Capítulo 10

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-¡Corre más rápido!-grita la chica poniendo las manos como un megáfono

Justo al salir de esa habitación gigantésca, solo hemos andando unos minutos para llevarme a una especie de pista de atletismo, pero con la diferencia de que no hay gradas y el suelo está desgastado. Me ha mandado a correr, dando vueltas por esa pista. Y no sé cuanto llevo corriendo, pero me estoy agotando bastante. Cuando el muevo los brazos no me pesan, en cambio los pies sí que pesan. Lo extraño es que al correr ya no pesa igual que cuando ando, pero eso son los cinco minutos primeros. Ahora me pesa el doble de cuando ando.

Pega una palmada y yo, en ese mismo momento, salto para luego seguir corriendo. Antes de empezar me avisó que cada vez que ella diera una palmada, saltara, pero cada vez con más fuerza. Creo que abré saltado como treinta y cuatro veces, pero noto que cada vez salto a más distancia del suelo.

Miro para el frente y veo a un hombre acercarse a la chica. Corro más rápido, pasando cerca de donde está ella hasta llegar a una parte de la pista en la que la pueda ver de frente; ahí paro la intensidad. El hombre está hablando con ella, lo que ella solamente asiente y me mira de vez en cuando. El hombre está vestido de la misma forma que el hombre mayor que hablamos en el despacho, pero no es él. Cuando paso por su lado de nuevo solamente escucho un murmullo, con el que nuedo escuchar lo que significa.

-Rubén

Paro al escuchar la voz de la chica. Me doy la vuelta para mirarla y me hace un gesto para que me acerque; no tardo mucho ya que estoy a dos metros de dónde está ella, pero aún asíllego a su lado con cara de dolor. Menos mal que tengo la máscara puesta.

-Después de veinte minutos y cincuenta y ocho segundos-mira el cronómetro. No sabía que tenía uno en la mano-¿cómo te sientes?

-Pues un po...

Me callo al escuchar mi voz cambiada por la máscara. No me he entendido nada.

-Quítatela-hago eso y respiro hondo-otra cosa que debes de aprender del uniforme es que, cuando estás cansado, no puedes hablar con la máscara puesta porque no vamos a entenderte-suelta una pequeñacarcajada, pero se serena enseguida-eso se mejora con la práctica. Ahora sí, ¿cómo te sientes?

-Cansado y un poco con la respiración moderada... pero solo un poco

-Pero sobretodo...

-Orgulloso de haber aguantado-termino su frase, sonriendo

Asiente y guarda el cronómetro de uno de sus bolsillos delanteros.

-Nos tenemos que ir ya. Ya mismo va a anochecer y seguro que estás tan cansado que no vas a poder seguir

-¡Sí que puedo!-digo, totalmente sguro

-Eso dices ahora, pero seguro que empiezas de nuevo y te caes rendido a la tercera prueba. Hay que acostrumbrarse-se encoge de hombros y empieza a andar, pero al caerme al primer paso que doy se da la vuelta-te lo he dicho

-Pesa mucho-digo en un murmuro, agotado

Se acerca de nuevo a mí y me ofrece una de las manos. La acepto y me levanto.

-Quítate el uniforme si quieres

-¿Cómo me lo voy a quitar aquí? tendrá que ser cuando lleguemos y cambiarm...

-Tienes ropa puesta-pone los ojos en blanco

Pronuncio un simple ''ah'', con vergüenza al olvidarme que llevo ropa puesta. Pienso en como me dijo que me lo tenía que quitar y, al recordarlo, lo hago con un poquito de dificultad.

-Venga, empieza a andar. Yo no llevo

-¿Segura?

Asiente y empiezo a andar, todavá con un poco de dificultad por el peso de antes. Ella coge el uniforme y me alcanza. El uniforme hará mucho bulto al lado de ella, pero lo coge sim problemas.

Llegamos a la parte en donde están las caravanas y seguimos hasta llegar a la ''puerta'' que la chica hizo al salir de allí. Entramos por ahí y vamos hacia una de las puertas grandes. La abre y es la habitación en donde estaban todos esos chicos vestidos al igual que yo, pero ahora hay un montón de mesas alargadas, pegadas las unas a las otras y esos chicos sentados, comiendo.

-Voy a dejar tu uniforme en su sitio. Quédate aquí y no te vayas de la habitación

No me da tiempo a decir nada, porque ella se va hacia las habitación de los uniformes.

-Con que elrubiusOMG ¿no?

Me doy la vuelta al escuchar eso y una mano tocando mi hombro. Es el chico rubio.

-Ven, seguro que tienes hambre

Me coge del brazo para que le siga y, aunque esté inseguro si seguirle o no seguirle, me rindo y voy con él. Me lleva hasta una de las mesas. Hay tres sillas sin dueño, así que cada uno se sienta en una silla.

-Seguro que pensarás que esto se parece al comedor de Harry Potter-comenta el mismo chico

-Seguro que no piensa eso, Bernabé

¿Este es el chico que puso la tarjeta de la chi en el bolsillo trasero de mi pantalón?

-O puede que sí. Tú no lo sabes

Miro a ambos lados, tanto el chicorubio como el chico de color están discutiendo sobre si he pensando en eso o no, pero se callan al escuchar el sonido de un micrófono al ser tocado con la mano. Cuando todos miran quien está en el escenario (que antes no estaba), se levantan. Es el hombre que ha hablado con la chica antes.

-¡Defendemos la igualdad, salvamos vidas-se pega un golpe en el pecho- y protección de la nación! ¡Eso es lo que somos!-dicen todos  la vez, como la chica con el hombre viejo

-¿Dónde está Rubén?-es lo único que pronuncia después del gesto de saludo a lo militar

twitter: @ImperfectNovels

Esto no es un videojuego {Elrubius}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora