#2 - Jarrones

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     Oficialmente el cumpleaños número seis. La madre de Marco, junto a un par de amigas, organizó la celebración, decenas de invitados para una fiesta que parecía convertida una especie de cena formal de un velorio. Absolutamente todos los eventos de la familia O'Callaghan terminaban siendo un funeral. Ya habían pasado once años y el teatro aún no había ni si quiera cerrado el telón al final de la primera escena.

     El niño estaba sentado en una de las sillas de un extremo de la mesa, en la punta a su lado izquierdo estaba su Padre y frente a él su Madre, la charla en la mesa vivía en algunas zonas y en otras no. Los demás niños, hijos de las invitadas de su madre, jugaban, se levantaban en las sillas, corrían, Marco los seguía con la mirada, quería ir con ellos, sin embargo, la figura antropomórfica al lado del pilar de la pared le impedía hacerlo.

     – Me sorprende lo educado que es su hijo. – Un señor se encontraba hablando con sus padres, la señora O'Callaghan sonrió falsamente, pero ya tenía la habilidad tan dominada que cualquier sentiría una calidez.

     – Claramente, es mi hijo, somos O'Callaghan ¿Qué más se podría esperar? Está en la genética, somos la mejor familia. – El hombre soltó una carcajada y se escuchó algunos murmullos de las demás mujeres de la mesa.

     – Sin duda son la mejor familia, pero no creo que este en su genética – La sonrisa se borró del rostro de la señora, esta vez hablo su padre.

     – No es apropiado seguir tocando ese tema, este es un gran día para mi esposa, no quiero que se sienta dolida de ninguna forma. – Dejo su mano sobre la de su "amada" quien sonrió de lado con un poco de tristeza, Marco sabía que todo en ella era fingido.

     – Es una lástima, pero debe ser maravilloso para usted al fin tener estas oportunidades. – Esta vez intervino otra señora. El tema de conversación cambio a la decoración del lugar, a lo contradictorio que era tener ramos de flores elaborados con fresias y hortensias, y más en la fiesta de un niño. La atención de Marco se enfocó en las jóvenes al lado de él que hablaban en susurros.

     – ¿Sabes a que se refieren? ¿Sucedió alguna tragedia?

     – Todos los saben – Le respondió con un tono algo fastidiado – La señora O'Callaghan tuvo otro hijo, hace once años, pero murió horas después de su nacimiento, este niño es el segundo.

"Mentira"

     La voz profunda y oscura resonó en el lugar, más bien, dentro de la mente de Marco, quien regreso su vista donde antes estaba la rara figura, esta se movió posicionándose al lado del estante lleno de los jarrones decorativos que había traído la floristería, una corriente de viento recorrió el lugar haciendo que las fresias se tronaran marrones, las hortensias quedaron intactas, acto seguido se cayeron todos y cada uno de los jarrones.

     La señora O'Callaghan miraba fijamente a su hijo.

O'CallaghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora