Capítulo 19

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Caleb:

He estacionado el coche en la carretera y no he dejado de besar a mi novia.

No hay más ruido que el de nuestros besos y quizás de los coches que pasan cada cierto tiempo, pero además de eso solo estamos nosotros dos.

Y cuando los dos estamos lo suficientemente calientes, las manos de Ridley comienzan a bajar por mi pecho y las mías también.

Rompe el beso cuando mi móvil suena.

—Tu móvil.—Jadea sobre mi boca.

—Déjalo sonar.—Le susurro sobre los labios, la beso otra vez.—Solo déjalo sonar.

Estamos tan excitados y tan calientes que solo lo dejamos, pero ese puto móvil no deja de sonar y cuando maldigo separándome solo para ojearlo, descubro que es una llamada de Darren.

—Mierda.

Ridley me suelta.

Cojo el móvil y contesto.

—Darren..

—¿Ya dejaste a Ridley en casa?

—Si.—Digo mirando a la pequeña Prescott.—La deje hace media hora.

—¿Y por qué aun no has regresado?

Trago saliva.

—¡Maldición! ¿Te fuiste con Melissa? Lo sabía.—Dice Darren.

—Sí, estoy con Melissa.

La expresión de Ridley cambia.

—Tengo que colgar.

—Disfrútala amigo.

Corto la llamada y me vuelvo hacia mi novia.

—Así que estas con Melissa.

—Ridley..

—Es una mentira, pero igual me molesta.—Pronuncia.

Le cojo el rostro y le hago subir la mirada.

—No significa nada para mí.

Coloca su mano sobre la mía. —Lo sé.

Le sonrio y nos besamos otra vez, aunque ahora si nos calentamos rápido, sin acabar con el beso, ella se sube encima de mi regazo y se acomoda, mis manos van hacia su trasero y le levanto la falda, meto las manos dentro de sus bragas y le aprieto, Ridley gime sobre mi boca y basta para ponerme duro.

Hundo el rostro en su cuello mientras ella se pega a mí, lamo y chupo dejando marcas, ella vuelve a gemir y mis manos se trasladan a su chaqueta, bajo el cierre y su sujetador queda ante mi vista.

Me deleito con sus senos y los agarro.

—Ridley..

—Quiero hacerlo.

Mis ojos se abren.

—Te deseo, Caleb.

Su rostro igual de precioso que antes, lleva la mano a mi entrepierna y me queda claro que no bromea.

Aprieto los ojos cuando me toca y libera mi erección, a ella la creía tan inocente, tan frágil, pero como siempre termina sorprendiéndome.

—Caleb.. quiero.—Su voz, su jodida voz.

Joder..

—¡A la mierda!

Ridley se ríe, le arranco las bragas , ella se acomoda y aprieto sus nalgas cuando entro en su interior.

La pequeña Prescott se queja un poco.

—¿Estas bien?.—Pregunto preocupado.

Asiente con la cabeza.

—Si..

—Hazlo despacio.

Ella se sujeta de mis hombros y al principio cierra los ojos, comienza a subir y bajar mientras mis dedos se aprietan alrededor de su cadera y bajo más, Ridley abre los ojos y me mira, levanto la cabeza y mis manos se clavan más fuerte en su piel cuando empieza a moverse más.

No quiero que le duela, así que la abrazo, nos besamos mientras brinca, no apartamos nuestras bocas y para que sea su primera vez y para estar acostumbrado yo a hacerlo más rápido, termina resultando perfecto.

Nuestras bocas se juntan y el calor se escapa por mis poros, Ridley se ríe cuando va a resbalarse y se sostiene del techo.

También me rio.

—No te rías.—Me regaño.

Le sonrio.—Eres muy sexy.

Me encanta verla roja.

Llevo las manos a su trasero y le acaricio, esta vez yo la guió y justo cuando creí que no podía ser más perfecto, yo termino ayudándola a que sus movimientos crezcan.

No puedo amar más a esta chica de lo que ya lo hago, Ridley Prescott tiene todo mi corazón.




















(*)





















—¿Podemos pasar por la farmacia antes de ir a casa? Tengo que.. comprar..—Se sonroja.—Anticonceptivos.

La miro.

—Ya se me acabaron.

Mientras manejo, le digo.—¿Ya quieres regresar?

—¿Tienes otros planes?

—Todavía son 1 am. —Respondo.—Y Darren por lo menos estará en el club hasta las 4 y aun así esta con Trish..

—Le dije a Trish que me avisara cuando regresaran.

—Lo ves.—Le digo.—¿Todavía quieres irte?

Lo que yo quiero es pasar todo el tiempo que pueda a su lado, ahora que Darren está aquí, casi no tengo tiempo con Ridley.

Odio decirlo, pero jamás había deseado tener a mi mejor amigo lejos como ahora.

—De acuerdo, tenemos tiempo.

Es la respuesta que esperaba.

Dame una razón para estar contigo (#2 Odio a las chicas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora