CAPÍTULO 4

1K 84 4
                                    

*Capítulo 4*

Abro los ojos a tope y ella ríe.

— ¡Lo sabía!— exclama y da un salto— Tienes que contarme todo.

— Meg...

— Vamos, sé perfectamente que tú perfecta sonrisa se debe a ese hombre— afirma y se sienta junto a mi.

— Puede que haya vuelto con él— hago una mueca y sonríe— No me mires así, pareces desquiciada.

— Sol, Solecito— ríe— Ese hombre es el indicado para ti, sabía que volverían.

— No es tan sencillo, Meg— suspiro— Su madre me detesta y Sofía está claramente enamorada de él o algo parecido.

— ¿Y?— pregunta con una ceja arqueada— Eres tú la que está con él.

— Pero eso a ellas no les importa— murmuro.

— ¿Él te buscó?— asiento— Ahí lo tienes, esa es tu prueba. Si no le importaras él no te hubiese buscado.

Dijo que me amaba— susurro y sus ojos se agrandan.

— ¡¿Qué?!— exclama y río, asiento afirmando lo que dije anteriormente— ¡Mejor aún!, Ese hombre está a tus pies— dice con seguridad— Que no te importe lo que digan los demás, ese hombre se puso en bandeja de plata y es todo tuyo.

Esta mujer me agrada. Sonrío.

— ¿Dónde habías estado todo este tiempo?— le pregunto.

— Esperando a que decidieras darme el puesto de mejor amiga— dice sonriente— ¿Sabes?, Llevamos dos años trabajando juntas y nunca habíamos convivido tanto, creo que cuando conociste a Logan te volviste más sociable.

— Tal vez solo no se daba la oportunidad— comento— Aunque admito que, si. Puede que Logan tiene algo que ver con todo lo que ha sucedido en mi vida en los últimos cuatro meses.

— También lo creo— afirma y se aleja cuando un cliente llega.

Meg tiene razón, anteriormente no hablaba mucho, solo decía lo necesario y nada más. También mi relación con mi padre no era tan flexible como lo es ahora, pero cuando conocí a Logan mi manera de expresarme cambio.

Supongo que, al hablar con una persona desconocida, por así decirlo, te ayuda. El tratar con Logan no es sencillo, puesto que, tiene el mismo temperamento que yo y es casi igual de cerrado que yo.

Aún así, siento que cuando estamos juntos todo es sincero y real. Al igual que él no estoy acostumbrada a demostrar sentimientos y afecto por otros, a excepción de mi hermano y ya.

También creo que vivir con mi madre me hizo quien soy ahora, verla prácticamente mendigar por lo que quería me hizo orgullosa y terca.

Cuando era pequeña me decía a mi misma que; no iba a dejar que nadie pasará por sobre mi y creo que me fallé al momento de alejarme de Logan por darle importancia a la opinión de su madre.

Él se proclamó tuyo ayer en la noche. Que cosas digo.



— ¡Felicidades!— exclamo mientras abrazo a Andy con todas mis fuerzas.

— Gracias, hermana— besa mi mejilla y sonrío.

— Felicidades, hijo— papá lo abraza y Angélica lo único que hace es llorar.

— Mamá, relájate— dice Andy abrazándola.

— Mi bebé— chilla Angélica haciéndonos reír a todos.

No puedo creer que Andy ya se haya graduado.

Recuerdo perfectamente cuando lo ví por primera vez, era tan pequeño y rosado que daban ganas de comérselo. Con tan solo cinco años me enamoré de mi hermano y estoy segura que, si fuera necesario, daría mi vida por él.

Verlo ahora con su toga de color rojo, me hace sentir orgullosa.

Mi muñequito de pastel está demasiado grande.

Siento mis ojos aguados, pero trato de no soltar una lágrima. He llorado mucho y creo que ya no lo haré más.



— ¿Qué vas a comer, Sol?— pregunta mi padre.

— Una ensalada— respondo y observo a Andy— ¿Qué se siente estar graduado?.

— Me siento libre— dice con alivio— No me volveré a levantar temprano.

— Hasta que entres a la universidad— interviene papá.

— Arnol, déjalo. Acaba de graduarse— Angélica lo reprende.

— ¿Qué estudiarás?— le pregunto.

— Aún no lo sé— se encoje de hombros— Pero quiero algo relacionado con la medicina, neurocirugía o algo.

— Otro doctor— me burlo de papá. Este rueda los ojos.

— Ninguno de mis hijos quiere ser abogado— niega— Perfecto.

Todos reímos, el sueño de papá es que alguno de sus hijos estudié leyes. Pero creo que eso jamás se cumplirá, puesto que yo amo la medicina y creo que Andy va por el mismo camino.

Eso de estudiar leyes y derechos no me gusta, la medicina es más compleja pero aún así, se me hace más fácil.

Mi sueño siempre ha sido ayudar a las personas, de algún modo u otro. Por eso me incliné hacia esta rama.

También estudiar el corazón y no precisamente en el aspecto físico.

Si, en definitiva me encantaría ver un corazón latir en vivo. Sería genial.



Me miro en el espejo y arrugo la nariz.

— Parezco una niña— murmuro y Angélica me observa.

— Es porque eres una niña— hace énfasis en la palabra eres y arqueo una ceja.

— No me refiero a eso— vuelvo a observarme— ¿No puedo usar unos jeans?.

— No— dice rotundamente y no me queda de otra más que usar el vestido.

Sol, solo es un vestido.

No he usado un vestido desde mi graduación y eso fue hace cinco años, no es que no me gusten...

No te gustan. Bueno, bien. No me gustan.

Me observo nuevamente, no está tan mal.

Es de color rojo y corto, justo por encima de la mitad de mi muslo. Es de mangas largas hasta los codos y tiene un cuello redondo. Mi cabello está suelto y mis labios están pintados de rojo mate, por suerte convencí a Angélica de que me dejara usar la argolla en mi nariz y mis zapatillas de piso rojas.

Observo mis mejillas rosadas y mis cejas rubias. Frunzo el ceño, ¿Por qué nací tan blanca?.

Pregúntale a tus padres.

.
.
.
¡Otro más!.

¿Que les parece?, ¿Que opinan sobre Meg?.

2/2

Próximamente haré un maratón más extenso.

¡Voten y comenten mucho!

Fuego de hielo [Fríos II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora