FEAR (JEONGCHEOL)

17

La mañana siguiente llegó de forma tranquila. Seungcheol y Jeonghan aún dormían a la orilla del río, el sol apenas salía y todo era calma. No se escuchaba mucho más que el primer canto de las aves para el nuevo día que comenzaba, el sonido del agua cayendo con fuerza de la cascada en la lejanía y alguno que otro insecto pasando por el lugar.

La línea del sol sobre la hierba comenzaba a avanzar hasta ellos, Seungcheol estaba convertido a su forma lobuna y Jeonghan estaba recargado sobre su costado, recibiendo el calor que el gran lobo le brindaba, no se había tomado la molestia de vestirse nuevamente, luego de la noche anterior habían caído en un profundo sueño.

El sol alcanzó los dedos del pie del rubio, quemando instantáneamente su piel, se incorporó de un salto dando un grito al aire. Seungcheol se puso de pie, empujó con su hocico al vampiro para ponerlo detrás de él, miró a todos lados buscando la sombra de algún árbol, no había ninguno lo suficientemente grande para cubrirlo, se agachó para indicarle que subiera a su lomo. El rubio subió y el lobo corrió adentrándose al bosque, buscando algún lugar seguro, subieron por una colina. En el punto más alto había un gran árbol, el pelinegro apresuró el paso y llegaron hasta allí.

Jeonghan bajó del lomo de Seungcheol y este volvió a su forma humana

- ¿Te encuentras bien? - dijo poniéndose de rodillas y tomando el tobillo  del rubio, Jeonghan se quejó un momento, cerrando sus ojos por el ardor

- ¿Cómo pasó esto? - preguntó viendo sus dedos chamuscados - Sólo fue un segundo

- El sol de la mañana es el peor... Es la luz que despide a nuestra madre Luna... Tiene que ser el más intenso y brillante - dijo viendo como el amarillo tocaba las puntas de los árboles. Seungcheol lo miró encantado, era tan atractivo... Miró una vez más su cuerpo desnudo, tragó saliva e intentó desviar la mirada

"Si fuera por mí, te haría el amor ahora mismo" - pensó el pelinegro

-¡Oye! - reclamó - Sigo siendo tu príncipe, al menos háblame con más respeto Seungcheol - se cruzó de brazos haciendo pucheros y cubriendo su desnudez - Por cierto, ¿Podrías regresar... Por mis ropas? - se detuvo cuando vió al pelinegro dirigirle una mirada de shock - ¿Por qué me ves así?

- ¿Escuchaste lo que...?

- ¿Lo que dijiste? Claro que sí - afirmó no muy contento - ¿Cómo puedes mercionar ese tipo de cosas cuando estoy frente a tí? Deberías guardarte esos pensamientos para tí...

- Eso hice - dijo aún más sorprendido - ¿Acabas de... Leer mi mente?

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- Buenos días Seungkwan - dijo el lobo acercándose al vampiro, que se encontraba reuniendo sus pocas pertenencias

- Buen día Vernon, ¿Te encuentras bien? - Seungkwan lo miró, estaba empapado de agua - ¡¿Qué te ocurrió?!

- Jugaba con Dino cerca del arroyo... Resbalé por la orilla tratando de atraparlo... ¿Te molestaría si...?

- ¿Quieres que te quite el agua de encima?

- ¿Podrías?

- Desde luego - respondió desocupando sus manos - déjame ver... - inspeccionó - Muy bien, dame tu mano - pidió extendiendo la suya. Vernon no dudó un momento para dársela. El mayor la tomó poniendo un poco de fuerza, miró al lobo, y luego sonrió

- ¿Q-qué pasa? - preguntó nervioso

- Vernon, no puedo concentrarme si no dejas de temblar...

- Lo siento, tengo frío... - se encogió de hombros

Seungkwan no pudo evitar reír ante en comportamiento del menor, tomó su otra mano y las llevó directo a su boca, sopló en ellas calentando sus nudillos con su aliento. A Vernon se le erizó la piel y tragó saliva, ¿De dónde había salido ese niño tan lindo? ¿Por qué no lo había encontrado antes?