Desde el día en que había descubierto a mi madre con la droga y con ese suceso, en cómo se sentía en realidad, las cosas habían estado marchando muy bien. Hice que entrara a un psicólogo para que la ayudase a desahogarse todo lo que necesitara y como se debía. Sabía que le estaba ayudando porque cada día que pasaba, se veía con más ánimos de vivir. También, la obligué a dejar las drogas. Eso en verdad no fue fácil, ya que aunque todavía no era lo suficientemente adicta, dejar de drogarse es más difícil de lo que suena, sin en cambio, lo estaba logrando. Todos los días revisaba su habitación y su bolso para verificar que ya no tuviese más de esa sustancia escondida y claramente, sin su autorización, pues a pesar que me juraba que no la consumía más, tenía que estar completamente segura.
¿Qué había pasado con Lucas? Bueno, les contaré ya que de seguro es lo que más les interesa a todas ustedes. Nada. No había ocurrido nada desde el incidente de mi útero inoportuno. ¿Lo había visto? Si ¿me había tratado de hablar? Tal vez ¿lo había buscado? Claramente no. La realidad es que él siempre estaba con sus amigos populares y con las porristas zorras de la institución. Yo no era parte de su círculo ni de su vida, lo que había ocurrido había sido una accidente y tenía que quedarse como tal. Así él estaba mejor al igual que yo. Sin problemas y todos felices.
-Simone.-vino corriendo hacia mí una amiga cuando caminaba por los pasillo; Anna.- ¿ya apuntaste tu nombre para concursar en la feria científica? Hoy quitaran la lista de los que ya se han inscrito.
-Rayos.-susurre.-gracias, ¿hasta qué hora tengo?-di media vuelta topándome con mi casillero y abriéndolo, metí todos mis libros.-
-tienes dos horas.-me informó.-
-¿tu participaras?-le pregunté sacando de mi locker mi agenda.-
-No, tengo muchas cosas que hacer para atarearme con otra cosa más.-musitaba observándome en como mi respiración se agitaba.-
Sentía que explotaría. De tan solo mirar todo lo que tenía que hacer, mis itinerarios, cursos, tareas, compromisos y proyectos, hacía que ya me sintiese presionada. Algo en mi gritaba “¡no te metas a ese concurso! ¡Un premio más, un premio menos! ¡¿Qué más da?!” Sin embargo, sabía que era lo único que podía hacer en mi aburrida vida rutinaria. No salía, no tenía novio ni mucho menos grandes amistades con las quienes divertirme, así que ¡¿Qué más daba?!
Me despejé por un segundo y sacudí mi cabeza, ¿en dónde estaba Anna? ¿A qué hora se había ido? ¡Wow! Ni siquiera me había podido despedir. Una de mis únicas amistades y podía echarla a perder por mi falta de atención.
Cerré mi casillero para correr de una vez por todas a las inscripciones de la feria científica y tachar eso de mi lista, cuando un chico castaño y con brazos cruzados apareció a mi vista luego de cerrar la puerta de mi locker por completo.
-Hola Simone.-me regaló media sonrisa al terminar de nombrarme.-
-no tengo tiempo Lucas, perdón.-dije groseramente, dando media vuelta.-
-¿te seguirás escondiendo de mí?-caminaba a mi par, en dirección al laboratorio. Yo enarqué una ceja.-
-¿Qué te hace pensar que eres tan importante?-sonreí irónica; lo era un poco.-
-no lo sé. Te he tratado de hablar y huyes.
-no es que huya, si no que tengo muchas cosas que hacer.-me excusé.-
Entonces se interpuso en mi camino. Exactamente en frente de mí se paró, causando que chocará contra su gran, hermoso y trabajado abdomen. Y con eso me refiero, a su fuerte y duro pecho que hizo que mi cabeza recibiera un gran golpe por el impacto. Di un paso hacia atrás con mi ceño fruncido ¿Qué le ocurría? Más bien ¿Quién se creía?
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My Perdition. |H.S|
FanfictionCada persona tiene una adicción diferente que lo lleva a su propia perdición. La mía tiene nombre y apellido: Simone Gallagher.