Nota: Hello~ hermosuras, he regresado de entre los muertos, finalmente un poco de tiempo decente para escribir... bien, antes que nada (agradecimientos y disculpas) muchísimas gracias a Gum_Shugar por participar con la portada del capítulo anterior y una disculpa se me había olvidado por dónde me la mandaste, por eso tarde en colocarla. Muchas gracias y a esperar a ver quien se ánima a ayudarme a colocar las múltimedias de este libro. Bien, sin perder el tiempo, comenzamos~...
Con el tiempo Sans se olvidó por completo de la carta que guardaba en sus ropas, estaba fascinado con las cosas que Honey le estaba enseñando, sabía cosas bastante interesantes y le mostraba el lado iluminado de la vida, haciendo que todo el dolor del pasado se esfumará y se abrieran nuevas y mejores oportunidades.
Habían dado la bienvenida a un nuevo alumno en la escuela, asistiría al mismo grupo que Sans; no quisieron dar muchos datos sobre la transferencia a medio semestre, pero los rumores decían que habían mandado a un chico problema, un delincuente que se divertía mirando el sufrimiento de pequeños animales como gatos, pájaros y ratones; no parecía arrepentirse y necesitaba aprender buenos modales. Esa era la razón principal por la que había sido transferido, otra de las cosas era al ser una escuela donde la mayoría de los alumnos eran chicos problema no habría gran diferencia al tratar con este nuevo alumno.
- Esto es aburrido. - dijo mientras observaba a todo el alumnado caminar alegremente por el lugar; pensaba que siendo un lugar con semejante reputación habría más caos al entrar en los pasillos, gente golpeándose entre sí, en fin, nada comparado con la armonía que encontró al simplemente abrir la puerta del lugar.
Había escuchado rumores sobre un tal Rojo, un chico que había asesinado a sus padres y que ahora, gracias a uno de los tutores, se había reformado a tal grado que muchos chicos se juntaban con él, solo para poder tener esa protección que su propio nombre daba. Esperaba con ansias verlo, sería demasiado divertido conocer a una persona tan despiadada como los rumores decían, y ver hasta donde podían llegar juntos.
Sans y Honey se encontraban repasando las lecciones de matemáticas que se le complicaban a Sans, estaban acompañados por un grupo de estudiantes que pidieron asesoría los exámenes se acercaban y las calificaciones de algunos eran bastante deplorables, Sans no tenía problemas entendiendo las clases, su problema era la falta de atención que ponía en las palabras del profesor, lo que generalmente le llevaba a castigos innecesarios y algún que otro regaño o tarea extra, cosa que a Sans últimamente y gracias a Honey, parecía no importarle, más horas de escuela significaban más horas con él.
- Esto de aquí como se escribe... - Burguerpants era el que más problemas tenía, era un chico descuidado, nervioso a más no poder y un poco depresivo, por lo que las situaciones de pensar no se le daban con gracia, Honey era muy paciente y habían avanzado tanto; Sans sentía celos de la estupidez de Burguerpants, Honey estaba muy cerca de él casi todo el tiempo.
- Sans no deberías sentirte mal, sabes que Pants es un idiota, después de esto puedes estar solo con tu tutor otra vez, pero está es nuestra única oportunidad para aprender. - le guiñó el ojo una chica araña que era bastante simpática, era demasiado perspicaz, Sans tuvo miedo de que le contara a alguien su secreto y terminara siendo odiado por Honey.
- Descuida, no le diré a nadie... eso debes decirlo tú mismo, de lo contrario no tendría sentido. - colocó uno de sus seis brazos sobre el hombro de Sans, regalando una sonrisa comprensiva; Sans sonrió de medio lado, no estaba seguro de confiar en ella o no; Muffet había ingresado en la escuela después de que en la escuela anterior la expulsarán por chantajear y revelar los secretos de los maestros y la mesa directiva, por lo que era muy probable que en un futuro cercano terminará exigiéndole sumas exageradas de dinero para seguir guardando el secreto.

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Lo siento
FanfictionLa familia Wildfell siempre ha tenido una mala fama, todo comenzó por un pequeño accidente cuando él se encontraba en primaria, nunca pensó que ese pequeño error ocasionaría que todos en aquella ciudad comenzaran a evitarlos; había echado a perder e...