Capítulo 25

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9 de enero

Nunca fui una persona muy fácil de despertar. Es decir, soy una morsa durmiendo. Boca abierta, ronquidos y un tanto de baba por aquí y por allá. Pero cuando alguien te clava el dedo en la yugular para despertarte...bueno, no es como que puedas hacerlo pasar desapercibido. ¿Y quién más podía querer despertarme de manera tan romántica, sino Villamil? Nadie, exacto. Él es uno de esos chicos que ves en las películas, todos románticos y dulces y tiernos...

"protón, despiértate de una vez" Romantiquísimo. "eres un camionero durmiendo antorcha" comentó antes de soltar una leve risa ante su propio comentario. No solo es dulce y un amor, sino que es un desconocido total para la frase "superadito de mierda".

"¿Qué pasa?" pregunté abriendo los ojos para encontrarme con la cara de Villamil mirándome desde arriba. Me había quedado dormida en el sillón, lo cual había sido la peor decisión a tomar de mi parte en lo que a mi cuello respecta. Él estaba parado al lado de mío con una expresión de "que fastidio lidiar con este individuo de inteligencia inferior". Tenía puesto un pantalón de sudadera y una camiseta blanca lisa. Su pelo estaba un tanto despeinado y las mejillas estaban teñidas de un color rojo que era mi completa perdición. Solté un gruñido de queja ante el hecho de que quien fuera que manejara toda la perorata de los genes le hubiera dado a alguien la capacidad de ser tan irritante y tan perfecto a la vez. Villa me miró confundido y eso solo hizo que se me escapara una leve risita.

"juro que preguntaría que te pasa a ti, pero primero que todo no me interesa y segundo, sé que no lo quiero saber" comentó haciéndome sonreírle de manera amplia. Probablemente era la única persona en el mundo que encontraba el comportamiento de Villamil ridículamente tierno y simpático, mientras que todo el resto de la sociedad lo encontraban básicamente irritante. "antorcha, me da miedo tu casa" soltó el comentario como quien no quiere la cosa. Me quedé seria mirándolo por un momento y después solté una risita ¿mi casa? ¿Miedo? Eso sí que no tenía sentido. De sus ojos me lanzó un billón y medio de navajas más o menos. "no tu casa en sí, me da miedo este pueblo fantasma, hay ruidos ridículamente extraños y en la pared de tu habitación se hacen sombras raras" explicó. Me reí un poquito más. Lo cual lo fastidió un poquito más. Mientras me ponía de pie.

"los ruidos ridículamente extraños como tú los llamas, provienen de un hecho casi imposible de presenciar en la vida de una persona que se llama viento. Y las sombras raras son de algo aún más extraño que el viento, prepárate...arboles" lo molesté usando un tono dramático de mal relato de historia de terror en una fogata de un campamento al que no quería asistir porque me dan miedo los sapos y mamá me obligó a ir porque según ella iba a ser una buena experiencia para mi crecimiento. (Dato: volví con una erupción en todo el cuerpo por una estúpida planta con espinas a la que alguien me empujó cuando estábamos yendo al comedor a almorzar). "te aviso algo, estas rompiendo un poco el hechizo de príncipe completamente perfecto, galán, con todo esto de ser un nene asustadizo" comenté como quien no quiere la cosa mientras le guiñaba un ojo y comenzaba a caminar a la planta alta.

"primero que todo, no eres graciosa. No lo eres, no importa cuánto lo intentes. Segundo, ¿tú vienes a molestarme a mí? Antorcha...por favor...enserio. Y tercero, no es ningún hechizo, soy simplemente perfecto. Lidia con ese hecho llamita" le di una sonrisa enorme antes de llegar al último escalón y después a la segunda planta.

"que duermas bien Villamil. No te preocupes, no te va a pasar nada" sonreí mientras avanzaba al cuarto de mamá. Sus ojos se abrieron de golpe mientras en dos pasos estaba al lado mío. Su mano se cerró sobre la mía y soltó un suspiro casi de irritación. ¿Qué estaba haciendo?

"¿A dónde vas antorcha?" preguntó molesto "te digo que no me gusta este lugar. Deberían venir a filmar una película de terror en este pueblo olvidado por la civilización moderna. Es bizarro y demasiado pequeño y solitario para ser real. Por defecto y como soy tu invitado y aún más, porque soy Juan Pablo Villamil, tienes que venir a quedarte conmigo, por lo menos hasta que me duerma" solté una risita rápidamente que no pude contener.

Gracias a mi fan fic (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora