-Pero ¿y cómo me vais a preparar?-pregunto mientras la alcanzo. Ya lleva bastante camino andado
-Ya lo verás-me responde sin mirar atrás, sin pararse
Cuando por fin la alcanzo me pongo al lado suya y seguimos andando al mismo ritmo. Menos mal que no me ha vuelto a coger de la muñeca; me duele todavía al ella apretar y si sigue así me va a dejar sin muñeca...
Me fijo en el pasillo de puertas. Por cada cinco puertas, la siguiente está abierta. Y así hasta acabar ese pasillo. Miro para atrás para verificar mi punto.
-¿Por qué hay algunas puertas abiertas cada cinco cerradas?-giro mi cabeza de nuevo y la miro. Ella mira para delante, sin mostrar ningún gesto en su cara
-Las puertas abiertas son consulta, enfermería, discurso y vestuario, en orden. A partir del vestuario, todos son de enfermería
-¿Qué es discurso?-pregunto extrañado
-Es una habitación en la que los miembros pueden dar su explicaciones para querer irse de aquí, pero la mayoría de las veces sirve para hacer alguna reunión entre dos o tres miembros. ¿Alguna otra pregunta?-pregunto lo último entredientes
Callo y trago saliva. La verdad es que no sé si ya me deja hacerle preguntas. Ha quedado claro que a partir de nuestra ''reunión'' ya puedo hacerlas, pero parece que no puedo hacerle tantas como deseo.
Llegamos al tercer pasillo que cruzamos desde que salimos de ''mi habitación''. Nos paramos en la cuarta habitación desde el principio del pasillo.
-Quédate aquí, no te muevas-me acusa con un dedo de su mano derecha-estoy alerta; cómo me entere de que te has movido aunque esa un poquito-forma con la misma mano, un gesto con dos dedos, que significa ''pequeño''-te castro ¿entendido?
Asiento. Ella abre la puerta y la deja encajada. Quiero mirar que hay en esa habitación y por qué no quiere que me mueva de aquí, pero no quiero que me deje sin huevos.
Al poco sale, cierra la puerta. Lleva dos mochilas, y una de ella me la extiende. La cojo y seguimos el camino hasta llegar a las tres grandes puertas. Ella empieza a buscar algo en sus bolsillos delanteros y traseros.
-Ahora ¿qué?-la miro
-¿Te puedes esperar?-pregunta medio gritando. Hace un gesto de fastidio-¡mierda! no tengo las llaves...
Vuelve a buscar en sus bolsillos, pero otro gesto de fastidio hace notar que no las encuentra.
-No importa. No nos hace falta llave
Empieza a andar al frente, y cuando lleva unos cuantos pasos la sigo. Ahora va a paso normal. Se detiene cuando llega a una pared, al lado de la puerta del medio. Deja la mochila a un lado con cuidado, se cruge los dedos de las dos manos y estila las dos piernas. Suspira y, en un grito le pega una patada a la pared, lo que hace que ésta se rompa y haga una ''puerta''. Abro los ojos.
-¿Estás loca?-pregunto sin creérmelo-¡te has cargado la pared en una sola patada!
-Es un récord-posa sus manos en la cadera-siempre necesito una patada y dos puñetazos o dos patadas y un puñetazo-se encoge de hombros
-No me refería a eso exactamente...-murmuro
-¡Es una puerta pintada como una pared!-gira la cabeza para poder mirarme-siempre lo hago cuando me cogen las llaves, no es problema-pone los ojos en blanco-vamos
Gira de nuevo la cabeza, vuelve a coger la mochila y empieza a andar para salir a través de esa ''pared-puerta''. Hago lo mismo, pero la luz tan brillante de fuera hace que cierre los ojos y retroceda un poco, casi para caerme por el agujero que ha hecho, pero por suerte mantengo el equilibrio.
Abro los ojos poco a poco y miro el paisaje, que se compone de unos cuantos árboles, dos caravanas y cosas que no puedo distinguir desde aquí.
-Vamos-dice la chica, lo que hace que deje de mirar ese paisaje para mirar hacia dónde ella va
La sigo y, a medida que avanzamos, me doy cuenta de todo lo que no podía distinguir antes: una montañan hecha con rocas de un color extraño, entre rojo, marrón y negro, unas jabalinas de color verde oscuro...
-Ahora que tienes la oportunidad de ver desde fuera dónde estás ¿no lo haces?-pregunta la chica sin mirar atrás, mientras seguimos caminando
Giro mi cabeza mientras seguimos caminando.
-Wtf?-abro los ojos como platos
Es un edificio grandísimo, de color verde oscuro, más tirando a negro, que ocupa como dos calles llenas de casas de tamaño mediano. Veo como algunas personas salen por distintos lados.
-¿Por qué la gente sale por sitios diferentes?-giro de nuevo la cabeza y cojo bien la mochila al notar que se me resbala del hombro
-El lugar es tan grande que hicieron más de una salida. A nosotros nos daba más rápidez salir por ahí
Ni siquiera respondo. Eso no tiene sentido. ¿Para ir más rápido tiene que romper una pared?
-Entra-la miro y se ha quedado parada. Me paro y visualizo una pequeña habitación de la nada ¿de dónde ha salido?
Abre la puerta y me deja pasar. Entro y está todo oscuro.
-No veo na...
Paro de hablar cuando ella entra, enciende la luz y se ve a un montón de personas vestidos con esos uniformes y máscaras como las de la otra vez, apuntándome cada uno con armas diferentes.
-¿Qué coño?-abro los ojos como platos
-Bienvenido a tu primera prueba de preparación, rubius
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