Era su prometido.

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—Wong Kun Hang. —exclamó Yukhei, colocando un pesado folder sobre su escritorio. —Tengo hasta los nombres de sus diez diferentes perros a lo largo de su jodida vida y solo me tardé cuatro días.

Yangyang lo vio impresionado por unos segundos antes de levantar la portada el folder y ver una foto del famoso Hendery paseando un husky siberiano negro, pensó por un momento por qué seguía como una garrapata en su casa si tenía mascotas que cuidar.— Te tardaste mucho. —exclamó con burla solo para que su amigo le sacara el dedo medio con descaro.— Gracias Xuxi...

—Solo... tal vez quieras saltarte a que edad empezó a caminar y mejor ir hasta dos años atrás... porque algo no te va a gustar. —mastico suavemente Yukhei, viéndolo como si hablara en serio e incluso necesitara respirar antes de ver las páginas.— Bueno, depende... ya que dices que no te importa Xiaojun y que solo hiciste esto para saber que un ladrón no está viviendo en tu casa de gratis, tal vez no te importe tanto.

—Ya dilo Xuxi, ¿es narcotraficante o algo así?

—Peor. —exclamó el alto, haciendo una pausa dramática para dar la vuelta y colocarse a su lado, sus manos eligiendo una de las ultimas secciones del folder.— Era su prometido.

Yangyang abrió la boca un par de veces sin saber bien qué decir la foto lo decía todo, su ahora esposo se veía un poco más joven, pero definitivamente más sonriente y vibrante, caminando de la mano de Hendery quien llevaba en la otra una correa jalada por un pequeño perro salchicha, iban junto a sus padres a quien sabe dónde y podía decir que sus suegros se veían contentos no como la cara de culo que él les había visto en las cenas que compartían.

—Tiene que ser una puta broma. —exclamó, viendo la fotografía fijamente.— ¿Es verdad?

—Tan real como que perdiste el contrato de la papelería con los Moon. —asintió Yukhei y el menor alcanzó a gruñir molesto por recordarle su perdida del año.— Es real, Yangyang.

—¿Hace cuánto?

—No estás poniéndome atención. —siseo, dando un golpe en su frente antes de señalar la fotografía.— Dije hace dos años... estuvieron comprometidos cinco meses, pero...

—Pero...

—Pero Xiao DeJun rompió el compromiso.

—¿Por qué? —la llama de enojo se controló por unos segundos, su mente tratando de entender el motivo.

—No llego a ese nivel, Yang, mi fuente solo sabe que él terminó el compromiso... pero, tengo una hipótesis.—Yukhei movió más fotografías frente a él, pero sus ojos seguían fijos en la anterior, en la sonrisa de felicidad de Xiaojun.— Una historia hipótesis confirmada.

Así que así se ve cuando sonríe de verdad... —pensó, sintiendo un pequeño nudo de culpa en el estómago.

—Después de que terminaron el compromiso, Kun Hang se fue a Tailandia y con después me refiero a horas, Yangyang... ellos terminaron y al otro día él ya estaba allá.— una fotografía de Hendery con otro chico apareció ante sus ojos, tuvo que ver bien para creerlo.— No son familia, a pesar del parecido... él es Chittaphon Leechaiyapornkul, heredero de los Hoteles Hua en Tailandia y China... ellos se comunicaban desde antes y vivieron juntos todo este tiempo... hasta la semana pasada, cuando se casó con John Seo.

—¿Los Seo de los spa? —preguntó sorprendido Yangyang y Yukhei asintió.— Que mierda...

—Al parecer lo obligaron, los padres de Chittaphon no estaba de acuerdo con la relación, digo tener un prometido que se había quedado sin nada por deshonra no era buena idea para ellos... él podría haber luchado, pero nadie quiere perderlo todo, así que prefirió perder el amor y dejó a Hendery. —exclamó Yukhei, mostrando la foto del nombrado en su boda, tenía una sonrisa pequeña, pero se veía tristeza en su mirada.

Era demasiada información, esperaba muchas cosas, menos eso, aclaró su garganta antes de ver las fotos de nuevo. —Entonces... ¿sí tengo a un vago en mi casa?

—Podría decirse... según me enteré, sus padres no lo aceptaron y su hermano menor es ahora el dueño de todo... maldita gente rica. —bufó antes de sentarse frente a él.— No tiene a dónde ir... solo tiene a Xiaojun y...

—Y Xiaojun solo me tiene a mi.

—Exacto, por eso te pidió que se quedara unos días, la cuenta de Hendery tiene dinero, por sus búsquedas parece que está buscando donde invertir... —exclamó Yukhei, totalmente satisfecho por su investigación.— Así que sí, no te preocupes, es su mejor amigo...

—Me acabas de decir que estaban comprometidos. —Yangyang lo vio como algo obvio, sus ojos escaneando las fotografías.— Se iban a casar, posiblemente hasta cogieron y...

—Sí hasta ahí no llega mi investigación pero quién sabe. —Yukhei trono sus dedos, una sonrisa divertida en su rostro al sentir los pequeños celos de su amigo y jefe.— Tienes un esposo románticamente considerado al liberar a su mejor amigo de un matrimonio arreglado eso si te lo puedo decir, Xiaojun fue grandemente castigado y Hendery ni se diga...

Yangyang suspiró, el reloj en su mesa indicándole que casi era hora de volver a casa, donde su esposo y exprometido mejor amigo le esperaban... oh mierda.

—Espera, ¿castigaron a Xiaojun casándolo conmigo? —preguntó un poco indigando, elevando la mirada de la mesa.

—Eh... posiblemente.

—¡Xuxi!

—Es decir, Xiao DeJun tiene una reputación perfecta en sociedad... a diferencia de ti que eres un poco problemático... no es como que seas la primera opción de matrimonio para muchos. —Yukhei exclamó, sin importarle nuevamente su orgullo o dignidad.— Así que si me preguntas, sí, castigaron a Xiaojun casándolo contigo...

—Mierda... —murmuró, pensando que tenía sentido y era jodido, él incluso si había medio torturado al mayor los primero días, había sido un castigo efectivo.— Necesito un trago.

—Con todo lo que te he dicho en tan poco tiempo me sorprendería que no lo quisieras. —bufó Yukhei, sirviendo unos vasos con soju y dejando la botella sobre la mesa.

—Trae la botella, trae la botella... puta madre, soy un castigo...

Matrimonio arreglado | YangXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora