El par de días siguientes Hoseok estuvo demasiado ocupado atendiendo asuntos internos de su reino como para prestarle atención.
Había estado completamente avergonzado por ello, ni siquiera podía mirar a Yoongi a los ojos cuando le pidió perdón por no poder compartir tiempo con él cuando lo había invitado a visitarle. Yoongi tuvo que admitir que fue adorable.
A pesar de ello, no consideraba que lo hubiese pasado del todo mal, Taehyung constantemente le hacía compañía, y cuando no era de esa forma, Yoongi recorría el castillo siempre encontrando nuevas cosas interesantes.
A veces solo permanecía en la enorme biblioteca leyendo un buen rato hasta que Hoseok enviaba pequeños detalles para él, chocolates, tartas, macarons. Yoongi no tenía el corazón para decirle que no era exactamente fan de los dulces, así que terminaba comiéndolos todos con la esperanza de que no aumentará demasiado de peso.
Su mirada, indudablemente, no podía evitar viajar hasta la ventana de la cuál Hoseok lo había alejado, había sido cubierta con una enorme y pesada cortina oscura, como sí hubiera adivinado que la curiosidad terminaría ganando y estuviera asegurándose que su sorpresa no sería arruinada.
Yoongi ni siquiera tenía permitido cruzar hacía esa ala del castillo sin que los trabajadores del lugar lo enviarán de vuelta en su camino, era frustrante, pero no evitaba que la emoción que sentía al respecto continuará creciendo con el paso de los días.
Para su fortuna -o desfortuna- solo estaría una semana más en Arcadia y pronto la espera terminaría.
--Así que Taehyung tenía razón, estuviste aquí todo este tiempo --Yoongi alejó su mirada de las páginas amarillentas del libro entre sus manos y sonrió al ver a Hoseok entrar, se encontraba sentado en uno de los balcones de las ventanas del lugar.
El mayor caminó en su dirección y se dejó caer pesadamente sobre el sofá al costado, cerrando los ojos mientras se desinflaba. Yoongi notó las enormes ojeras oscuras debajo de sus ojos y se sintió irremediablemente mal.
Hoseok había trabajado sin descanso los últimos días, aún así había buscado tiempo para conversar por al menos una hora junto a él y acompañarlo a su habitación por las noches. Y Yoongi jamás había notado lo cansado que lucía demasiado distraído por su enorme sonrisa.
--Sin ofensas, Su Alteza, pero ha vivido como un ermitaño desde que llegó al reino --Yoongi soltó una risita floja y bajó de un salto del borde --¿debería comenzar a preocuparme?
--Algo que debes de saber sobre mí es que no disfrutó exactamente de salir, vivo en mi oficina, la biblioteca y los jardines del palacio --Yoongi dijo mientras se sentaba a su lado --Luces cansado.
Hoseok abrió los ojos y lo miró por un segundo antes de volver su mirada al techo --Debo acostumbrarme a esto si voy a heredar el trono, supongo.
--Creo que deberías descansar un poco --murmuró Yoongi, esta vez un tono mayormente preocupado --si ahora estás libre, puedes descansar, lo entenderé.
--En realidad vine aquí porque quería llevarte a un lugar --Hoseok dijo incorporándose --aunque tenemos que salir del reino, y debemos ir disfrazados para no ser reconocidos, ¿está de acuerdo, Su Alteza? ¿O es demasiado arriesgado?
--No eres el único príncipe que se escabullé de su propio reino --dijo Yoongi con un tono juguetón ante el tono provocador del menor --y estoy de acuerdo, la verdadera pregunta es ¿tú estás en condiciones de salir en tu estado?
--Teniéndote a mi lado podría mover montañas, Yoongi --las mejillas del rubio enrojecieron y él sonrió avergonzado antes de ocultar su rostro --mi chofer nos llevará en su auto, él lo sabe.
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retrouvailles ; hopega
Hayran Kurgu;; [ el príncipe yoongi sabe que debe de atender a su matrimonio arreglado aunque no se siente muy seguro de que esperar de su prometido; el príncipe hoseok realmente no entiende porque debe de de cortejar a su prometido, si él ya se encuentra enamo...