-Muy buenas, criaturitas del señor
A los cinco minutos y treinta y seis segundos doy por terminado el vídeo. Este juego creo que va a tener mucho éxito, al menos a mi me ha encantado desde que lo he empezado a jugar.
Lo edito y lo subo seguidamente. Cuando está completamente subido lo aviso por twitter y por facebook. Hecho.
Apago el ordenador, cojo mi gorra y salgo de la casa. Necesito caminar, aunque sean las once y media de la noche.
Nada más salir ya tengo calor. ¿Cómo puede hacer tanta calor? No lo entiendo...
Andando sin saber a donde ir me encuentro con un par de criaturitas que me piden un autografo y una foto con ellos. Lo hago encantado y al despedirme de ellos empiezo a caminar de nuevo. No me he encontrado a ninguno más, pero es normal ya que es lunes y demasiada calor como para salir a la calle. Se supone que por la noche refresca un poquito al menos ¿no?
Miro para abajo y veo mi sombra, pero al lado de la mía otra. Miro para atrás y no hay nadie, solo una calle desierta. Me encojo de hombros y vuelvo a caminar de nuevo. Será algo que, al estar cerca de mí, se proyecta al lado de mi sombra.
Llego a mi casa después de media hora paseando. Llevaba tiempo sin pasear solo a estas horas, y me ha sentado muy bien para poder relajarme y despejarme del mundo.
Al cerrar la puerta y entrar, hay una luz por el pasillo. Extrañado voy allí para ver de qué habitación se trata; es mi dormitorio. ¿Lo habré dejado encendido antes de salir? Juraría que lo había apagado...
Sopla el viento un poco fuerte. Eso no ha pasado cuando he salido, me hubiera venido súper bien.
Voy hacia la ventana, la cierro y miro en esta. Veo una sombra en una parte. Me acerco entrecerrando los ojos para poder ver mejor, pero sigo viendo una sombra parada ahí, sin hacer nada. Solo puedo distinguir que su tamaño es parecido a la sombra que vi antes en la calle. ¿Por qué últimamente tengo la sensación de que alguien me está siguiendo? Porque hace nada no fue la primera vez. Ya llevo por lo menos un mes en el que siento que alguien sigue mis pasos, que estás detrás de mí todo el rato. Pero cada vez que me doy la vuelta o intento averiguar quién es no hay nadie. La primera vez puede hacer gracia porque piensas que es alguien que te está gastando una broma, pero ya molesta.
Cierro la ventana enfadado. Esto tiene que acabar ya.
(…)
-NO ME GRITE USTED DE ESA MANERA. TEN UN POQUITO DE RESPETO, POR FAVOR
-¿QUÉ YO TENGA RESPETO? ¡ES USTED EL QUE ME HA DESTROZADO LA PUERTA!
-¿QUÉ YO SE LO HE DESTROZADO? USTED ME HA ROBADO EL FELPUDO
Medio dormido, cojo la almohada y la coloco en cada extremo de mis orejas, pero aún así se siguen escuchando los gritos. Gruño y me levanto de la cama. Me pongo las zapatillas de estar por casa y voy hacia la entrada. Miro por la mirilla de la puerta y son los vecinos de mi planta, que por poco no se tiran de los pelos. Abro la puerta, pero ellos no paran de discutir. Parece que no han notado mi presencia.
-Perdonad...-siguen discutiendo, sin prestarme atención-eh...-y siguen-¿PODÉIS DEJAR DE GRITAR? Hay gente que quiere dormir
-Que pintas...-murmura la anciana, y el hombre asiente
Después de rascarme el ojo derecho miro para abajo. He salido en pijama y seguramente tendré los pelos fatal. Pero ¿quién quieren? No serán ni las nueve de la mañana.
-¿Por qué gritáis, si se puede saber?-pregunto calmado-se os escucha discutir desde mi habitación
-Este muchacho me ha destrozado la puerta
