#2 Lesbiana

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Todayisgonna be theday

That they're gonna throw it back to you,

By now you should have somehow

Realised what you gotta do

I don't believe that anybody feels the way that I do

About you now

La canción comenzó a sonar a las cinco y diez de la mañana. Me gustaba cambiar los tonos de mis alarmas, era como una, tal vez, manía que tenía. Lo tomé rápidamente y apague la canción de “Oasis”, la cual a pesar de que no me identificaba en nada con la letra, realmente me gustaba.

Ese era el segundo día de clases y me sentía como ayer; sin querer levantarme. Recordé lo que me había hecho Louis el día anterior y me fui enderezando poco a poco en el respaldo de mi cama.

 -Harry, ya…-entró el castaño a mi cuarto apunto de decirme algo, pero se calló al verme ya despierto.-…con que si sirvió lo que te hice ayer ¿eh?-musito entre risas.-utilizaré ese método de ahora en adelante.-lo fulmine con la mirada y él levanto las manos en inocencia.-es broma, amigo.

-ajá. Eso espero. Tú a veces no llegas a ser un hombre de palabra.-salieron las palabras de mi boca y la recordé.-

 Simone.

Esa chica ayer había sido todo un dolor de cabeza. Desde rodarme sus ojos cada vez que me veía hasta el hecho de haber apostado con ella, haber ganado y haber sido estafado finalmente cuando utilizo lo que yo le dije, en mi contra.

Era astuta. Pero no tanto como pensaba. No conmigo.

Cuando salí de mis pensamientos, volteé a la puerta y me di cuenta que Louis ya se había ido. Volví a tomar mi celular. Cinco veinte; era mejor que me apurara, si no quería que Tomlinson me bañara con su cubeta llena de agua fría de nuevo. Créanme, lo creía capaz.

(…)

Corría en los pasillos para llegar a mí tercera clase que ya había comenzado hacia cinco minutos. Yo no era de esos ñoños puntuales que le importaba mucho llegar temprano o aquellos que les preocupada el hecho de llegar unos pocos minutos tardes, pero sabía que esa clase me la impartiría “Madame Mim”. Ella era horrorosa, su nombre real era “Theodora” pero la llamábamos como la bruja de cabello morado de la película “la espada en la piedra” porque su parecido era impresionante. Podría jurar que en ella se inspiraron para hacer a la caricatura y con la edad que tenía, no lo dudaba mucho.

Para colmo, esa profesora me impartía la materia de historia. La odiaba, no entendía, ni recordaba ningún suceso o nombre. Aún no me cabía en la cabeza como había pasado los años anteriores, si tampoco mis trabajos eran los mejores. Había muchas letras, pero siempre poca información o ni siquiera la que se pedía.

Por ir tan rápido y sin preocuparme mucho si alguien estaba en mi camino, choqué con una chica que ahora menos deseaba ver. No ahora que no tenía tiempo para mucho. Ella al impactarse conmigo, casi caía, pero mis reflejos fueron más veloces para poderla tomar por la cintura a pocos centímetros antes de que topara contra el suelo.

Si fuera una película, yo sería el chico sexy, carismático y del sueño que toda señorita quisiera tener con ella y la pelinegra sería la que me odiaba y no quería verme ni en pintura. Al final terminaríamos juntos. Solo que, como dije antes, eso sucedería si fuera un filme; no lo era. A mí no me domaban y ella nunca se interesaba; por ahora.

 -quita tus manos de encima.-musito furiosa mientras recuperaba su postura luego de haberse salido de mi agarre.-

-yo esperaba un “gracias”.-le dije altanero cuando la oji-verde arreglaba su atuendo que había sido un poco desarreglado.-

My Perdition. |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora