Destruyendo Mi Matrimonio (NamJin)

Capítulo 6: Dos almas pérdidas Pt 1

Cuando mis padres murieron, yo tenía quince años, cuando los enterraron era un día gris, parecía que iba a llover en cualquier momento, el viento soplaba levemente, mis manos estaban siendo apretadas fuertemente en forma de puños, mi traje negro me quedaba algo grande, observé los dos cajones desaparecer debajo de la tierra húmeda.

Ellos eran una pareja muy unida, los dos no evitaban ayudar cuando podían, esa noche trágica, mi madre salió a la puerta a esperar a papá, siempre lo hacía, el siempre caminaba hasta casa, pero al tardar más de lo debido, ella salió a buscarlo.

Los esperé por un largo tiempo, pero nunca volvieron.

Debí haber llamado a la policía, pero me quedé dormido mientras los esperaba, a la mañana siguiente tocaron la puerta, dos oficiales, los habían encontrado en un callejón, intentaron robar a papá, y mamá que se preocupó por su tardía, lo fue a buscar para encontrarlos en aquella situación, los dos fueron asesinados esa noche.

Siempre me pregunté si un lazo podía ser así de fuerte, cómo para saber cuando el otro se siente mal, o algo le sucedió.

Ambos eran buenas personas y aunque los vecinos del edificio sabían lo que sucedió, ninguno de ellos vino a su entierro.

En ese momento lo supe, en este mundo, ya no había nadie para mí.

Pero estaba tan agradecido de que en sus últimos momentos, ambos supieron que el otro estaba a su lado.

Tenía quince años, era menor de edad, no tenía ningún familiar, no había ningún amigo, el estado me acogió, era un huérfano, pero todo el mundo sabía que lo único que podía esperar era mi adultez, porque una familia, eso estaba lejos de hacerse realidad, incluso había pequeños bebes que pasaron sus vidas allí sin ser adoptados.

Seguí yendo a la escuela, a pesar de toda la tormenta que estaba sucediendo en mi vida.

En ese tiempo conocí a NamJoon, tenía muchos personas a su alrededor, pero él no parecía estar interesado en ellas, su expresión simpática se apagaba en cuanto tenía la oportunidad.

Era muy inteligente y bueno en todas las materias, a diferencia de mí, que caía en picada.

El profesor decidió que debía sentarme con él, así mis notas podrían mejorar, él parecía ser el chico perfecto, venía de una familia de bien, sus notas eran perfectas, tenía personas que lo apreciaban, las chicas iban detrás de él, pero al poco tiempo me di cuenta que eso no parecía hacerlo feliz.

Yo siempre lo molestaba y él siempre tenía una sonrisa, había algo que ambos compartíamos, ninguno era sincero con respecto a sus sentimientos, yo sabía que la sonrisa que mostraba a los demás era falsa y él sabía que la mía también lo era, pero ninguno de los dos decía nada, ambos estábamos bien con eso, intentábamos hacerle creer al otro que eramos cercanos pero en realidad no era así.

Él me sonreía, si no lo conociera, estaría encantado con esos hoyuelos, pero sabía que sólo era una farsa. Caí en ese juego suyo, tomé el papel de ser uno de esos amigos, con los que él platicaba porque era demasiado amable para ignorarlo como todos los demás.

Me reía de mis propias desgracias, cuando tenía unas terribles ganas de llorar, pero no intentaba fingir que los demás me caían bien y esa era mi diferencia con él.

Él estaba alrededor de tantas personas y se sentía solo.

Yo estaba solo porque no tenía a nadie

No debías ser Einstein para lograr darte cuenta de eso, por supuesto, entendí también que le estaba prestando demasiada atención, estaba intentando entenderlo, no lo había notado, él me interesaba, por eso lo estaba viendo tanto, por eso quería saber de él.