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Acababa de llegar a la empresa cuando Christian me interceptó y me pidió que ayudara a Monserrat a prepar la sala de reuniones. El nuevo accionista llegaría en una hora y quería que todo estuviese listo.

-Vicky, tú estarás presente en la reunión ¿De acuerdo? Te ayudará a aprender más sobre las negociaciones - informó - otra cosa, por favor comportate y no digas ninguna tontería - me pidió.

¿A qué venía eso?

-De acuerdo - contesté.

Me acerqué a él y coloqué mi mano en su brazo.

-Me gustaría hablar contigo después de la reunión - pedí.

El simplemente asintió con la cabeza y se dio la vuelta.

Una hora después Christian volvió y con Mark. El hombre al que le di sin querer aquella vez en el hotel. Había olvidado que Christian ya me había hablado de él como accionista. Lo que si me desconcertó fue verlo junto a Sarah. 

-Buenos días - saludé tendiendole mi mano.

-Buenos días. Es un placer volver a verte, Victoria - comentó el señor Mark estrechando mi mano.

Le regalé una sonrisa y miré de reojo a Christian. Mi jefe me devolvió una mirada de esas que te decían "Cuidado con lo que respondas".

Saludé secamente a Sarah y los invité a sentarse alrededor de la mesa. Luego llegaron dos abogados y la tía de Christian y empezaron a hablar sobre el contrato, la lealtad a la empresa y de dinero, además de los empleados y la organización. Más tarde llegó el notario y luego de una hora hablando de dinero y de la empresa que tienía la familia de Christian en New York, firmaron el documento donde quedaba escrito que Mark Daniels era el nuevo accionista y que poseía el veinte por ciento de las acciones, Christian y su tía el otro ochenta por ciento.

-Victoria ¿Podrías pedir a Monserrat que trajera el champagne para brindar, por favor?

-Claro.

Fui a buscar a Monserrat y la ayudé a llevarlo todo a la sala de juntas. Cuando llegamos Christian y Sarah estaban hablando muy acaramelados y  demasiado cerca para mi gusto.

Y luego el muy idiota tenía el descaro de molestarse por que otro hombre se me acercara.

-Aquí está lo que pediste - dije mirando mal a Sarah.

-Victoria ¿Hace cuanto trabajas aquí? - preguntó Mark llamando mi atención.

-Pues voy para más de tres meses - contesté.

-Entonces conoces a mi hija ¿No?

Así que Sarah era su hija... Con razón estaba aquí.

-Se deben de llevar muy bien ¿No es así?

Tuve ganas de reírme por su comentario, pero me contuve.

-Pues la verdad es que no nos llevamos muy bien. Discrepamos en algunas cuestiones - hablé intentando no sonar muy brusca.

-Sí, exactamente eso - agregó ella acariciando descaradamente el pecho de Christian.

Mordí mi labio y contuve la respiración para no responder a su provocación.

-Christian, ¿Podría comentarte algo rápido, por favor?

Nos dirigimos a su despacho y cuando tuvimos intimidad le pregunté si ya podíamos hablar, pero él me contestó que había quedado a comer con Sarah y que teníamos que dejarlo para otro momento. Al momento la molestia y los celos se apodraron de mi.

Lo Que La Vida Me Robó [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora