Capítulo 15

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26 de octubre

"¿Crees que falte mucho?" le pregunté a Villamil mientras veía como sus ojos se cerraban y se abrían muy rápidamente a causa de las gotas de lluvia chocándole contra los parpados. Era gracioso verlo así. Pero sobre todo era tierno, Juan Pablo Villamil se veía increíblemente tierno (del cuello para arriba). Si nos ubicamos en el resto del cuerpo, no se veía particularmente tierno, sino que el efecto era diferente. Digamos que...hacía que me moje un poco más de lo que la lluvia ya lo había hecho. ¿Cómo era que nunca había reparado en su físico? No, esa no era la pregunta, si conocía su físico, se había metido en mi cama, en la mitad de la noche, sin camiseta. Sabía lo que era su físico. La pregunta radicaba en... ¿Por qué ahora me parecía levemente atractivo? Era Villamil. Irritante, molesto, egocéntrico, uno de mis mejores amigos, Villa. Nadie más. No me tiene que resultar atractivo en ningún aspecto de todo su ser, más que en uno fraternal.

"solo apúrate. Mi voz está en riesgo, la felicidad de millones de individuos corre peligro en este momento si me termino resfriando" definitivamente ¿Por qué me puede resultar atractivo? Ese tipo de comentarios ameritaban que alguien me pasara una pala, yo cavara un pozo en la tierra y después lo metiera de cabeza ahí adentro. Pero en vez de eso solo negué suavemente sonreí levemente. "es todo tu culpa cabeza de antorcha" ¿perdón? ¿Qué acababa de decir?

"¿Cómo es esto mi culpa?" pregunté indignada mientras abría mi boca en señal de que verdaderamente no entendía de que iba a toda la cosa. ¿Cómo era mi culpa? ¡enserio!

"no tendrías que haber cumplido años hoy. No una noche que se larga a llover" me quedé estática un momento, esperando como soltaba una risa y me decía que era una broma, pero no hizo nada. Cerré la mano en un puño y le pegué en el brazo fuerte "¡hey! ¿Por qué me golpeas?" preguntó enojado mientras entrecerraba los ojos y me miraba como si me fuera a asesinar.

"por ser un tarado. Hubieras visto el clima en internet, bobo, y nos ahorrábamos empaparnos" me defendí mientras cruzaba mis brazos a la altura de mi pecho y ponía una postura desafiante. Dale Villito, si quieres pelea, peleamos. Muéstrame de qué estás hecho músico prodigio. Es sarcasmo eso. En caso de que no lo notaran.

"Cabeza de antorcha, si yo soy un tarado, entonces tu nivel de limitación no está registrado por la psicología aun" no lo pensé dos veces y corrí hasta donde él estaba y le salté encima. Quiso atraparme, pero esa no era la idea que yo tenía en mente. Así que terminó resbalando para atrás, quedando los dos tendidos en el suelo. Mejor digo, el tendido sobre el barro y yo tendida sobre él. Lo escuché soltar un gruñido y sabía que había pasado una línea que no era saludable que cruzara. Pero no me importaba, se lo merecía, por pendejo egocéntrico. Tengo que admitir que no estaba preparada cuando una mano sosteniendo un puñado de barro se estrelló abierta contra mi cara metiendo la asquerosa cosa marrón en mi nariz, en mi boca y por centímetros no en mi ojos.

"¡¡Villamil!!" chillé con una mezcla de bronca, angustia y asco. Lo cual lo hizo soltar una leve risa y me dio mi chance de meterle barro a él en la boca. Me aseguré de desparramarlo bien por toda su cara. Cuando reaccionó tomó mis muñecas y me separó de su rostro enseguida. Cuando abrió sus ojos era oficial que estaba fastidiado y por una muy imprudente razón solté una risa, lo cual prácticamente lo hizo tocar fondo en su tolerancia.

"te voy a matar protón barbárico ¿entiendes?" preguntó enojado mientras se levantaba de la tierra y me levantaba con él. Toda la suciedad de la cara estaba cayendo por mi cuello y hacia mi ropa a causa de la lluvia que lo arrastraba todo para abajo. A Villamil le pasaba lo mismo, dejándole manchas color chocolate en la camiseta blanca.

"suéltame" pedí cuando estábamos los dos de pie, pero él todavía tenía mis muñecas en sus manos. "¡Villamil!" me quejé en un chillido agudo que le hizo soltar un gruñido y a mí una risita. "hagamos una tregua o algo" sugerí. Aunque en mi interior todavía tenía acumuladas unas tremendas ganas de darle un par de merecidos golpes más.

Gracias a mi fan fic (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora