Capítulo 14

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25 de octubre

No estaba del todo seguro que hora era cuando un condenado individuo del infierno, un muggle desconsiderado me comenzó a sacudir en mi cama. Había vuelto a dormir en una cama cómoda después de una semana y media y me despertaban así. Abrí lentamente los ojos para encontrarme con la expresión seria de Pedro.

"¿Qué pasa?" gruñí con bronca. Estaba a un uno por ciento de afirmar que afuera parecía no haber sol. ¿Qué hora era? Por santo Dios, necesito mis horas de sueño.

"arriba Villamil, tenemos que ir al aeropuerto" ¿de que hablaba este hombre? No se había enterado que viajábamos en bus por el país. No íbamos a Europa ni a Norteamérica todavía. Por defecto se puede asumir que ¡¡no tenía que estar en ningún aeropuerto!! Negué con la cabeza. "Villamil, hoy llega _____ y usted le dijo que la iba a recibir" ¿Qué yo dije qué cosa? Jamás en mis horas lucidas se me podría haber cruzado por la cabeza hacer tal declaración. Y más si sabía que iba a llegar antes de que el sol decidiera levantarse. Estaba bastante seguro que cabeza de antorcha iba a saber entender.

"no, al final no voy" negué con la cabeza mientras me salía la voz entre ronca. Estaba demasiado cansado, no tenía ganas de levantarme.

"usted me dijo que sí decía eso, que lo sacara yo mismo de la cama, así que tiene cinco segundos para levantarse o lo levanto" ¡Expeliarmus! ¡Crucio! ¡Avada Kedavra! ¡lumos! Algo estaba mal. Algo estaba muy mal. Yo jamás habría dicho eso. ¡Por Dios! Estoy sufriendo Alzheimer precoz no hay otra explicación para esto. "cinco" ¿Cómo que cinco? No había pasado ni uno. Sentí mi pie ser tomado a la altura del tobillo y después solo ser arrastrado fuera de la cama. Apenas si llegué a poner las manos en el piso, justo antes de caer de cara contra la alfombra de mi habitación en el departamento que compartía con los chicos. "rápido que el avión llega en veinte minutos y tenemos un viaje largo hasta el aeropuerto" cabeza de antorcha te odio con cada centímetro de mi ser. Pero no quedaba otra opción. Solo gruñí y me puse de pie. Caminé al baño, donde básicamente en tres minutos quedé perfecto como siempre. Cinco minutos después ya estaba listo.

Pedro manejó hasta el aeropuerto y caminamos hasta la llegada de vuelos nacionales. Cada segundo que pasó en el que tenía que esperar a que fueguito llegara, le lancé una maldición. No fue hasta quince minutos después que un protón naranja fluorescente salió por la puerta. Tenía la misma sonrisa perturbadora de siempre, lo cual me hizo darme cuenta que me acordaba tal cual era, tenía el pelo antorcha de siempre y los ojos chupa alma probablemente estaban listos para dejar a todos en el aeropuerto como si los hubiera besado un dementor. Miró un segundo entre la gente, probablemente me estaba buscando a mí, lo cual confirmaba la teoría de Pedro de que le había dicho que la iba a buscar, y lo cual me preocupaba.

"¡Villa!" gritó mientras agitaba su mano en el aire. Estaba insultándola en mi cabeza cuando sentí sus brazos colgarse alrededor de mi cuello y sus piernas se cerraron atrás de mi cintura. Con mis movimientos ninjas conseguí atraparla antes de que me quebrara la columna vertebral. ¿Qué se creía el pronto? ¿Qué estábamos en una escena de Armaggedon? "qué bueno verte" habló estrepitosamente animada en mi oído.

"cabeza de antorcha, me vas a privar por el resto de mis días de tener la capacidad de mover mis piernas" murmuré antes de darle un apretón un poco más fuerte al abrazo y después soltarla. Odiaba admitir esto, de hecho, si mi conciencia me lo preguntaba alguna vez se lo iba a negar, aun me llevaran a la hoguera, pero era bueno ver al fueguito de vuelta.

"¡Pedro! ¡Que emoción! ¡Qué bueno verte a ti también!" ¿le iba a decir eso a las maletas también? Por Dios cabeza de antorcha, un poco de mesura que esto es no es una fiesta electrónica. Pedro la atrajo en un abrazo fuerte y le dio una sonrisa.

Gracias a mi fan fic (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora