Fuego de hielo [Fríos II]

CAPÍTULO 25

*Capítulo 25*

Observo la televisión. Si, estoy en un hotel y estoy viendo la televisión.

Fantástico, Sol. Cállate.

Logan tuvo que salir a su reunión y ya han pasado dos o quizás tres horas desde que se fue. Él dijo que se demoraría, no me quejo. Pero es que desde que me desperté no he hecho más que comer y ver televisión. En algunas ocasiones me he quedado dormida un par de minutos y eso me sorprende.

Mi teléfono suena y con desgana, me estiro y lo tomo sobre la mesita que está a un lado de la cama.

« ¿Cómo te va en Miami, hermanita?».

«¿Me creerías si te dijera que estoy viendo TV?».

«No, no te creo».

«Pues hazlo, porque eso estoy haciendo».

La puerta se abre y me sobresalto, Logan entra con su traje azul luciendo más sexy de lo normal.

— Pensé que estabas en la piscina o algo— frunce el entrecejo.

— Mi flojera es más grande que mi vientre— dejó caer la mano en este y lo veo sonreír.

Me pongo de pie al tiempo que él se sienta en la orilla de la cama, lo veo quitarse el saco, la corbata y luego los zapatos.

Muerdo mi labio inferior. ¿Está más guapo o es idea mía?, Son tus hormonas. Oh, es eso.

— ¿Qué sucede?— pregunta y me sobresalto, pero eso no impide que me acerque a él y estampe mis labios contra los suyos.

Si, esto es lo que necesitaba. ¿Desde cuándo no lo hacemos?, Desde hace dos meses.

Mis labios se mueven rápidamente sobre los suyos y un suspiro se me escapa cuando sus manos van de mi espalda a mi trasero y lo aprieta.

De un movimiento se pone de pie y yo rodeo su cuello con mis brazos, los suyos me rodean y me obligan a retroceder.

Mi espalda choca con una puerta, pero esta misma es abierta segundos después y sigo retrocediendo. Logan no deja de besarme en ningún momento y eso me excita más. Okey, hace tiempo no hago esto y ahora estoy nerviosa.

Sus manos van a mi camisa y saca esta de mi cuerpo, yo hago lo mismo con la suya y la deslizo por sus brazos. Paso mis manos por su pecho y bajo hasta llegar al borde de su pantalón.

Sus besos bajan a mi cuello y me besa justo detrás de la oreja, un escalofrío me recorre de pies a cabeza. Sus manos van a mis muslos y me eleva hasta que estoy sentada en el lavamanos.

Estamos en el baño. Ya me di cuenta.

Tengo los ojos cerrados, no sé lo que pasa a mi alrededor, solo soy consiente de que Logan me está tocando en todas partes y es una sensación de otro mundo.
En realidad extrañaba estar con él, así específicamente.

— Esto es muy lindo— sonriendo miro las olas y el sol reflejado en ellas— Gracias por traerme.

— No iba a dejarte— lo abrazo de costado y apoyo mi cabeza en su hombro.

— ¿Tengo que prepararme para esta noche?— cuestiono, un beso es dejado en mi coronilla.

— No, Jackson es diferente— murmura, asiento.

— ¿Lo conoces desde hace mucho?— pregunto.

— Mi padre era amigo del suyo— comenta— Como unos siete u ocho años.

— Eso es mucho tiempo— susurro cerrando los ojos y sintiendo la brisa acariciar mi rostro— La amistad más larga que tengo es con Meg y solo la conozco desde hace tres años.

— Así se empieza— murmura— Vamos a que comas algo.

Admito que me gusta este restaurante, es lindo y acogedor. Nada comparado a los restaurantes caros en dónde trabaja y a los que papá me obligaba a ir.

Miro fijamente mis manos entrelazadas sobre mi regazo, una de las manos de Logan está entre las mías. Bajo el dobladillo de mi vestido rosa pastel. Si, tengo un vestido rosa pastel, de mangas cortas y este también es corto.

Pareces un pastelito. Ruedo los ojos.

— Coleman— una voz ronca con una acento extraño llama mi atención— Si no es por White, no te vuelvo a ver en lo que me queda de vida.

— Lo mismo digo, Ackermann— mi novio suelta mi mano y pone de pie para saludar a un rubio alto de ojos azules— ¿Cómo estás, hermano?.

— Excelente, veo que tú también— me observa y me sonríe amablemente.

— Si, Ella es Sol— su brazo sujeta mi cintura cuando me pongo de pie— Mi novia. Amor, él es William.

— Solo soy William— él rubio vuelve a sonreír— Un placer conocer a la mujer que atrapó a mi mejor amigo.

— El placer es mío— sonrío tímidamente. Segundos después una hermosa castaña con un bebé en brazos se acerca a nosotros.

— Caramelo, él es Logan. Mi amigo del qué te hablé— la castaña sonríe ampliamente— Ella es su novia Sol.

— Un gusto— nos saluda a ambos.

— Hermano, ella es mi esposa Christel.

— Entonces, también te atraparon— se burla mi novio y William ríe con él.

— ¿Llegué tarde a la ronda de saludos?— otra voz me hace girar la cabeza y buscar al dueño.

— No, aún hay tiempo para ti— mi novio se da la vuelta y encara al moreno de ojos claros— Jackson.

— Hermano— se dan un corto abrazo masculino y el moreno me mira— ¡Vaya!, Una rubia.

— Sol, él es Jackson— le sonrío al moreno estrechando su mano y este me devuelve el resto.

— Si estamos presentando a las novias— Jackson señala detrás de si y una pequeña pelinegra ruborizada nos mira a todos.

— ¿Maydelinne?— murmura Logan asombrado— ¿En qué momento creciste tanto?.

— Desde hace dos años… creo— murmura con una sonrisa y saluda a mi novio con un tímido abrazo.

— Soy May— la pelinegra me sonríe y es la sonrisa más adorable que he visto.

— Sol— estrecho su mano.

Nuestro novio tiene un círculo social muy amplio. Ni que lo digas.

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¡Seguimos con los capitulillos del maratón!.

Los Ackermann entraron en escena.
Vayan a leer SIMPLEMENTE NOSOTROS para que los conozcan.

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