VEINTIOCHO

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Holii mundo. Antes de pasar al capítulo, me disculpo por haber desaparecido por tres semanas. Para los que no saben o no me siguen en redes sociales (que no sé por qué no lo hacen, en serio, si es lo mejor que les pasará en la vida), mi libro "Y ahora, ¿Qué piensas?" estará en Amazon en formato físico y digital a partir del 26 de este mes de mayo, por lo que he pasado los últimos meses (con énfasis en estas tres semanas) trabajando en ello y entre eso, mi trabajo real (por el que me pagan) y básicamente la vida, no me quedaba tiempo para nada más. 

En compensación les dejo los tres capítulos atrasados, pero antes, fotito publicitaria de YAQP porque yolo. Este libro pertenece a una saga que continúa y continuará disponible aquí en Wattpad, por si alguien quiere leerlos, pero si además quieren comprarlos, ¿quén soy yo para impedírselos. 

Besis

Ahora sí, a leer

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Ahora sí, a leer.



Sunny le quitó los cuadernos a Betty antes de poner el plato con la cena frente a ella. La niña llevaba rato alargando sus deberes para huir de la cena y bueno, no era que Sunny quisiera ser hipócrita, ella tampoco se comería esa basura, pero eran las normas y ella ya se había saltado demasiadas en muy poco tiempo.

—Apúrate, Betty, ¿Quieres? Debiste estar en la cama hace diez minutos.

Betty hizo una mueca de disgusto y lanzó una mirada de desagrado a su ensalada de tomate.

—No quiero comer esto, Sunny. Si me das un poco de cereal te juro que no le contaré a Kristal.

Sunny comenzó a negar antes de que la niña terminara de hablar. Ni loca se dejaría embaucar por la pequeña manipuladora, ya había sido suficiente por un día.

—Nada, jovencita —señaló con el dedo, intentando lucir amenazante—. Estuviste comiendo comida basura todo el día, es hora de que ingieras algo que valga la pena.

—¿En serio no puedes prepararme otra cosa? —pataleó Betty mirando su plato con odio. Pinchó un trozo de queso con desdén y entonces su rostro se arrugó un poco más.

—Está en tu menú, Betty. Come ya.

Sunny se dio la vuelta y comenzó a organizar el pequeño desastre que había hecho mientras preparaba la cena. Ella no tenía demasiada experiencia en el uso de la cocina y por lo general Kristal era quien se encargaba de dejarlo todo preparado para las comidas de Betty, excepto por las ensaladas o los batidos de fruta que la niña debía consumir diariamente.

Escuchó al engendro resoplar a sus espaldas al mismo tiempo que pudo oír el choque de su tenedor contra el plato. Asumió que había comenzado a comer cuando se quedó en silencio por unos cuantos minutos, pero no se giró para comprobarlo hasta no haber terminado de limpiar la encimera.

SunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora