Jeno tenía dos o incluso tres escenarios preparados en su mente para cuando llegara a la casa Liu con el abrigo de DeJun en sus manos.
Conseguir la dirección de su residencia había sido pan comido, literalmente, una de las asistentes de la empresa Liu había soltado la información en segundos solo con verlo sonreír, no serían ni veinte minutos de viaje y él estaría tocando la puerta con la mejor sonrisa de hijo de puta que tenía.
Por un lado, esperaba encontrar a DeJun solo, el que haya olvidado algo tan importante como su abrigo era un indicador de que se sentía nervioso, quería creer que fueran nervios a su favor y que al tenerlo disponible en un lugar más privado no pondría resistencia al acercarse a su boca como en los viejos tiempos... otra parte de él quería y anhelaba que Yangyang le abriera la puerta, moriría por ver el rostro de sorpresa del contrario al entregarle la prenda, tal vez lo atacaría verbalmente, tal vez lo golpearía, esperaba que fuera la segunda porque de este modo podría extender una demanda hacia Liu Yangyang y soltar la sopa en todos los medios posibles.
Aunque no había considerado esta posibilidad.
—Buenas noches. —Yangyang había abierto la puerta, el contrario se había visto sorprendido por unos segundos antes de volverse serio en su presencia— ¿Puedo ayudarte en algo? ¿cómo te dejaron entrar?
Jeno relamió sus labios antes de sonreír, extendió la bolsa de papel que contenía el abrigo de Jun hacía él, pero Yangyang lo vio con una ceja alzada—. Es para Xiao DeJun.
—No veo que haya algo que puedas regalarle que él no tenga ya. —había dicho el contrario, viendo con desagrado el paquete sin mover un músculo—. ¿Cómo te dejaron entrar?
—No es un regalo, es suyo... lo olvidó en mi casa. —exclamó, una pequeña mentira que perforó el cráneo de Yangyang hasta lo más profundo porque arrebato la bolsa de sus manos y saco la prenda antes de congelarse y notar que en efecto, era de su esposo—. Estaba algo distraído, con otras cosas.
La mandíbula de Yangyang se apretó, sus ojos fijos aún en la prenda, esta era la parte donde le propinaba un golpe, pero el contrario había dado un paso hacía atrás y le había cerrado la puerta en la cara, desconcertándolo por completo, espero unos minutos en shock, antes de frotar su cuello, bien, el plan no había salido como la planeado y era momento de irse.
—¿Qué mierda le dijiste? —escuchó, antes de que DeJun le empujara el pecho con lágrimas en los ojos— ¡¿Qué mierda le dijiste?!
—Que venía a dejar tu abrigo. —una sonrisa extendiéndose en su rostro—. ¿Hice mal?
—Eres un estúpido, un imbécil. —siseo, empujando su pecho de nuevo pero él tomó sus manos entre las suyas— ¡Suéltame! aléjate de mi, te detesto. —sus lágrimas luchaban por ser contenidas, mientras el movimiento dentro de la casa se hacía cada vez más fuerte.
Las últimas palabras habían llegado a él como un ladrillo en la cabeza, DeJun aún intentando liberarse de su agarre—. Creí que...
—¡Creíste mal! —exclamó, liberando sus manos para limpiar su rostro— ¡Le quiero! ¿no entendiste eso? ¿No podías respetar eso? —el dolor emanaba de sus poros, su espalda encorvada y el mandil aún amarrado a su cuerpo— Vas a arreglar esta mierda, Jeno... no, mejor aún, desaparece de mi vista, no quiero volver a verte, largo. —DeJun se dio la vuelta, con la intención de caminar hacía adentro pero tomo su mano con fuerza, atrayéndolo a su cuerpo, evitando tal vez que se le fuera de las manos para siempre— ¡Te dije que me soltaras!
—Bebé...
—Nada, eres tan... —dijo, tratando de quitar su brazo de su cintura, pero no alcanzó a terminar porque Yangyang ya venía hacía afuera, ojos y nariz enrojecida— Amor, esto... mi amor... —murmuró hacía él, pero el menor no dijo nada, en silencio se acercó a ellos, quitando las manos de Jeno de su cuerpo y colocando a DeJun detrás de él.
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Matrimonio arreglado | YangXiao
FanficCuando tus padres han elegido quién debes ser, estudiar o donde vivir, lo mínimo sería que pudieras elegir a quien amar ¿no? No. No cuando eres Liu Yangyang y Xiao DeJun.