Capítulo 23

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Si todo el mes y un poco más dan más de treinta y uno, quiere decir que todavía no me he vuelto loco con las fechas y ha empezado Septiembre.

Después de que esas personas estudiaran mi tablón, catorce soldados lo llevaron a la práctica. Sería una vergüenza que el más torpe sea yo, el creador del tablón, pero pasó. Es raro de explicar, pero al ser algo mío, me cuesta más que cuando me lo mandar personas más profesionales en esto.

Se llevó a la práctica cinco días. Con unas horas de esos cinco días, más el resto hasta llegar a hoy, he hecho distintas pruebas con diversos objetivos, como son la defensa, el ataque sorpresa, saber esconderte sabiendo el lugar dónde te encuentras...

Me siento muy orgulloso por el resultado que estoy teniendo últimamente. Todo se basa en el esfuerzo, y he dado todo de mí en cada prueba. Por supuesto, cogía bien la cama con el cansancio diario, pero siempre a alerta.

Y hoy, cuatro de Septiembre, estoy corriendo por todos los pasillos del edificio, buscando a Segunda sin éxito. Me choco con alguien, causando un sonido de dos frentes chocándose y dos quejidos.

-Todavía pienso que me quieres matar-dice una voz familiar, verificando que es Bernabé al mirar al frente

-Lo siento-me toco la frente al igual que él, con una mueca-no te he visto

-¿A dónde vas?-pregunta de repente, haciendo que quite la mano de mi frente

-Busco a Segunda, ¿sabes dónde está?

Busca en los bolsillos de su pantalón, sacando un pequeño cubo. Maddox me contó que era un reloj, lo que todavía encuentro raro.

-El mismo día de hoy durante todos estos años siempre se ha quedado en su habitación hasta las dos y media del mediodía-sonríe guardando el reloj-supongo que ya sabes qué día es hoy

Asiento, sonriendo de lado. Me hace una señal con la cabeza para que le siga. Empezamos a andar por uno de los pasillos, parando en una parte del pasillo donde están el mismo número de puertas a donde está mi habitación. Allí está Maddox junto a varios chicos más, a los cuales conozco a tres de ellos por el día que me invitaron a comer una hamburguesa. Nos saludan silenciosamente y nos acercamos.

-A la de tres abrimos la puerta-dice Bernabé, susurrando. Todos asentimos-uno...
-Dos...-digo yo también susurrando
-Y...-decimos todos alzando un poco la voz

Se abre la puerta desde dentro, saliendo Segunda con los brazos cruzados, con expresión divertida.

-Tres-dice ella en una carcajada
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-decimos todos con alegría, abrazándola
-Me voy a quedar sin oxígeno... Me ahogáis-dice como puede

Nos quitamos todos y empezamos a reír. Ella, en cambio, sólo suelta una carcajada.

-Algún día me enfadaré por esto. Todos los años igual-rueda los ojos, aún con expresión divertida-¿me podéis dejar con Rubén? Quiero enseñarle una cosa
-¡Uh! ¿Quieres perder la virginidad el primer día de tu mayoría de edad? ¡Qué rápido, chica!-comenta Bernabé, recibiendo un golpe en el vrazo por parte de Segunda
-Sabes que no es por eso-dice tranquila

Miró a Bernabé, a quién le ha cambiado la cara, a una expresión tierna.

-¡Vamos chicos!-dice Bernabé a todos, empezando a andar para salir del pasillo
-Entra-dice Segunda, haciendo que vuelva su mirada a ella

Me deja paso y entro. Es una habitación más pequeña que la mía, pero con los mismos objetos, pero cambiados el orden.

-¿Cómo sabías que era mi cumpleaños?-me pregunta mientras abre su armario y empieza a buscar algo
-Me lo dijo Bernabé antes de venir a tu habitación-miento

Ella mira para mí, pero luego vuelve su vista hacia su búsqueda.

