CAPÍTULO 3

1.1K 89 3
                                    

*Capítulo 3*

Escucho los latidos de su corazón y con los ojos cerrados dejo que su mano suba de arriba abajo en mi espalda, desapareciendo este último mes que estuvimos lejos el uno del otro.

Me impulso hacia atrás y vuelvo a dejar caer mi espalda en el volante, sus ojos miran los míos y veo su ceño fruncirse.

— ¿Cómo que recibes notas?— cuestiona y mis ojos se abren con sorpresa.

¿Ahora que?. Tú lo dijiste, tú resuelves.

— Eh... no importa— digo bajando la mirada.

— Si importa, Sol— sujeta mi barbilla y hace que lo mire.

— No, solo olvida lo que dije y ya— alejo su mano de mi cara.

— No voy a olvidar nada de lo que dijiste— afirma— No puedes simplemente guardarte todo eso, estamos juntos en esto, ¿Lo olvidaste?.

Niego, trago el nudo seco que tengo en la garganta.

— Tu madre me odia— susurro y él asiente.

— Ahora lo sé— murmura— Pero no me importa.

— Es tu madre, Logan— hago un puchero— Tienes que tomar sus consejos en cuenta.

— Pero este no— sentencia— Puede ser mi madre, pero ni ella ni nadie me alejará de ti, Sol. Eso debes entenderlo.

— ¿Y si tiene razón?— cuestiono sintiéndome mal otra vez.

Lo veo suspirar y apretar el puente de su nariz.

— En serio no se que está pasando con tu mente— susurra y hago un mueca.

Él tiene razón, estás mal.

Siento las lágrimas llenar mis ojos y justo cuando la primera cae, llevo una mano a mi rostro.

Logan aparta mi mano de mi cara y hace que lo observe.

— ¿Dime qué te molesta?— pregunta y sujeta mi rostro— Dímelo, Sol.

— Es que... no en qué pensar, ellos pueden tener razón— explico— Puede que no seas feliz conmigo y yo no... yo soy...

— Eres mi sol, eso eres— cierro los ojos sintiendo como sus palabras se graban en mi corazón.

Seco mis lágrimas y respiro.

— No me importa lo que digan los demás— dice de repente— No me importa la opinión de mi madre y mucho menos la opinión de Sofía. No me importa ni una de las palabras que las personas digan, y a ti tampoco tendría que importarte.

Sacudo la cabeza y echo mi cabello hacia atrás.

— No voy a decirte que dejaré de pensar en eso— me cruzo de brazos y él sonríe— No sonrías que aún no quedamos en nada.

— ¿Aún no resolvemos nuestros problemas?— dice con burla y golpeo su hombro.

— ¡No te rías!— frunzo el ceño— Estoy hablando en serio. Esto es complicado, si he estado recibiendo esas notas en el último mes que no hemos estado juntos... no quiero imaginar lo que pasará si lo estamos.

— ¿No quieres estar conmigo?— cuestiona, tomo su rostro con mis manos y beso sus labios castamente.

— Me muero por estar contigo— sonrío— Pero no es tan sencillo como parece.

— En la nota... — lo veo tragar forzado— Decía que... me amabas— observo sus ojos— ¿Aún lo haces?.

Dile la verdad.

— Solo ha pasado un mes, Logan— bajo la mirada— No dejaré de amarte de la noche a la mañana.

En menos de un segundo, su mano va a mi nuca y me acerca a sus labios, mis brazos envuelven su cuello y me pierdo en él. Su lengua juega con la mía y mi respiración comienza a fallar, separo mi boca de la suya y junto su frente con la mía.

Yo también te amo, Sol— susurra sobre mi boca y mi corazón salta en un latido de felicidad.

Vuelvo a besarlo y apretarlo contra mi cuerpo, cuando sus manos se sitúan sobre mi trasero me separo de él.

— Tengo que... madrugar mañana— digo con la voz entrecortada.

— Espera— vuelve a juntar nuestros labios y sonrío.

— Ya... en serio— digo suspirando— Tengo que irme.

— Bien— me da un último beso y puesto que, aún estoy sobre él, abre la puerta del piloto para que pueda bajar.

De un salto bajo del auto y vuelvo a mirar sus ojos, Logan me sonríe y acaricia mi mejilla.

— ¿No huiras mañana?— cuestiona y finjo pensar.

— No sé— me encojo de hombros— No prometo nada.

Le dedico una última sonrisa y me doy la vuelta para ir hacia mi edificio, comienzo a subir las escaleras con una sonrisa de idiota en el rostro. Entro a mi departamento y me apresuro a tomar una ducha y dormir como hace un mes no lo hacía.

Con el corazón lleno de felicidad.

— ¿Y esa sonrisa?— cuestiona Meg llegando a mi lado.

— Estás loca— digo riendo.

— No, aquí la loca eres tú— dice— Una loca enamorada.

— No sabes lo que dices.

— Estoy segurísima de lo que estoy diciendo— el dramatismo es latente en su voz— Esa sonrisa tiene nombre y apellido, y es Logan Coleman.

.
.
.
¡Otro capítulo!.

¿Que les parece?.

¡MARATÓN!.

1/2

¡VOTEN Y COMENTEN MUCHO!

Fuego de hielo [Fríos II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora