Una nueva oportunidad:La Doña 2

Capítulo 27

-Deberías estar acostada - entra a la casa - Por que no vas a la cama un rato

-Quieres que me acueste cuándo lo único que queda de mi hija son esas cenizas? - la ve

-Altagracia - suspira - No es fácil para ninguno de nosotros, pero tu tienes un bebé ahora, trata al menos de darle un poco de atención

-El está dormido, no me necesita para dormir - va y le quita la urna

-Casi no lo tocaste, es tu hijo también y te necesita, no lleva ni 24 horas de vida - se cruza de brazos

-Que creés Alison tampoco lleva ni 24 horas muerta, no puedo ponerme contenta por el nacimiento de uno cuándo mi hija está muerta - abraza la urna 

-Vamos a calmarnos por favor - interviene Cristian - Mi amor ve a la cama

-No quiero estar acostada Cristian - camina al jardín

-No se trata de lo que quieras o no, vas a ir a la cama Altagracia, ya perdí a mi hija como para perderte a ti también por necia - dice molesto

-Ni siquiera debe dolerte tanto su muerte, ni tu hija era - sube

-No le haga caso señor - se acerca Rosa - Ella está muy afectada, no está pensando nada de lo que dice

-Lo sé, pero me está costando mantener la boca cerrada - suspira - Podrías encargarte de ella? No quiero terminar peleando

-No se preocupe, cuidaré del niño también - sonríe - Por cierto, felicidades es un bebé hermoso - va tras Altagracia

-Quieres ir por un trago? - ve a Angie

-Alcohol para las penas - asiente - Definitivamente si

Rosa decide dejar a su patrona desahogarse por un rato mientras pasaba tiempo con César, era un niño muy despierto, algo curioso, jugaba mucho con sus manitas.

Pero claro le dio hambre, comenzó a llorar tanto que sus cachetes eran rojos, Rosa trato de calmarlo un poco ya que Altagracia dormía abrazada a piolen.

Tuvo que ir a moverla para tratar de despertarla, tardó un poco al parecer agarró fuerte el sueño, dejó al pequeño en sus brazos y volvió a su cocina para hacerle algo de comer a ella.

-Shhhh ya oí - se sienta acomodandolo en su seno - Ya está

-Todo bien? - entra Cristian - Perdón por lo de hace rato, no debí hablarte de esa manera - se sienta en la cama

-Yo también me pasé - baja la mirada - No quise decir eso Cristian

-Yo se amor - se acerca a ella - También es duro para mi, entiendo perfectamente todo - la abraza - Pero no puedes dejarte decaer

-Es que siento que mi vida perdió sentido sabes - bajan las lágrimas

-Si - soba su espalda - Pero aquí tienes un comienzo - ve a César - Uno chiquito y hambriento

-Alison era mi comienzo - acuesta la cabeza en su hombro - Con ella - hipea - Volví a recomenzar - solloza - No sé como voy a seguir sin ella Cristian

-Yo estoy aquí - la consuela - Voy a ayudarte en todo lo que pueda, con el tiempo se que César podrá darte un poco de alegría

-Quiero a mi hija Cristian - llora - Me la traes devuelta - lo ve - Por favor

-Lo haría si pudiera - la aferra a el - Sin dudarlo

-La quiero conmigo - solloza - Quiero a mi bebé 

-Lo sé amor - la mece - Lo sé

Dejan dormido a César en la mini cuna que tenían ahí en el cuarto, Cristian la tenía abrazada a el, escucharla llorar le partía el alma, decidió ya no guardarse la tristeza y llora con ella.

Más al rato Rosa trae una charola con comida, con algo de esfuerzo logra hacerla comer, no fue mucho pero ya daba para mantenerla en pie.

Lo mismo en la mañana del día siguiente, Rosa iba a quedarse con César mientras iban a lanzar las cenizas al mar.

Matamoros es quien maneja está vez, Cristian iba atrás con Altagracia quien abrazaba la urna, no se despegaba de ella, al llegar Angie y Trigve ya los esperaban.

Regina e Isabela también estaban presentes, todavía ellas no lo podían creér, el ritual comienza, Angie había echo como una ofrenda con flores dónde colocan las cenizas.

Al Altagracia sentirse lista la deja ir, poco a poco las olas la van alejando más y más, apenas distinguiendose entre el azul profundo e intenso del mar.

Se deja caer en la arena sollozando, sólo ahora le caía el veinte por completo, ya más nunca escucharía su risa, ver su rostro iluminarse al saber que en la casa había pastel de chocolate.

Escucharla a las mañanas quejarse por tener que ir a la escuela, pedir una y otra vez que le enseñarán a manejar o simplemente la palabra mamá salir de su boca.

Se lleva las manos al pecho apretando un poco allí al no conseguir respirar por el dolor que se encontraba allí, gritando enseguida para tratar de aliviarlo pero sólo empeoraba.

Cristian la abraza con fuerza susurrandole que todo iba a estar bien mientras acariciaba su cabello, la ayuda a ponerse de pie tratando de llevarla de regreso al coche.

-Sueltame!! - forcejea - Me quiero ir con ella!! - grita en medio de los sollozos

-Tranquila - la abraza a el - Vamos a casa

-Alison!! - grita desgarrando su garganta - Llevame contigo - solloza

-Shhhhh - la mece

-No!!! - grita despertando a Cristian del susto

-Que! - se sienta de golpe - Te duele algo? 

-Alison - trata de levantarse

-Ey - la detiene - Ella está en su cuarto - la toma de los hombros - Mi amor estás muy agitada, recuestate

-Necesito verla Cristian - dice viendo la puerta - Necesito saber que está bien

-Calma que eso no le hace bien a César - acaricia su vientre abultado - Ella debe estar durmiendo

-No me voy a quedar tranquila hasta que la vea - se levanta

-Que le pico ahora - niega acostandose

Prácticamente corre al cuarto de Alison, al entrar si ahí estaba, toda cobijada en su cama, abrazada al pobre piolen, sonríe con lágrimas en los ojos metiéndose en la cama para abrazarla.

Tenía las manos frías por el susto, Alison al sentirlas rozar su piel despierta sobresaltada pestañeando varias veces para distinguir de quien se trataba.

-Mamá? Estás llorando? - se sienta viéndola

-Alison - la abraza aferrandola a ella - Te amo - solloza - Te amo mucho

-Mamá? Yo también te amo pero no entiendo - soba su espalda al escucharla llorar - Mamá si sigues así me harás llorar también - hace puchero