Después de varios minutos andando, llegamos una puerta a la que nunca visto desde que estoy aquí. De todas formas, no me hubiera imaginado que detrás de un armario de color verde oscuro, al igual de cientos que hay por todo el edificio, tendría una puerta escondida detrás de ésta.
Abre la puerta y se echa a un lado para que pase, pero cuando mi cuerpo está entre dentro y fuera de esa habitación, me coge del brazo, haciendo que pare y la mire.
-¿Qué pasa?-pregunto extrañado, ya que ella solo me mira, sin hablar
-Quiero que a partir de que te metas en esta habitación, estés alerta en todo momento-me suelta, pero toca una parte de la puerta, en señal que no ande todavía-esta vez te lo estoy advirtiendo, pero la próxima vez no será así, y mucho menos cuando vayan de nuevo a por ti ¿de acuerdo?
Asiento y ella quita la mano de la puerta para hacer un gesto, indicándome que entre. Al entrar, escucho un portazo, por lo que miro para atrás, observando la puerta, obviamente cerrada. Pero miro para todos los lados, alarmado al no ver a la chica.
La habitación es totalmente blanca, lo que hace que duela un poco la vista. Ando para la izquierda, con las manos al frente para buscar la pared, encontrando las cuatro paredes a los pocos minutos; la habitación no es tan pequeña, pero tampoco se le puede identificar como enorme.
El problema es que desde dentro, no puedo encontrar la puerta, aunque busque con el tacto de mis manos por la parte en la que entré.
-¿Has encontrado ya la salida, o no?
Doy la vuelta asustado; no me esperaba una voz parecida a la que sale al hablar con la máscara del uniforme. De todas formas, sé que es la chica por el tono en el que ha dicho eso, estoy seguro.
-¿Qué hago aquí?-pregunto a la nada, mirando al frente aún así
De repente, se escucha un ruido para después salir a unos metros de mí una especie de mesa desde del suelo. También es blanca, pero tiene cosas sobre ésta. Me acerco a la mesa y pongo una mueca de horror al ver todas esas arma ahí.
-¿Y qué se supone que tengo que hacer con todo esto?
-¿Tú que crees? Venga Rubén, no vas jugar a los policías-no tenía duda, pero si lo hubiera tenido, ahora sí sabría perfectamente que es ella-ponte el uniforme
-Pero si no está aqu...
Paro de hablar cuando se escucha de nuevo el ruido de antes y sale del suelo un uniforme, al lado de la mesa.
-Deberías pensar en que si te digo algo, es por alguna razón
Pongo los ojos en blanco y voy a por el uniforme, para después ponérmelo; es algo extraño que, aunque no me lo he puesto en bastantes ocaciones, a veces se me de mejor ponérmelo que otras.
-Ahora coge todas las armas
Voy a donde la mesa y miro todas las armas. Las tendría que guardar en una parte de la cadera, donde he visto que se las guardan ahí.
-¿Cómo se abre el sitio donde se guardan las armas?-pregunto mientras palpo mi cadera, intentando encontrarlo
-¿Cómo sabes que ahí?
Mis manos paran y las miro; una están a un lado de la cadera y la otra, por detrás empezando por la derecha.
-¿Cómo sabes en donde estoy tocando?-pregunto, mirando por todas partes
-Eso no es lo importante ahora. Busca un botón con tu mano derecha
Toco con esa mano (que es la que está por la parte de detrás), hasta que encuentro algo que no tiene la misma forma y, al tocarlo con más detenimiento, ya tengo por sabido de que ahí esta el botón. Lo presiono y sale del lado derecho de mi cadera una especie de pequeña bandeja; tiene varios agujeros y parece bastante grande aunque no se perciba a simple vista.
-Ahora te voy a ir diciendo la colocación de las distintas armas. Memorízalo
-Está bien
-Busca la pistola-suspira-esa es fácil de encontrar
Suelto una risita por la pequeña irritación que se le ha notado en la voz. Busco entre el puñado de armas la pistola, encontránola al poco.
-Guárdala al principo. Aunque parezca mentira, es la más importante
-Parece ser que no te gustan las pistolas-asiento, riendo
-Seguimos. El revolver tiene que ir al final
Pienso por un momento como era el revolver, y aunque recuerdo, lo busco, lo encuentro y lo meto en donde me ha dicho.
-El fusil de asalto va en...
-¿Qué?-le interrumpo, mirando las armas-las veo casi todas iguales
-Pero ¿nunca has jugado a un videojuego en el que se usen las armas?
-Sí, pero como tú me dijiste, esto no es como un videojuego...
Se escucha de nuevo ese ruido, lo que hace que mire para todos los lados; en una de las paredes se ha proyectado la imagen de un arma, supongo que la que me acaba de decir
-¿Lo ves?
-Sí
Busco entre las armas, encontrando dos parecidos. Cojo los dos y miro hacia donde está la imagen proyectada.
-¿Cuál de las dos?
-La que tienes a tu izquierda es un fusil de asalto del ejército. El otro es el fusil que te he pedido. Pero guarda los dos, te van a servir
-¿En qué lado?
(...)
Después de cuatro armas más, me dice que ya está bien y que le de nuevamente al botón. Lo hago al instante y se mete de nuevo. Es algo raro que quepan, ya que algunas son bastante grandes; pero no se sienten al meter la bandeja en su sitio.
-¿Y qué hago con las demás?
-Por ahora te vas a quedar con esas. No te va a servir de nada aprenderlo todo a la vez
Se escucha de nuevo el ruido, seguido, haciendo que la mesa y la pantalla se vayan de la habitación del mismo sitio en la que aparecieron.
-Ahora quiero que, cuando aparezca la puerta, te pongas la máscara y vayas hacia allí, pero sin abrirla
El ruido que se escucha ahora es diferente, más agudo, apareciendo la puerta. Me pongo la máscara un poco asustado y voy poco a poco hacia la puerta. Cuando ya estoy me quedo quieto, esperando que hable.
-Cuando te diga ya la abres. Solo te advierto de que, después de abrir la puerta, tienes que tener todos los sentidos alerta. Ahoras las pruebas son más mayores. Aún así, te hablaré de modo que me escuches dentro del uniforme para enseñarte que hacer. Es una prueba mayor de manera básica, pero aún así buena suerte
Asiento y respiro hondo.
-Ya
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