JASIE - 《Josie y Jade》Legacies

31. Ella latía por mí

((Narra Jade))

Habitación de Josie y Lizzie

Entro a la habitación, y noto que no hay nadie.

Me dirijo al baño buscando a Josie, pero no estaba.
—¿Josie? —pregunto.

Pero no recibo respuesta.
Me preocupé un poco, ya que Lizzie dijo que ella no debía salir.

—¿Josie? —pregunto nuevamente.

Salgo de la habitación, y camino por el pasillo para buscarla.

En los pasillos

En su estado no era prudente que anduviera por la escuela, mucho menos en el pueblo.

Mientras pasaba por las escaleras, sentí un olor y percibí un sonido que venía del sótano.

Abrí las puertas, y decidí investigar.

El sonido se intensificaba mientras bajaba. Eran sollozos.

Apresuré mi paso para averiguar rápidamente lo que provocaba esa respiración tan brusca.

Cuando logré ubicar de donde venía el sonido, caminé despacio para llegar de sorpresa.

Volteo a todos lados, pero no había nada. Aún así, seguía escuchando el sonido.

Bajo la mirada, y veo a alguien sentado en el piso, con las manos en su cabeza.

Me acerco,
—¿Josie?

Se quita las manos del rostro, y me mira.

Estaba aterrada.
—¿qué haces aquí?, ¿qué tienes? —le pregunto.

Ella tiembla.

Me acerco más, e intento tocarla. Pero se aparta.
—estoy aquí, no tengas miedo. —le digo para tranquilizarla.

—tus emociones están disparadas, y lo entiendo. Luego te acostumbrarás. —le sonrío.

—estarás bien. —me acerco lentamente, y me mira.

—no te preocupes, aquí estoy. Yo te ayudaré a superar esto.

Acerco mi rostro al suyo, y le susurro al oído:
—¿sabes cómo controlo esto?, sólo pienso en tí, y todo desaparece como por arte de magia.

Siento cómo poco a poco ella deja de temblar. Y su pulso se controla.
Respira de manera normal, y sonríe.

—jamás imaginé que sufrieran tanto. Esto es horrible. —me dice.
—lo sé, pero esto será temporal, luego te acostumbrarás, te lo aseguro.
—no quiero estar en mi habitación, hay demasiado ruido por todos lados. —dice.

—yo sé dónde podemos ir. —le digo.

Ocultándose el sol, caminamos hacia el bosque.

Paramos en frente a la cabaña.
—aquí estarás bien, no hay ruidos ni olores fuertes que afecten tus sentidos. —le digo.

En la cabaña

La invito a pasar, y la llevo arriba.
Cargo unas mantas, y las estiro en el suelo.
—Pasaremos la noche aquí, a la luz de la luna.

Simplemente notaba el terror en sus ojos. Nadie estaba listo para este tipo de cosas, ella sólo debía soportar, y luego superarlo. Y yo le ayudaría en eso.

Nos acostamos juntas, y nos abrazamos. Nos volteamos y nos vimos cara a cara.

—no sé cómo agradecerte por todo lo que haces por mí. —me dice.

—no tienes por qué hacerlo. Eres mi novia, y tus problemas son míos ahora. Además, en esto tengo experiencia, aunque una mala reputación al inicio, pero... —digo.

Ella sonríe.

—simplemente no supiste cómo reaccionar, eso es todo. —me dice. —ahora aprenderé de tus errores.

Le sonrío, y le digo: —¡te quiero!

—¡yo también te quiero! —responde.

Acerca su rostro al mío, y mira mis labios. Yo miro los suyos, y siento que su pulso empieza a agitarse.

No se aguanta las ganas, y me besa. Yo le respondo, y acaricio su rostro.
Ella acerca más su cuerpo al mío, y coloca sus manos en mi cintura.

Mientras nos besábamos, su pulso agitado invadía mis sentidos.
Su corazón latía rápidamente.

Ella latía por mí.

Tanto era nuestro deseo que, nos dejamos llevar.

Ambas lo queríamos, así que, sucedió.

Esa noche fue especial. Sólo porque Josie estaba conmigo, y eso me bastaba.

...