¡¡Hola!! No ha pasado mucho tiempo, pero vuelvo con una nueva historia. Estoy esperando que sea más corta de lo normal, pero no soy muy buena calculando ese tipo de cosas así que me disculpo de ante mano, siempre termino emocionándome y dejándome llevar al final.
A las personas que decidieron darle una oportunidad, gracias por pasarse por aquí, espero que les guste ;)
.
.
***************
Suave. Tranquilo. Un gran disco de vinilo giraba en el interior de un viejo tocadiscos, la música llenaba la habitación, delicados acordes de una canción que no había escuchado antes, impregnando a la atmósfera que rodeaba a aquellas dos personas sonrientes con sus acordes. Notas dudosas y algo rasgadas que no se sobreponían al ruido de los autos en el exterior, pero que se mezclaban con este de una forma que quizá podría no ser muy agradable. En una extraña sinfonía. No era algo a lo que aquel joven rubio estuviera acostumbrado, era poco armónico y realmente poco elegante, era posible que no le gustara, pero...tal vez no se trataba de la música o el ambiente, si no de esa persona. Solo de él y su sonrisa.
— ¿Qué pasa? ¿No te gusta la comida? ¿Sabe mal?
Él le sujetó la mano, el rubio alzó la cabeza e inmediatamente, sin que siquiera pudiera advertirlo, su expresión se suavizó. Se sentía bien. Devolvió el apretón en una suave caricia y una sonrisa tranquila, tan serena y cargada de emociones que fue capaz de calmar fácilmente la aflicción de unos ojos que lo miraban intensamente — No, todo es perfecto — picó un trozo de pescado, estaba un poco quemado en los bordes y crujió al primer mordisco, sin embargo sonrió — Sabe bien ¿Lo hiciste tú solo?
— Hoy...— él calló, una mueca casi dolorosa se instaló en el rostro de ambos tras un intenso bocinazo. Vibró la mesa, los cubiertos temblaron sobre sus platos y el suelo bajo sus pies, entonces el mayor se precipitó a sujetar el vaso que estuvo a punto de caer. Resistió. Un segundo, dos, tres, cuatro, cinco hasta que el mundo volvió a una calma relativa solo rota por el constante tránsito en el exterior, a ese constante golpeteo, a esa agitación. El rubio apretó suavemente los labios...no creía que pudiera acostumbrarse a esto — Me pagaron esta tarde y pensaba que quería hacer algo lindo para ti, no soy muy bueno en esto...pero hoy es nuestro día especial, es, ya sabes...después de todo este tiempo, al fin — le besó la mano, sonreía intensamente, con todo el corazón — Estoy feliz, esta noche nosotros...vamos a estar juntos para siempre ¿Verdad?
Sonrió. No era agradable, no podía decir que le gustara, no estaba seguro de que este fuera su lugar, que quisiera seguir con esto. Siempre lo pensó, pero cuando lo veía a los ojos...cada vez que lo hacía, descubría algo que no debería estar ahí.
"Estaba pensando que es estúpido, era divertido al principio, pero seguir jugando a esto está comenzando a volverse aburrido. Me aburre, estoy cansado, me estoy hartando y supongo que puedes decir que llegue a mi límite con esta tontería ¿No lo viste venir? ¿No lo imaginabas? A veces parecía que no, pero deberías entenderlo ahora ¿Verdad? Mírate y mírame ¿Crees que encajamos? ¿Crees que puedes darme todo lo que merezco? Piensa bien en esto. Puedes trabajar todo lo duro que quieras, puedes intentarlo una y otra vez, pero no va a ser suficiente. Admítelo. No se trata de algo tan ingenuo como el trabajo duro ¿Crees que funciona? ¿Crees que vas a ser recompensado? Puedes seguir soñando si es lo que quieres, pero este mundo es distinto a lo que imaginas, está diseñado exclusivamente para los que fueron privilegiados...no es suficiente, nunca va a ser suficiente y tú tampoco"
ESTÁS LEYENDO
Quédate Conmigo
FanfictionSu mente era un lienzo en blanco. Desconocido, extraño, difuso; una vida perdida, inusuales sentimientos que se negaban a desaparecer. Mientras más creía conocerse, más se desconocía, era una pieza que no encajaba ¿Qué era verdad? ¿Qué era mentira...