Día 3 - 01/03/2020

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     Zaba estaba rendida al lado de su hijo, su rostro pegajoso de llanto y sangre, sus manos nunca dejaron de sostener la de Everette.

Suficiente

      La otra voz dentro de ella volvió a manifestarse en su mente, su última acción antes de ceder su cuerpo por tercera vez fue besar los labios de su hijo. Rendida su alma no resistió al arrebato del mando, se hundió nuevamente en lo profundo sintiendo como su cuerpo se movía ajeno a sus órdenes, controlado por ese espíritu verde que se empeñaba en verla sufrir haciéndola desmantelar a su familia con sus propias manos. Su mano izquierda tomó por segunda vez el mango del cuchillo de ahora brillo opacado por la sangre seca, sus piernas se movieron levantándola, caminó a la cocina, se paró frente al lava platos, sacó los vasos poniéndolos sobre el mesón, abrió el grifo, comenzó la faena lavando el cuchillo y volviéndolo a dejar en su respectivo lugar junto a los demás dentro de la base de madera.

      Zaba O'Callaghan dejó el apartamento 4B aproximadamente a las ocho de la mañana, al salir del edificio fue vista por la misma vecina que la había dejado entrar, ya no llevaba la misma ropa de ayer, sino un vestido negro entallado desde el pecho hasta la cintura y después una hermosa caída de pliegues que se abría al caminar; la magistral simpleza daba la impresión de ser un vestido de una casa de alta costura, de esas que ya no existen. Su rostro, brazos y manos mostraban su perfecta piel sin mancha o lunar alguno, en su brazo izquierdo sostenía el mismo bolso de mano. Se le vio desayunar en una cafetería cercana al condominio que acaba de dejar, después la vieron tomar un taxi. La recepcionista la observó entrar al lobi del hotel a las 9:38 am.

      Al medio día una camarera llevó el almuerzo a su habitación, se supo que estuvo en esta el resto de la tarde hasta que se le vio a las siete de la noche bajar a cenar al restaurante del hotel y después regresar a su cuarto al finalizar su comida. No la vieron salir, se asume que durmió en el hotel.

O'CallaghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora