Fue la calentura.

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—Yo no quiero comer. —negó Xiaojun, sentado sobre el regazo de Yangyang con sus manos tras su cuello.

—No desayunamos y ya son las cuatro de la tarde... hay que comer algo pondríamos enfermar. —murmuró Yangyang, hablando rápidamente antes de que el mayor dejara otro besito en sus labios—. Xiao... te toca cocinar.

—No es justo...

—Yo hice el café, te toca el ramen al menos. —burló Yangyang y el mayor lo fulminó con la mirada antes de asentir.

Con cuidado levantó su pierna para bajar de la cama, dejando visibles unas de las tantas marcas en su cuerpo que hacían a Yangyang sentir orgulloso, el mayor se movió delicado y despacio, dándole una vista perfecta a su esposo de sus piernas, se detuvo en la puerta antes de acomodar un poco su cabello.

—Solo ramen... vengo en diez. —exclamó y Yangyang asintió dejándose caer en la cama.

Habían pasado todo el día sin hacer nada más que estar abrazados y darse algún que otro beso demasiado profundo, sus manos picaban por tocar la piel de su prometido de nuevo, pero su hambre ganaba la contienda, estiró sus brazos y piernas, curvando su espalda ligeramente solo para dejarse caer en la cama nuevamente.

Cerró sus ojos pero las vibraciones del colchón le hicieron gruñir y buscar el teléfono que parecía estar recibiendo demasiados mensajes juntos, lo alcanzó justo cuando la llamada se cortó y bufó viendo el nombre "Hendy" en la pantalla... por un momento se había olvidado de su nuevo roomie obligatorio ¿estaría ya volviendo a casa?

No fue intencional, Yangyang no es un buscón, es celoso, sí, pero no invade la privacidad de las personas... no es de los esposos locos que revisan el teléfono de su pareja, sin embargo, para su mala suerte los mensajes del día anterior que seguían sin abrir aparecieron en la pantalla una vez la llamada se cortó y él no pudo evitar verlos.

Hendy
No, no, no y no me importa, saca tu orgullo y comportarte ante el rechazo.
Ya te dije que yo no voy a ser el amante de nadie, así que no me vengas a lloriquear, si quieres sexo hazlo con Yangyang.

Aunque si tanta es tu gana, me enteré que Jeno volvió de Estados Unidos... ha preguntado por ti a un par de conocidos, podrían juntarse a conversar.

Ignora lo anterior mal consejo, más que ya sé que te fuiste de cara por él pero ahora viene un buen consejo, te llamaré en un momento.

Yangyang dejó el teléfono en la cama, su cerebro analizando los mensajes leídos las palabras se golpeaban unas contra otras, revolviéndose y alterándolo pero él no quería releer para estar seguro de la información recibida, no, él quería gritar un poco de mierda a alguien antes de explotar.

—Ya esta listo el ramen. —murmuró Xiaojun, sentándose de nuevo sobre él y besando su mejilla—. Vamos a comer...

—Mjm. —asintió, viendo a su esposo fijamente.

Él le había dicho que era imposible que tuviera un amante, pero al parecer Hendery había recibido una insinuación de su parte e incluso parecía estar en plan de buscar uno si él no lo mantenía satisfecho.

¿Cuál era el plan de Hendery? ¿tenía que ver con este tal Jeno? Más importante aún, ¿quién mierda era Jeno y por qué su esposo se había ido de cara por él?

—¿Algo pasó en el trabajo? —murmuró Xiaojun, sosteniendo su mejilla mientras miraba directamente a sus ojos.

¿Lo había usado por su calentura? ¿lo había provocado y había caído como alguien sin control ante la oferta de sexo después de tanto tiempo?

Él no lo había pensado así, él en serio quería estar con Xiaojun, el mayor le daba vueltas en la cabeza todo el tiempo después de la vez que lo vio solo con toalla... él había apreciado tanto el momento y lo había tomado para marcarlo como suyo, para amarlo como suyo... pero los planes para su esposo parecían ser otros...

—¿Yangyang?

—Solo me siento algo cansado. —negó, dando una palmadas en la piernas del mayor, tacto que ahora le provocaba sonrojo—. Vamos a comer.

—Y luego una película o algo. —asintió Xiaojun, levantándose de su regazo, su teléfono volvió a vibrar y él se giró a verlo, lo tomó rápidamente en sus manos y sonrió hacía él—. Adelantate... solo voy a contestarle a Hendery. —exclamó antes de contestar la llamada y darle la espalda—. ¡Hola! lo siento por no contestar ayer... estaba algo ocupado, ya sabes.

Ocupado.
—Dile que te estaba haciendo gritar. —mascullo Yangyang entre dientes, caminando fuera de la habitación para tomar un vaso de agua fría para bajar su irritación.

Enamorarse era una clara desventaja cuando la otra persona solo quería sexo.

.

.

.

Por el mensaje de reproche departe del mayor, Hendery había esperado algo fatal al llegar a casa y abrir la puerta, como platos rotos, sangre o incluso un gato abandonado y adoptado por su amigo despechado... todo menos a Xiaojun sentado en el regazo de Yangyang mientras daba picos dulces en sus labios.

Bien, sí, él lo había llamado antes pero Xiaojun siempre reservado por teléfono no le había dado mayores detalles, solo que había pasado la noche ocupado, luego el mayor le regaño por pensar algo tonto como hablar con Jeno para poner celoso a Yangyang... él no quería enojar al menor cuando al fin se sentía como un matrimonio real.

Por eso la información no cuadraba... el menor no parecía nada molesto con recibir besos pero tampoco hacía un esfuerzo por participar, sus manos estaban a sus lados y no parecían querer tocar a Jun a pesar de que el contrario tenía sus brazos al rededor de su cuello, no, Yangyang parecía más concentrado en querer ver la televisión encendida a espaldas de su amigo que de tocar las piernas apenas cubiertas del mayor.

Hendery contuvo la respiración mientras pensaba en qué se pudo haber equivocado, juraba que Yangyang correspondía a Xiaojun, él había visto como lo observaba con una sonrisa o como brillaban sus ojos solo con oír la voz de su amigo... pero este no era ese Yangyang que había visto antes, no... este se veía indiferente y serio ¿cómo es que Xiaojun no lo notaba?

¿Ya que lo había tenido había dejado de ser interesante para él? ¿Yangyang había dejado de sentir interés? si Xiaojun no tenía su atención... ¿quién lo haría?

Yangyang giró a verlo, una corta mirada y un asentimiento antes de volver su vista al televisor... no, definitivamente este no era Yangyang, esto había sido un error, lo había juzgado mal... había lanzado a su amigo a la boca del lobo... un amigo que en serio se había ido de cara por él.

Matrimonio arreglado | YangXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora