FEAR (JEONGCHEOL)

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Seungcheol no podía creer lo que estaba viendo, era el príncipe quien se desnudaba frente a él. Tragó saliva cuando vió sus finas telas resbalar por su piel tersa y suave, era como si lo estuviese viendo por primera vez, a pesar de haber estado con él la noche anterior y haber sentido su cuerpo sobre el suyo, sentía que el rubio frente a él era otro, esta vez no se estaban dejando llevar por probar algo nuevo, esta vez no era curiosidad o desesperación... Esta vez era real

Jeonghan resbalaba sus manos por su vientre, por sus largas y esbeltas piernas mientras se deshacía de sus ropas poco a poco, provocando al pelinegro que no se atrevía siquiera a pestañear, sentía como si fuera una falta de respeto perderse un sólo segundo del maravilloso cuerpo del vampiro... Y esa mirada... Por el amor de la luna... Esa mirada lo estaba volviendo loco, Jeonghan no apartaba la vista de los ojos de Seungcheol. Quería ser observado por él, quería que supiera que se estaba entregando a él, a nadie más. Pero no quería subestimarse, deseaba que el pelinegro lo reconociera como alguien importante, no como cualquiera pues él no lo era, era el príncipe de Giardia y el único heredero hijo de Luna.

- ¿Por qué haces esto? - Pudo decir cuando el rubio se encontraba desnudo

- Creí que era lo que querías - algo dentro del corazón de Seungcheol se rompió. ¿Eso significaba que Jeonghan lo hacía sólo porque a Seungcheol le agradaría? ¿Era el único que se sentía de esa forma? - Pero no me mal entiendas - siguió el rubio - No hago esto por tí - Caminó lento hasta que se encontró de pie frente al lobo, con su miembro a la altura de su cabeza - Hago esto por ambos... - Seungcheol lo miró, el vampiro desvío su mirada, estaba claramente avergonzado - Yo... También te deseo Seungcheol... Y no por algo tan superficial como el cuerpo... No estoy seguro de qué siento - Está vez lo miró - Pero no quiero detenerme ahora, pese a las consecuencias yo... Voy a intentarlo

Seungcheol lo abrazó por la cintura y besó su vientre, respirando el fabuloso aroma que ahora, se había convertido en su favorito. Jeonghan lo tomó del cabello acariciando sus rebeldes rizos, mientras el pelinegro lo besaba y lamía hasta donde su rostro podía alcanzar.

Pronto sintió el miembro del rubio endurecerse, se separó un poco para mirarlo, era tan lindo...

- ¿Puedo?

- ¿P-por qué me preguntas eso? Es tan vergonzoso...

- Y tú tan lindo - Sin esperar una respuesta por parte del rubio, Seungcheol comenzó lamiendo la extensión del rubio, desde la base hasta la punta, lubricando con sumo cuidado, con temor a lastimarlo, cosa que no había siquiera pensado la noche anterior. La presión en sus cabellos le indicó que el rubio lo estaba disfrutando, sus instintos salvajes querían hacerlo suyo de inmediato, joderlo hasta que se quedara sin fuerzas, pero no quería arruinar nada antes de que comenzara, iría despacio y con cuidado, al menos ahora sabía que el príncipe disfrutaba embestirlo por la boca

En algún momento lo había tomado del cabello mientras introducía su miembro afuera y adentro de forma precisa y brusca. Seungcheol sólo  tomaba su cadera siguiendo el ritmo de las estocadas, su sabor era increíblemente bueno. La vista que tenía de su rostro y el resto de su vientre frente a él era perfecto, necesitaba probarlo de inmediato. Sujetó con fuerza la cadera del rubio deteniendo su movimiento y chupó con fuerza su miembro, mucho más rápido y brusco que antes, el rubio no pudo evitar gritar de placer, las fuerzas en sus piernas lo estaban abandonando

- Me vengo... Me vengo... - jadeó. Pero Seungcheol no se detenía, y no lo hizo sino hasta que el semen del vampiro fue liberado en su boca. Él lo trago sin desperdiciar nada, sintiendo como su boca se llenaba de ese dulce sabor, tuvo que tomar en sus brazos al rubio rendido y tembloroso. Ahora sobre sus piernas, sus rostros estaban frente a frente