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Al despertarme Christian seguía a mi lado y se lo agradecí de corazón. Lo que había descubierto en ese cuarto me había roto el corazón nuevamente. No tenía ganas de hablar con nadAl despertarme Christian seguía a mi lado y se lo agradecí de corazón. Lo que había descubierto en ese cuarto me había roto el corazón nuevamente. No tenía ganas de hablar con nadie así que me alisté y salí a dar un paseo por la playa para poder pensar y calmarme. 

Mientras caminaba por la orilla de la playa no pude dejar de pensar en las cartas que había leído y en esa bebé de ojo verdes. Al parecer Vanesa había abandonado a ese tal M.D y a alguien más y no solo eso. También se había llevado consigo a alguien importante para M.D. La pregunta era a quien.

Estaba tan dolida, yo era un error, ella me lo había dejado claro el día que se fue.

-Un error...

No podía quedarme con las manos cruzadas, necesitaba entender y comprender que era lo que había pasado. Para mi desgracia él unico que podía darme una exploicasion era mi padre y sabía que él no me diría nada. Uff... ¿Qué iba hacer? ¿Cómo resolbía todo?

Finalmente decidí volver a casa y cuando me disponía a ir a mi habitacíon mis ojos se quedaron fijos en la habitación de mi padre y no me lo pensé dos veces para meterme en ella. Muy pocas veces había entrado en ella y la última vez fue hace muchísimos años. Me puse a rebuscar en sus cajones en busca de alguna pista pero lo único que llamó mi atención fueron varios tarros de pastiallas en su baño ¿Por qué tantas? ¿Estaría enfermo? Tanatas especulaciónes hacían que mi cabeza doliera.

Cansada de no encontrar nada volvía a mi habitación, en la cual ya no se encontraba Chriatian y lo agradecí. Necesitaba estar sola.



CHRISTIAN

No podía sentir esto por ella, no quería estos sentimientos hacia ella ni hacia ningúna otra mujer. Anoche cuando la vi así de destrozada solo quise abrazarla y hacerle saber que no le pasaría nada malo entre mis brazos. Quería protejerla y arrancar de su corazón todo ese doler que reflejaban sus ojos.

- ¿En que tanto piensas, cariño?

La voz de Sarah me hizo vovlver a la realidad.

Esa mañana me había despertado solo en la cama de Victoria y después de esperarla y ver que no llegaba, decidí aceptar la invitacíon de Sarah para desayunar.

-El trabajo... - contesté sin más.

Mi relación con Sarah venía de  muchos años y los dos compartiamos la perdida de la misma persona. Nos habíamos conocido en el último año de instituto y ella era la mejor amiga de mi novia en ese entonces, Bryanna. Los tres habíamos sido muy buenos amigos pero nuestras vidas cambiaron con la muerte de mi exnovia. Bryanna se había quietado la vida en el baño de mi casa mientras Sarah y yo bebiamos y fumabamos en el salón. En el momento en que nos dimos cuenta de que algo no iba bien y de que ella no volvía fuimos a buscarla para luego encontrarnos con la imagen de su cuerpo sobre un charco de sangre, se había cortado las venas y nosotros habíamos llegado demasiado tarde. Desde ese momento mi vida se había combertido en una espiral de vicio y malas decisones, pero gracias a la ayuda de Sarah y el amor incondicional de mi familia pude salir de eso.

Sarah y yo nunca habíamos tenido una relación estable pero siempre nos teniamos el uno al otro para satisfacer nuestras necesidades. Sabía que ella sentia amor por mi, pero hacía mucho tiempo le dejé claro que de mi no podría recibir más que una amistad y sexo.

-Vamos, para ya. Estas ahí en plan pensativo haciendo que yo me pregunte que puede tenerte así. ¿No será por esa tonta, cierto? 

Me fastidiaba que se refierera a Victoria de aquella forma.

Lo Que La Vida Me Robó [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora