AFFECTION~ RAÚL DE TOMÁS

Capítulo V

IRENE

Me levanto un poco más tarde de lo habitual porque ayer fui a dormir bastante tarde intentando acabar de pintar un cuadro.

Me visto con ropa de deporte para bajar al gimnasio que tenemos en casa. Antes de ir paso por la cocina y me como una manzana.

-Dentro de un rato viene algunos del equipo, creo que quieren hacer una barbacoa- me comenta Laura.

Yo asiento: -¿Y tú que haces?

-He quedado con unas amigas de la uni. Los niños se quedarán con el hermano de Javi que tiene ganas de verlos. ¿Tu que harás?

-Yo ahora bajaba al gimnasio y me quedare aquí. Seguramente pintando.

-Pues nos vemos después.

-Adiós- y me retiro de la cocina dirección al sótano donde, a parte de mi estudio para pintar, hay el gimnasio. Está bastante equipado porque a Javi le gusta mucho entrenar y tener todas las comodidades cerca.

Debe ser la una del mediodía cuando decido hacer una pausa para ir a la cocina a beber agua y después continuar.

Cuando subo se oyen algunas voces que vienen del jardín. Me sirvo un vaso de agua y salgo a saludar.

-Hola- hay media plantilla del Espanyol.-no te acerques Diego que estoy muy sudada. Cuando me haya duchado me das los abrazos que quieras.

-Comes con nosotros- dice Javi.

-No tranquilo. Ya me haré algo.

-No te lo estaba preguntando. Haz lo que tengas que hacer y después dúchate antes de venir a comer.

-No- digo con ironía.-llevo no sé cuántas horas en el gimnasio y lo último que voy a hacer es no ducharme. Yo no me quejo de la peste que hacéis vosotros después de cada entreno.

-Que te vayas a entrenar- me empuja amistosamente Sergi.

Doy golpes al saco mientras intento acompasar mi respiración. Es mi forma de soltar toda mi rabia y malestar que llevo dentro.

Esta vez le doy más fuerte: -Me cago en...- le doy una patada al saco.

-Pegándole de esta forma solo vas a conseguir hacer daño- dice un voz detrás mío. 

-Me da igual- responde sin girarme a mirar y sigo dando golpes al saco.

-Es tu forma de relajarte- afirma él y yo solo asiento con la cabeza.-creo que la tendrías que dejar para otro momento. He venido a avisarte que la comida ya está. Vete a duchar.

-¿Me ayudas?

Él se queda un poco sorprendido ante mis palabras.

-Dios, que mal pensado. Te decía que me ayudaras a sacarme los guantes.

Él se acerca a mi, hace fuerza y me saca primero uno y después el otro.

-Gracias Raúl- me quito el sudor de la frente con una toalla.

-De nada. Pero no le des de esa forma. Te harás daño.

-¿Sabes de boxeo?-pregunto curiosa.

-Si. Me gusta mucho. Entreno con mi entrenador personal.

-¿Tienes uno?- empezamos a subir.

-Para mi es muy importante mi forma física y de echo cuando me fui Del Real Madrid por primera vez le pedí si quería venir a vivir conmigo a Cádiz. Y vino. Ahora va donde yo vaya.

-A Javi no le va mucho este rollo. Nos conocemos desde hace años y nunca ha tenido ningún entrenador personal. Yo tuve uno y teníamos que entrenar en su casa porque Javi no quería extraños en casa.

-Creía que os conocías porque tu hermana y él son pareja.

Niego: -Puede que algún día te cuente. Ahora voy a ducharme.

No tardo más de 15 minutos en ducharme y vestirme. Me pongo unos tejanos y una blusa.

-Creíamos que nos podríamos comer tu parte- bromea Sergi cuando salgo al jardín.

-Tampoco he tardado tanto exagerado. ¿Donde me siento?

-Ponte entre Marc y Raúl mismo- me indica Javi apareciendo con algunos platos.

Me siento donde me ha dicho y me enciendo un cigarro.

-La historia no es así. No la modifiques a tu gusto- interrumpo a Javi. 

Hemos acabado de comer y ahora estamos con los postres mientras contamos y nos reímos de historias vergonzosas que nos han pasado a todos.

-Yo la cuento. Era un viernes normal por la noche y había salido, porque la gente normal que no juega al fútbol sale los viernes no los martes, total que conocí a un chico. Decidimos venir a casa y estábamos en mi habitación. Laura le dijo con no interrumpiese.

-Si, me lo pidió- asume por fin.-pero no le hice caso porque hacíais demasiado ruido.

-La cosa es que- me paro un momento.-¿por que estamos hablando de mi vida sexual? ¿Como hemos terminado aquí?

Pasamos lo que queda de tarde charlando y riendo hasta que se empiezan a ir algunos jugadores. Solo quedan Raúl, Sergi y Marc cuando Javi y yo empezamos a recoger los platos.

-Os ayudamos- se ponen de pie los tres.

-Gracias- agradezco mientras cargo algunos platos.

-¿El domingo que viene te va bien? Es que el sábado tenemos partido- me pregunta Raúl mientras yo estoy de espaldas a él poniendo los platos en el lavavajillas.

Me giro para contestarle: -¿Quedar para que?

-Para entrenar. A las diez. Te mando la ubicación después. Puede que venga un amigo mío. ¿No te molesta?

-¿Como tienes mi número?- es lo único que me interesa.

-Tengo mis trucos preciosa- me guiña un ojo con su habitual chulería.

-Adiós copia barata de Cristiano.

Él me da una sonrisa arrogante y se va de la cocina.