11. Ahora sí

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Desperté a media noche, y lo primero que hice fue ver a Jade.

Estaba profundamente dormida. Yo aún no sabía cuánto duraría el hechizo que le hice, así que pensaba que podría despertar en cualquier momento.

Me acerqué hasta la cama y la arropé. Removí un mechón de cabello que tapaba su cara y lo puse en su oreja.
Mientras la miraba, pensaba en que la ayudaría a controlarse. Me necesitaba y yo a ella. Si no lograba tener control, papá la encerraría o tomaría medidas más drásticas. Y yo no lo permitiría. Además sería una buena forma de estar cerca suyo.

-¿Joze? -susurra.

-Jade, no quise despertarte. -sonrío
Se reincorpora en la cama y me dice bastante preocupada:
-¡dime que no te hice daño!

-¡No! -le contesto. -estoy bien.
Exhala, ya tranquila.
-no pude controlarme, lo siento. -dice, mientras baja la cabeza.
-yo entiendo. -le digo, y tomo su mano.

-todo fue planeado. -le digo.
-¿por qué? -me dice confundida.
-no lo sé. Creo que mi ex me odia. -le sonrío apenas.

-¿Hope? -me pregunta.
-no, es... una larga historia. -le digo.
Suspira y me ve con amabilidad, y confusión:
-¿dónde...? -dice, volteando a los lados.
-es... mi habitación... nuestra habitación. -reitero.
-¿y por qué estoy aquí? -pregunta
-yo te traje. -le sonrío
-no sabía que los Sifones tenían superfuerza. -me dice sonriendo.

-ah, no... no... yo tuve ayuda. -le dije con risa nerviosa.
Ambas nos reímos.

-¿quieres...? -dice, mientras hace un gesto con su mano acariciando la cama.
-¡claro! -le digo emocionada.

Me acosté a su lado, y nos arropamos con la misma cobija.
Yo me quedé viendo hacia el techo, y ella volteada hacia la orilla.

Luego de unos minutos, se volteó hacia mí. La miré por unos segundos, y me volteé hacia ella.
Observaba la forma de sus cejas, y la simetría de sus labios. La imaginaba sonriendo, y eso me hizo sonreir.

Ella abrió los ojos, y me miró. Se acercó más a mí, y siguió viéndome. Yo no le quitaba la mirada tampoco.
Creo que eran muchas las señales. Pero debía hacer algo más para estar totalmente segura.
Me acerqué a su rostro, miré sus labios y... los junté con los míos.
Ella me respondió. Yo no paré ni un segundo, hasta que nos faltaba el aire.

Sus labios era tan suaves, que no quería despegarlos de mí.
Puso sus manos en mi cintura y me acercó más a ella.
Paramos por falta de aire, nos miramos y sonreímos casi a la vez. Su sonrisa era hermosa.
Me dí la vuelta en la cama, y ella me abrazó. Sentía su respiración en mi cuello, y eso me hacía felíz.

Esa noche me dí cuenta que, estaba enamorada. Jade me hacía sentir, como antes no lo hacía. Ni con Penélope, ni con... Hope.

JASIE - 《Josie y Jade》LegaciesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora