CAPÍTULO 10

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*Capítulo 10*

— ¡El amor se respira en el aire!— exclama Meg en su usual tono dramático.

— Estás loca— río y ella me saca la lengua.

— Estoy feliz— sonríe y se sienta a mi lado— Hoy se cumplen tres años de amor, Josh y yo estamos de aniversario y le prepararé un cena espacial.

— ¿En serio?— cuestiono y ella asiente— ¡Felicidades!, Me alegro mucho por ustedes.

— Gracias, mi amiga— besa mi mejilla— Por eso estoy feliz.

— Ya veo— vuelvo mi vista a los papeles sobre el mostrador.

— También estoy feliz por ti— frunzo el ceño.

— ¿Por mi?— asiente— ¿Por qué?.

— Porque desde que el señor hielo regresó, tú sonríes más y también hablas más— explica a lo que yo sonrío tímida— Me gusta verte feliz, Sol. Mereces ser feliz.

Me acerco y beso su mejilla.

¿Qué hice para merecer que tantas personas buenas me den su amor?. Que muy en el fondo tú también eres un amor.



Termino de comer mi helado de menta y Andy me hizo comprarle dos de oreo.

— Cuando seas neurocirujano me tienes que mantener— lo apunto acusatoriamente con la cuchara— Solo te prometí uno y terminé comprándote dos.

— Hermana, no te quejes. Es tu deber— se encoje de hombros— Y ni creas que te voy a mantener.

— Hermano, no te quejes. Es tu deber— repito sus palabras y él achina los ojos.

— Eres rara— niega y yo río— ¿Quieres ir al cine?.

— ¿Me vas a invitar?— arqueo una ceja— Porque si no, no quiero.

— Ay, no seas así— se levanta y tiende su mano en mi dirección— Vamos.

Me coloco de pie y entrelazo su mano con la mía.

Más de una chica me mira mal y eso me causa gracia, mi hermanito es realmente lindo y una que otra chica babea por él.

— Andy— golpeo su brazo.

— ¿Qué?.

— ¿Qué hay de la chica castaña del otro día?— cuestiono con picardía y él solo rueda los ojos.

— Es una amiga— murmura.

— ¿Te gusta?— sonrío y él niega.

— No, no me gusta— frunce el ceño y su rostro se sonroja.

— ¡Oh por Dios!— exclamo y doy un salto en mi lugar— ¡Te has puesto rojo!.

— ¡No!— trata de poner su mano sobre mi boca— ¡Cállate, Sol!.

— ¡Por supuesto que no!— río — ¡Estás enamorado!.

— No estoy enamorado, Sol— me mira serio— Me gusta, pero no estoy enamorado.

— Bien— me desisto de seguir con mi intento de bullying y lo abrazo a mi costado— Estaré aquí para cuando me quieras contar.

— Lo sé— besa mi mejilla y chillo— Ya, Sol.

— Está bien.

Seguimos caminando por el centro comercial, hasta cuándo llegamos a la sección de cine es que nos separamos.

— ¿Vemos una de terror?— pregunta observándome.

— Si quieres que duerma contigo hoy, si— asiento con sarcasmo y Andy rueda los ojos.

— Bien, una animada— suspira y yo sonrío.

Vuelvo a besar su mejilla y mientras nos acercamos al mostrador para poder comprar las boletas, observo que la chica que atiende me mira mal, yo solo me dedico a sonreír.

Andy las trae locas a todas. Si que lo hace.



Me remuevo incomoda sobre la cama cuando el teléfono suena sobre la mesita de noche, me quejo y Logan suspira dándome la espalda, me siento y arrugo la nariz.

— ¿Si?— cuestiono cuando contesto el teléfono con voz ronca por el sueño.

— Sol... — el susurro entrecortado de Meg me hace abrir los ojos.

— ¿Meg?— pregunto cuando escucho el sonido de un sollozo— ¿Meg?, Háblame...

— Él me... Sol— susurra nuevamente y mi alarma se activa.

— ¿Dónde estás?— me pongo de pie y comienzo a buscar mi jeans en el suelo.

— Yo... no sé— dice y deduzco por su voz que está ebria— Yo solo... salí y llegué aquí.

— No te muevas de dónde estás— digo y termino de colocarme las Vans— Trata de no colgarme.

— Está bien— responde soltando un suspiro.

Comienzo a caminar por toda la habitación buscando mi camisa y mi abrigo, coloco el teléfono entre mi hombro y mi oreja, concentrándome el la respiración pesada de Meg al otro lado de la línea.

— Sol— la voz ronca de Logan me hace girar y observarlo sentando sobre la cama— ¿A dónde vas?.

— Meg, creo que está ebria y no sé... — vuelvo a mirar el suelo viendo que no se me quede nada— Iré por ella.

— ¿Qué hora es?— cuestiona poniéndose de pie y buscando su pantalón.

— Las dos— murmuro— Logan, no tienes porque ir.

— No es nada— susurra y camina hacia el baño, yo lo sigo y me quedo junto a la puerta— No puedes buscarla en un taxi, es muy tarde.

— ¿Estás seguro?— lo miro pasar por mi lado y colocarse la camisa— Puedo ir sola...

— Camina, Sol— señala la puerta con una sonrisa ladeada y frunzo el ceño.

Salgo de la habitación con él siguiéndome, salimos de la casa y nos subimos al auto.

— ¿Meg?— pregunto al teléfono— ¿Sigues ahí?.

— Si... tengo... sueño— murmura y mi corazón comienza a palpitar.

— ¿No sabes dónde estás?— mi voz suena asustada y siento la mano de Logan posarse en mi muslo.

— Estoy... cerca de mi casa— susurra.

— No te muevas de dónde estás— coloco la mano en mi frente— Voy a buscarte.





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¡Otro capítulo!

¿Que le pasará a Meg?

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Fuego de hielo [Fríos II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora