Caminaba por los pasillos de la escuela mientras de vez en cuando volteaba a ver a las tantas hermosuras de nuevo ingreso. Se veían tan…fáciles. En serio, solo les giñaba el ojo y me preguntaban mi nombre. A otras ni siquiera les prestaba atención y lo hacían de igual manera; les daba algún nombre falso.
¿Qué me tocaba? Siendo lunes y la primera hora, economía. Volteé a la derecha para poder dirigirme al salón en donde me asignaba esa materia, cuando un ardor en mi mejilla se presentó al instante en que una mano choco contra ella. Por reflejo del dolor, mi mano izquierda se dirigió a mi cara para tapar el golpe y poder de alguna manera hacerlo sanar.
-Eso y más te mereces por haber aprovechado de mi ebriedad y casi haberme hecho desnudar frente a ti.-hablo Simone molesta. Ok, sentía, que tenía un poco de razón.-
-oye, oye.-reí entre dientes.-tu aceptaste cuando estabas sobria, que partida perdida, adiós a una prenda.
-pues perdía porque estaba borracha, inútil.
-mentira; tenías buenas jugadas. Perdías porque soy el mejor; niégamelo.
-ok, eres bueno.-sonreí egocéntrico.-pero no me arrepiento de haberte dado la bofetada.-se encogió de hombros.-
-y yo no me arrepiento de haberte ganado tanto y haberte visto semidesnuda.-le giñe el ojo.-
-no me provoques.-me amenazo; yo reí porque no me intimidaba.-
-¿Por qué has venido caminando?-cambie el tema drásticamente mientras caminábamos al salón de economía pues nos tocaba juntos; Simone me miro con el ceño fruncido.-te vi bajar de un camión ahora que llegaste ¿Por qué?
-siempre me trae Niall porque él es el del auto. Pero se descompuso, lo llevo al mecánico y no me quedaba de otra.
-¿Por qué no te viniste con él?
-Él le llamo a sus amigos, pero como no son de mi agrado, me vine sola.
Asentí levemente dándole a entender que comprendía su situación.
Llegamos al salón de clases y como si no nos conociéramos, nos separamos al instante en el que entramos. Yo me fui como siempre a una de las butacas de hasta atrás y ella fue a parar a una que estaba hasta al frente y del otro extremo.
(…)
Cerré la puerta del auto, me senté en el asiento del conductor, metí las llaves y lo encendí. Esta vez me tocaba manejar a mí en vez de Louis como siempre lo hacía ¿Por qué? El castaño en la mañana había amanecido con un dolor de cabeza insoportable; no había venido a la escuela.
Mi auto comenzó a rodar por el campus hacia la salida, cuando vi a la pelinegra caminar hacia allá también. A pesar de que en el día nos habían tocado dos materias juntos y nos vimos seguidamente en los pasillos, Gallagher no me había hablado en lo absoluto al igual que yo no tuve el interés de hacerlo.
Como sabía, Simone, iría a la parada del autobús para tomarlo e ir a su casa. Siendo así me apiade y estacione el auto más adelante de donde ella iba caminando.
Con los botones que se hallaban alado mío, abrí la ventana y sin decirle palabra alguna, cuando Simone pasó a lado mío y me vio, le hice señas para que ella entrara. La pelinegra negó e iba comenzar a caminar, cuando ahora yo me negué. A mí nadie me rechazaba, y aunque supiera que Simone en un abrir y cerrar de ojos me podía rechazar mil veces, no dejaría que se me negara esta vez, por lo que me salí del convertible y camine hacia la puerta del copiloto.
-esto.-movió su cabeza lentamente de izquierda a derecha.-significa “no”.
-y esto.-abrí la puerta.-significa “entra”.-la ahora oji-azul se cruzó de brazos en señal de que no lo haría.-no te diré por favor y mucho menos me hagas rogarte. Anda.-le insistí. Rodó los ojos, suspiro cansada, pero finalmente entro.-
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My Perdition. |H.S|
Fiksi PenggemarCada persona tiene una adicción diferente que lo lleva a su propia perdición. La mía tiene nombre y apellido: Simone Gallagher.