La semana había sido muy intensa, tener a Christian tan cerca era algo abrumador. Habíamos quedado en ser amigos con derecho y él se lo había tomado muy en serio. Monserrat casi nos pilla haciéndolo sobre su escritorio y el susto hizo que todas mis ganas desaparecieran. Sería terrible que alguien nos encontrara en esas condiciones. Christian no dejaba de ser el dueño de la empresa y lo que estábamos haciendo no estaba nada bien. Podrían despedirme y odiaría que pasara algo así. Para mi era muy importante mi trabajo y saber que estaba arriesgando tanto me hacía cuestionarme si seguir con el juego o ponerle punto final, y para complicarlo aún más, Christian empezaba a gustarme más de la cuenta.
Él era una gran persona y se preocupaba mucho por su familia. El otro día estuvimos platicando en mi jardín y me contó que echaba de menos a su madre y que hacía todo por ella, él quería que ella estuviera orgullosa de él. Eso hizo que mi corazón se ablandara más cuando de él se trataba. Empezamos a pasar más tiempo juntos y mis sentimientos por él fueron cambiando, pero tenía claro que no podía enamorarme de él. Lo había dejado claro, nada de enamoramientos. Pero entonces me sonreía y me acariciaba, y las mariposas en mi estómago se alborotaban.
No encontrabamos tumbados en su cama hablando de música después de una intensa sesión de sexo y yo acababa de burlarme de su grupo favorito. Christan me respindío con un ataque de cosquillas y yo exploté en carcajadas.
-¡Por favor! ¡Por favor! - supliqué.
Él me dio un respiro y me miró a los ojos intensamente.
-Por favor ¿Qué? - preguntó rozando su nariz con la mía.
-Por favor... - metí mi mano entre nosotros dos y me encontré con su pene bien erecto - hazme tuya de nuevo Christian...
* * * * *
Ya era viernes y estaba yendo a por unos tacos para almorzar, cuando choqué con un hombre a las puertas de la empresa. Cuando visualicé bien a quién tenía en frente mi corazón oaró de latir.
¡Era el bombón neoyorquino!
No me podía creer que esos ojos color chocolate me estuvieran mirando.
-Wow, hermosa. No pensé que me fueras a dar esta bienvenida.
¡Era real!
-N-no me lo puedo creer... - dije nerviosa - ¡Jake, estás aquí! ¡Eres tú!
-Si hermosa, soy yo - contestó con esa sonrisa pícara que tanto me gustaba.
Hacía casi tres meses que no sabía nada de él e incluso dejé de pensar que lo volvería a ver.
-¿Y qué haces aquí?
-Pues vine a verte. Te dije que no te ibas a deshacer tan fácilmente de mí - acarició mi mejilla - sigues igual de hermosa que la última vez.
-Pensé que te habías olvidado de mí - contesté con algo de molestia.
-Hermosa, nunca me olvidaría de ti. Una persona como tu no es fácil de olvidar - y me dío un beso en la frente - Tuve algunos problemas personales y me centré de pleno en ellos - contestó secamente.
Me encantaban esos besos en la frente.
-¿Como me has encontrado?
-Bueno, se que trabajas para Christian. Y venir a buscarte a la empresa era más fácil que ir preguntando por ti por todas las calles - comentó sonriente.
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Lo Que La Vida Me Robó [Borrador]
RomanceHe querido editar la historia porque hay varias cosas que no convencen y pues quiero arreglarlas y mejorar la novela. Cuando piensas que la soledad es la mejor compañía que puedes tener, llega él. Tan rebelde como el solo, llevándote la contraria...