¡¿Qué le estás haciendo?! - salió en su defensa un molesto Mingyu

- El príncipe no le hace nada - lo calmó Jun, quién parecía entender la situación - Está jugando con su mente

En ese momento Seungcheol recordó la escena que el rubio le hizo ver cuando se encontraron en el gran salón del castillo. Era increíble la forma en la que toda una ilusión se adentraba en tu mente, el dolor, los olores, incluso las sensaciones, todo era como si se tratara de la realidad, era imposible distinguir de ambos

- Wonwoo- le habló el príncipe sin romper su contacto visual - Dame tu mano

El lobo escuchó una voz cálida entre toda esa nieve, pero no podía encontrar el origen, su juicio se estaba cegando por las condiciones, su ropa estaba cubierta por el hielo, sentía su piel quemarse por el frío. Entonces vió a una figura humana acercarse a él, poco a poco se hacía más nítida, era el príncipe...la nieve no lo tocaba, el viento tampoco hacia efecto en él. Le tendió su mano y con una sonrisa en el rostro la tomó

Jeonghan lo sujetó con fuerza, pero en lugar de ponerlo de pie, lo dejó caer de espaldas contra la hojarasca. En su visión, Wonwoo había sido arrojado hacia un gran precipicio que se perdía entre la nieve, caía y caía. Los otros sólo lo veían patalear sobre las hojas y pidiendo auxilio, la demostración había dejado de ser divertida, todos estaban realmente angustiados por lo que fuera que Wonwoo estuviese viendo.

Luego de unos largos metros de caída, Wonwoo se estrelló contra una formación rocosa que destruyó sus huesos, dejando su cuerpo sin forma. Soltó un grito de dolor, aunque su verdadero cuerpo, estaba ileso