Gracias a mi fan fic (Juan Pablo Villamil)

Capítulo 19

AVISO: prepárense. Muchas emociones en un solo cap.

29 de octubre

La noche anterior había sido una completa estúpida. Si. Cuando Villamil me había confesado (no era teóricamente una confesión, ya que conocía de manera previa la verdad), me había puesto nerviosa. Pero no había podido evitar sonreír, lo cual básicamente le gritaba en la cara "YA LO SABIA". Él solo me lanzó una mirada medio sospechosa y dijo que teníamos que volver a la Van porque Pedro había dicho que era una parada rápida. Me subí a su espalda una vez más porque andaba descalza.

Había perdido las zapatillas y no me acordaba donde las había dejado. Cada segundo en que estuve en contacto con él, me acordé de memorizar todos los detalles. Probablemente estaba loca, o tal vez, lo más probable era una irremediable patética con sueños demasiados grandes para su propia cabeza. ¿pero él no veía lo que yo? ¿no veía que era obvio que lo que Cass era, era un capricho? ¿no veía que podíamos estar juntos y que podía ser perfecto? No claro que no. Y él no era Lucas Till. Y Dios sabe que yo no era Taylor Swift. Y que si actuáramos la escena donde se encuentran en la fiesta al final. Yo lo único que tendría de diferente es el color de pelo, para que deje de verme como la bola naranja neón que es su "amiga" de vez en cuando. Y cuando él sacara el cartel diría algo así como "Protón ¿Dónde está Cass? Me la quiero ir a ..." (ya saben el resto).

Cuando subimos a la Van, comí cuanto chocolate pude, no dejándome ni momento para respirar, así no me concentraba en tener la posibilidad de llorar. Cuando volteé a verlo ya estaba dormido. Me aseguré de que mi cuerpo quedara a la mayor distancia de él y después me quedé dormida también.

***

"¡Hey Jayster!" grité por el teléfono a mi hermano que estaba del otro lado de la línea "¿Qué tal todo hermano?" pregunté intentando ocultar a toda costa el hecho de que lo había llamado en plan de "confesionario", necesitaba contarle todo. Pero estaba nerviosa. Y sobre todo me daba vergüenza. ¡me gustaba Juan Pablo EGO Villamil! era obvio que el mínimo sentimiento que me podía generar era vergüenza. Era la confirmación de que mis patitos no estaban en fila. No, los muy estúpidos andaban todos desordenados en mi lago de la cordura.

"hola hermosa ¿Qué tal estas? ¿Qué tal el viaje?" no pude evitar sonreír e incluso sonrojarme. Mi hermano era la única persona en todo el mundo que me decía hermosa. Y cuando él me lo decía, le creía. Y por un segundo me sentía linda.

"ahora bien. Estuve como tres o cuatro días hecha un completo asco, así llena de mocos y tos y voz graciosa" expliqué con un tono mal humorado recordando la situación. "pero ahora estoy bien. ¿y tú? ¿todo bien?" pregunté volviendo las cosas para él. Todavía no quería hablar. ¿el clima? ¡soleado! ¿enserio? ¡no me jodas! ¿hablar de mí? No para qué. Cuéntame como fue que estuvo soleado.

"todo bien. Esta noche con mamá vamos a ir al cine, la voy a acompañar a ver la última de Robert Downey Jr." comentó soltando una risa.

"no hagas como que es un gran trabajo. No solo mamá va a admirar a Robert" dije con tono alegre. Él soltó una risa. Mi hermano tenia la mejor risa del mundo. Era pegadiza y era una mezcla de inocente y alegre. Mi hermano era alegre. Él no encontraba tanta mierda en el mundo como yo. Y aunque siempre me dijera que era buena e inocente, lo cual probablemente un poco era. De ambas. Yo no era siempre feliz, como parecía serlo él. Aun cuando las cosas estaban para el completo asco, él se agarraba de lo poco que todavía brillaba.

"puede ser. Puede ser" aceptó. "Pero... ¿Cómo es eso de que estuviste enferma? ¿No anduviste contagiando a algunos músicos famosos por casualidad no? De otra manera vamos a tener que pedir ayudar a protección de testigos para que te salven de la horda de adolescentes furiosas" sonreí. Mientras negaba de un lado para el otro, como si él me pudiera ver.