-Bernabé me ha contado que todos los años en tu cumpleaños te quedas aquí hasta las dos y media del mediodía, ¿por qué?-pregunto, curioso
-Para eso he querido que te quedarás-saca una caja del armario, lo deja en el suelo y saca otra caja
-¿Quieres que te ayu...
-No gracias, puedo sola-responde, cogiendo de nuevo las cajas y poniéndolos en la cama-toma asiento si quieres

Me siento en la cama y ella abre la segunda caja que ha cogido. Saca dos marcos, con una foto en cada una. Me las entrega y las cojo curioso. El marco que tengo en mi mano izquierda contiene una foto de un hombre, parecido al jefe, y una niña pequeña. El marco que tengo a la derecha tiene algo dentro, blanco. No es una foto, es un pequeño sobre.

-La niña soy yo hace muchos años, no quiero recordar cuántos-suspira y hace una pequeña pausa-el hombre es el jefe. Se parece tanto a mi padre...

La miro con sorpresa.

-¿Eran hermanos, primos?
-Hermanos, aunque no de sangre
-¿Cómo es que se le parecen, entonces?-pregunto, confuso
-Aunque no sean de sangre se le parecen, de manera interna-responde. Ya llegó a comprenderlo
-¿Y el sobre?
-Una carta de despedida, de mi padre para mí. Supongo que sabría que iba a morir
-Pero no lo entiendo... Me dijiste que no lo llegaste a conocer, ¿cómo sabes tanto de él?
-Murió cuando tenía dos años y es verdad que no recuerdo nada, pero por eso me quedo aquí todos mis cumpleaños hasta las dos y media. Estas cajas contienen fotos, vídeos, cartas y objetos personales de lo que queda de mi familia. Es un poco lo que puedo conocer de ellos. Es más, es como si conociera a mi padre de toda la vida-sonríe-según el jefe, mi padre murió a las dos y media, pero nunca me quedo exactamente hasta esa hora exacta. Duele pensar...

Miro lo que tengo en las manos y lo guardo en la caja, seguro.

-Tengo una sorpresa para ti-digo, levantándome

(...)

Después de dejar que guarde las cajas y llevarla de la mano hasta fuera del edificio, acelero el paso hasta llegar a dónde hice "la prueba" con los libros de defensa. Seguimos adentrándonos hasta llegar al lugar dónde me dijo Segunda que estaba enterrado las cenizas de su padre. Hubiéramos llegado más rápido, pero le estaba tapando los ojos con mis dos manos.

-¿Preparada?
-¿Sí?-dice insegura

Le quito las manos de sus ojos, para que pueda ver mi sorpresa directamente. Al verlo, se lleva las manos a la boca y sus ojos empiezan a humedecerse. Ahora estoy dudando en si le gusta o no.

-Tengo miedo por tu reacción-comento, preocupado por su expresión, cada vez más débil
-Esto es una broma, ¿verdad?-pregunta con un hilo de voz
-Siento si te ha molestado...

Se acerca hacia mí y me abraza muy fuerte. Tan fuerte que duele. Respondo a su abrazo y miro la placa, en honor a su padre.

-Ahora ya está completo-dice aún abrazando fuerte, pero se aparta quitándose las lágrimas rápidamente-¿cómo lo has hecho?
-¿Crees que iba a dejar que estudiaran mi tablón sin nada a cambio?-suelto una carcajada y me rasco la nuca-lo más gracioso es que Maddox me contó que pronto era tu cumpleaños, así que ha quedado perfecto

-Muchas gracias-sonríe-no me lo esperab...

Un sonido, parecido a una alarma, la interrumpe. Sus ojos se ponen más grandes y se pone tensa, pero lo esconde a través de sus brazos, que los empieza a poner duros. La alarma suena cada vez más fuerte, dañando mis oídos.

-Están aquí-me mira-vienen a por ti

twitter: @ImperfectNovels

Penúltimo capítulo de la historia.

Esto no es un videojuego {Elrubius}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora