Capítulo 15

149 6 2
                                    

Me coge del brazo y me lleva a paso ligero hasta mi habitación. Cuando entramos me suelta para ir hacia el armario y sacar una mochila de color negro de dentro a bastante velocidad. Vuelve hacia mí, me coge de nuevo del brazo y salimos de la habitación, andando de nuevo al paso ligero al que íbamos antes.

(...)

Ahora que lo pienso, las dos veces que hemos estado ella y yo juntos en esa cocina, he terminado dolorido y, aunque llevo solo un par de pruebas y sé que puede haber pruebas mucho peores, los golpes de la chica son muchos más dolorosos; tiene la misma fuerza que tres personas entrenadas y totalmente profesionales juntos.

Miro la pista, dando un par de vueltas sobre mí mismo. Siempre que he venido (aunque la verdad esta es la tercera) este lugar ha sido solitario y, como mucho con cuatro personas, contándome. Pero al estar sólo y al hacer mucho frío, esto se convierte en un sitio mucho más solitario y apagado. No me puedo creer que esté en manga corta y ella en tirantes. Me estoy congelando.

Después de varios minutos desde que ella se fue, vuelve acercándose a donde estoy con un carrito como los de la compra. Miro a la chica de manera extraña e incrédula al observar antes las figuras extrañas y colores chillones que tiene dibujados ese carrito.

-No me culpes. El otro miembro nos la regaló para hacernos una broma-me explica, haciéndome un gesto con la cabeza y empezamos a caminar-lo que ellos no pensaron cuando nos hicieron la broma es que nos viene muy bien para este tipo de circustancias-dice desde ''para'' entre dientes

Después de andar varios minutos, llegamos a un lugar parecido a donde está la pista, con la diferencia que en vez de ser una pista, es una cuesta.

-Si hemos pasado por un camino diferente a donde está la pista ¿por qué me dejaste allí?

-Porque así, mientras he ido a por este horroroso carrito, tú te congelas de frío silenciosamente-contesta de forma obvia-he tenido que hacer más camino, pero ha merecido la pena

Me cruzo de brazos mientras entrecierro mis ojos, ella solamente me mira divertida, que en cierto modo me asusta. No voy a volver a enfadarla...

Abre el carrito, sacando la mochila negra y me la tira, cogiéndola al vuelo. Luego saca un libro con la portada de color verde oscuro (como casi todo lo que hay allí), sin título y bastante grande.

-Cierra los ojos y asiente al libro-me ordena, estirando sus brazos para que quede el libro en frente mío

-¿Por qué?-hago una mueca a causa de la confusión e incomprensión

-Este tipo de libros son muy importantes aquí, y como tú ya formas parte, tienes que hacerlo-mi cara vuelve a mostrar lo mismo de antes, pero creo que más todavía-¡venga joder!

Su humor a camdiado a peor desde que le he dicho lo de su autolesión. Capaz de que me tire el libro a la cabeza, aunque es más capaz de que me tire el carrito entero directamente.

Cierro los ojos pesadamente y asiento al libro. Me da el libro y lo intento abrir, pero ella me pega en la mano que iba a utilizar para abrirlo.

-¡Auch! ¿por qué has hecho eso?

-No creas que hemos venido hasta aquí para que lo leas

Miro para atrás, hacia la mochila. La miro.

-¿Lo tengo que guardar'?-pregunto divertido y ella asiente seriamente-suspiro y meto el libro dentro de la mochila

-Tienes que correr cuesta arriba y luego cuesta abajo. Si te caes lo vuelves a repetir-se coloca de nuevo al lado del carrito y me mira-¡una, dos y...

Esto no es un videojuego {Elrubius}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora