Capítulo 14

125 6 4
                                    

Cuando la chica me contó que era discurso, me entró mucha curiosidad entrar y ver un ejemplo de ello. Pero ahora estoy aterrorizado al estar dentro de ese tipo de habitación. Ahora entiendo por qué sólo dos o tres miembros... he visto habitaciones de productos para la limpieza más grandes que esto.

Supongo que no me podré ir de aquí, así que seguro que hablaran de lo que ha pasado con Bernabé. Pero también me podrán expulsar de aquí por hacerle eso y dejar que mi vida esté en completo peligro. Ese pensamiento hace que me ponga nervioso.

Me doy la vuelta al escuchar la puerta y veo a la chica entrar y cerrar la puerta sin dejar de mirarme. Sigue teniendo esa expresión neutra que el cincuenta por ciento del día lleva puesta, pero esta vez sus ojos transmiten algo, pero no sé exactamente el qué.

-¿Cómo te sientes?-me pregunta, posando su espalda por la puerta y cruzando los brazos

Su voz es también neutra, así que por mucho que lo intente no sé lo que me quieren decir sus ojos.

-Pues mal ¿cómo quieres qué est...

-Piensa bien en la respuesta-pone los ojos en blanco

Me quedo en silencio, mirando al suelo.

-Me siento culpable por haberme pasado con Bernabé. Él hizo una prueba para que yo mejore y yo se lo pago destrozándolo-suspiro y abro los ojos más de lo normal-¡pero a la vez estoy satisfecho porque le he dado su merecido!

Hace una línea en sus labios y se aparta de la puerta, acercándose hacia donde estoy.

-¿Y por qué no tienes esa valentía cuando te hago yo las pruebas? bueno, no respondas-pone los brazos en su cintura-nada más que hemos tenido pruebas pequeñas. Ya me podré divertir más adelante-mira para todos los lados-¿dónde has dejado el uniforme?

-Me lo he quitado al traerme aquí

-¿Y dónde lo has dejado?

-Allí-señalo el rincón de en frente nuestra

-Buen sitio-empieza a andar hacia está el uniforme y lo coge-no me había dado cuenta de lo oscuro que está-me pega un golpe en el brazo cuando llega a mi lado, lo que hace que me lleve la mano ahí. Que fuerte pega-vas aprendiendo de cosas que no te estamos enseñando. Muy bien

Abre la puerta y hace un gesto con la cabeza para que salga. Al salir vamos al final del pasillo y, al abrir la puerta, aparto la mirada al encontrarme a Bernabé echado en una pequeña cama blanca, de la misma forma en como lo dejé antes mientras un médico (supongo) está cogiendo algo de un armario pequeño colgado de la pared. Ella entra, dejando el uniforme fuera y vuelve hacia mí para cogerme del brazo y hacerme entrar.

Miro mejor a Bernabé. Está dormido pero sigue sangrando por todos los lados en los que le he pegado. Trago saliva y desvio la mirada.

-¿Se ha quejado mucho esta vez?-pregunta la chica, haciendo que e médico aparte la atención a su búsqueda

-Hoy no estoy para que me venga con las suyas, así que le he puesto el sonífero y el tranquilizante al entrar-suspira y me mira-¿tú le has hecho eso?

Asiento tristemente y vuelve a retomar su búsqueda, hasta que coge unas vendas

-Llevas muy poco aquí como para hacerle ese tipo de heridas

-¿Y debería de estar orgulloso de ello?

A la chica se le escapa una pequeña risa de menos de medio segundo y me el médico me mira con una ceja levantada. Me deja de mirar y va hacia Bernabé, dejando las vendas a un lado y empieza a curar sus heridas.

-Aunque parezca que no, deberías estarlo. Aunque siempre se queja cuando viene a alguna enfermería, él es un chico fuerte y aunque se queje del dolor, siempre se le hace soportable

-Lo nombraron uno de los hombres con más capacidad de sobrellevar el dolor-sigue explicando, ahora la chica, mientras asiente con la cabeza-es uno de los aspectos más ademirables de él

Miro a Bernabé, ya casi terminado de ser vendado mientras me rasco la nuca. ¿Seguro que tengo qué estar tranquilo con esa información?

-Vamos

Salimos de la enfermería y antes de que coja el uniforme, la detengo.

-¿Puedo?

Me mira extrañada, pero se para y me deja coger el uniforme. Empezamos a andar todo el comino hasta mi habitación. Entramos y me señala el armario para que deje ahí el uniforme.

-A partir de aquí lo vas a dejar aquí-me explica mientras abro el armario y meto el uniforme-por si acaso Bernabé se quiere vengar mientras duermes

Cierro la puerta del armario con fuerza por la sorpresa y miro a la chica con miedo. Pone los ojos en blanco.

-No te preocupes-va hacia donde estoy y echa la llave al armario. Coge mi mano y me la da-no te va a coger rencor

-¿Seguro que no?-le pregunto miedoso, en un hilo de voz

-Hemos estado protegiendo y enseñando a un montón de gente desde hace mucho tiempoy le han hecho cosas mucho más duras que lo que tú le has hecho. Él no les ha hecho nada y estoy segura que eso no va a cambiar ahora. No pienses más en eso ¿de acuerdo?

-Vale...

Miro la llave, pero mi mirada va hacia mis manos, concretamente cerca de mis nudillos. Están de un color rojo oscuro. Abro los ojos sorprendido

-No te alteres. La de la sangre seca soy yo-comenta mientras me enseña la herida que se hizo con el muzzle de la pistola en la palma de la mano

-¿Por qué te haces eso?-miro detenidamente la herida hasta que baja la mano

-Porque así aprendo de mis errores-me contesta de forma obvia-¿tienes hambre?

No había pensado en comida desde que Bernabé me despertó de esa forma tan bestia. Pero, ahora que me pregunta, las ganas de comer llega como si estuviera en una sala de espera y por fin le ha llegado el turno.

(...)

-Hay chanros de otras clases...-dice mientras mira dentro de la nevera

-Quiero el del otro día, por favor

Asiente y coge uno de ellos y me los da con un tenedor. Nos sentamos en las mismas sillas en donde nos sentamos la primera vez que entré aquí. Abro el paquete.

-¿Tú no comes?-pregunto mientras me llevo un poco a la boca

-Ya he comido antes

Se levanta de la silla y coge de un cajón una gomilla y se sienta mientras se hace una coleta alta.

-No comprendo como te haces eso en la mano...

-¿Todavía estás con eso?-pregunta divertida-olvídalo, no tiene importancia

-¡Pero te estás autolesionando! es estúpido hacer algo así... es lo mismo que cortarse cualquier parte del cuerpo ¡no tiene sentido!-sigo comiendo, pero me empieza a saber a tierra, así que lo dejo a un lado con cara de asco

-No sé que es lo que se les ocurre hacer a las personas allá afuera, pero sí que sé que cada persona tiene su método. Y ese es el mío-se levanta de la silla-ya, por favor, déjalo

-¿Y crees que eso está bien?-me levanto también y me pongo en frente suya-no sabes lo que estás haciendo

Pone su mano en la parte derecha de mi barriga y me pellizca, haciendo que grite de dolor, cerrando los ojos.

-Ya sé lo que podemos hacer para completar el día-dice entre dientes

twitter: @ImperfectNovels

Esto no es un videojuego {Elrubius}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora