Ridley:
Estoy sorprendida.
Estoy tan sorprendida como Caleb a arreglado el taller para que no se viera "Tan desastroso"
No esta desordenado y cada cosa la tiene en su lugar, no hay ningún coche, ni grasa de carro en el suelo, el cual luce limpio, además se ha tomado la molestia de ambientar el lugar.
Hay luces amarillas en el techo, como si fueran luces de navidad, pero son de un solo color.
—¿Cuánto te tardo esto?. —Digo mirando el techo.
Doy un giro que casi me hace tambalear, pero él me sostiene.
—Lo suficiente.. —Responde, me giro hacia él.
Sus brazos rodean mi cintura.
Sosteniéndome de él, sigo mirando las luces.—Es muy hermoso, Caleb.
—Quería que fuera especial. —Confiesa. —Tú primera vez.
Le sonrio.
¿Y ahora qué?
—¿Tienes sed?
¿Sed?
—Si.
El me suelta para ir a la nevera y sacar una botella de agua, me la da.
La bebo y la dejo sobre la mesa, me quedo callada sin saber que hacer o decir y pronto siento su mano en mi rostro.
Me obliga a mirarlo y mi cara arde, Caleb presiona su boca sobre la mía, su beso empieza delicado, pero se vuelve desesperado y pronto tengo los brazos alrededor de su cuello.
Me hace retroceder y caigo sobre el mueble, que no sé lo que hizo, pero está perfectamente cómodo.
Se acuesta encima de mí y rompe el beso, se me queda viendo.
He venido preparada, he escogido ropa ligera, una falda y una blusa junto a ropa de lencería que Trish me ayudo a comprar y me hizo pasar vergüenza también.
—Estas preciosa.
Me siento preciosa.
Caleb baja la mano de mi rostro, por mi cuello a mi blusa, desprende los botones y mi sujetador sale a su vista, llevo las manos en silencio a su pecho y le subo la camiseta, palpando su cuerpo duro.
Le quito la camiseta y ante mi vista quedan sus pectorales, Caleb no se queda atrás, esta vez y después de dejarme solo en sujetador, me baja la falda.
Comienza a admirar mi cuerpo cuando solo llevo ropa interior y no puedo evitar sonrojarme.
Sus ojos se abren y lo observo tragar.
—¿Qué ocurre?
—Realmente...—Hace una pausa. —Te ves increíble.
Me muerdo el labio, me acomodo y llevo las manos a sus vaqueros, acaricio por encima y le abro el botón para luego bajar el cierre, mientras lo toco pegamos nuestros cuerpos, nos besamos y el termina de desprender mi sujetador mientras besa mi hombro.
Mis pechos presionan sus pectorales y Caleb no tarda en enviar sus manos sobre mis pechos.
Ya me los ha tocado antes, pero no de esta manera.
—Caleb..
Caleb se deja llevar, mordisquea parte de mi cuerpo y lleva el rostro a mis pechos, chupa de los pezones y no puedo creer toda la maravillosa sensación que siente mi cuerpo.
Cierro los ojos y el baja los labios por mi ombligo, pasa la lengua y continua bajando hasta mis piernas, mirándome con esa misma expresión de siempre.
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Dame una razón para estar contigo (#2 Odio a las chicas)
Novela JuvenilDesde que tengo completo uso de razón estoy segura de una sola cosa, estoy idiotizada, jodida y perdidamente enamorada de Caleb Grey. ¿Mi impedimento? Su odiosa novia y oh si, no podía dejar de lado a su mejor amigo y/o mi querido hermano: Darren Pr...