Yangyang siguió bajando en el catálogo de la quinta pastelería y gruñó molesto al ver que ninguno de sus postres era lo suficientemente bueno para su esposo, no sabía bien qué quería, solo sabía que debían celebrar... ellos se habían dicho te quiero por primera vez, no era un momento cualquiera.
Tal vez si le pidiera ayuda a Yukhei terminaría más pronto y encontraría algo ideal pero él quería buscarlo por si mismo, llevar el pastel a su hogar y ver los ojitos brillantes de emoción del contrario por algo que él había comprado.
Tal vez debería mandar a pedir uno de cada uno de todo el menú.
La puerta de su oficina se abrió de pronto y su ceño se frunció un poco, ¿quién abría la puerta como si fuera su casa sin siquiera detenerse a tocar?
—¿Qué te puedo ofrecer, Hendery? —preguntó como si fuera obvio, él era el único que siempre entraba de esa forma, le había llamado esta mañana para agradecer su hospitalidad y decirle que no se había despedido en persona o se pondría bien a sentimental y tenía una reputación que cuidar, tal vez había venido a llorar que lo extrañaba.
—Oh, lo siento... ¿esperabas a Hen? —preguntó la melodiosa voz de su esposo haciéndolo elevar la mirada de la pantalla y cerrar la computadora con rapidez—. No quería interrumpir yo...
—No esperaba a nadie. —negó Yangyang, viéndolo con una sonrisa y estirando su mano hacia él mientras su silla de hacía para atrás—. Dery siempre tiene la costumbre de entrar asi... ¿algo pasó guapura?
—Oh, está bien. —Xiaojun asintió, su cuerpo moviéndose a través de la amplia oficina con sus mejillas sonrojadas y atreviéndose a sentarse en los muslos de Yangyang, el menor rápidamente rodeó su cintura—. En realidad venía de paso... ahorita voy al Hotel Plaza donde quieren que arreglemos su jardín interior ¿no te sorprende? que un lugar tan grande nos llame de la nada.—dijo, elevando una ceja y provocando que su esposo se sonrojara.
—Nop, para nada. —exclamó Yangyang pero una sonrisa le ganó— es una gran oportunidad... más hoteles y espacios los conocerán por este trabajo.
Xiaojun río, acercando su rostro como si fuera a besarlo pero desviándose a su oído—. Gracias por confiarnos esto. —susurró pero continuó antes de que el contrario pudiera hablar—. No intentes engañarme, sé de que somos dueños, cariño... pero voy a fingir que no me estás pagando tu.
—No podría confiarle este trabajo a alguien más que no sea mi hermoso esposo. —susurró el menor y le encantó escuchar la risa de Xiaojun contra su mejilla antes de que dejara un beso fugaz.
—Por eso deberíamos salir ¿no crees? solo tú y yo. —dijo, con sus brazos rodeando el cuello de Yangyang y una sonrisa tímida en su rostro.
Oh mierda, acababa de darse cuenta que no podía negarle nada a Xiaojun.
—A donde tú quieras, cariño. —murmuró y el mayor se sonrojó de una manera tan adorable que él hubiera querido tomar una fotografía del momento.
—Muy bien, haré una reservación y te mandaré la dirección. —exclamó el mayor, saltando de su regazo con emoción, dejando sus manos en sus hombros antes de congelarse de pronto— Oh no...
Yangyang se levantó rápidamente pero Xiaojun lo empujó a la silla de vuelta y se agachó al suelo, tanteando con sus manos—. Mierda...
—¿Qué? ¿mierda qué? —soltó Yangyang un poco nervioso pero se asustó al ver al menor asustado y preocupado—. Junnie ¿qué pa...?
—Perdí un lente de contacto. —Murmuró bajito, como si una parte de él no quisiera decirle—. Solo se cayó pero no lo encuentro... igual no puedo ponérmelo así pero... mierda...
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio arreglado | YangXiao
FanficCuando tus padres han elegido quién debes ser, estudiar o donde vivir, lo mínimo sería que pudieras elegir a quien amar ¿no? No. No cuando eres Liu Yangyang y Xiao DeJun.