Capítulo 3

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Nota: Démosle un gran aplauso y muchas felicitaciones a @LadyValCv4, pueden visitar su tumblr: lady-val-cv, por aportarnos la portada del capítulo dos, se puede sentir la soledad que siente rojo cada que Papyrus se marcha de casa y lo deja solo.  Hay otras dos imágenes cortesía de RebecaLeBlanc donde nos muestra las escena donde Papyrus encuentra a un intruso con su pequeño hermano en la cama y otra donde nos enseña el miedo que pasa Sans cada noche... Otra vez, borrón y cuenta nueva, volvemos al concurso, no sé pero creo que llegaré a un punto donde simplemente se quedará sin portada, pero bueno n_n sigamos positivos que esto todavía sigue.

Comencemos... -.-.-.-.- 

El momento realmente había sido incomodo, no sabía que ese sujeto era el nuevo tutor de Sans y mucho menos que Sans había sido quien lo invitó a quedarse pues se sentía un poco ansioso; sin embargo, Papyrus no se disculparía, cualquiera hubiera hecho lo mismo, más si encontraban a un adulto en la cama con un niño y las manos dentro de su ropa.

- Como ya te expliqué, solo lo estaba ayudando a dormir... parece que tiene días que no puede conciliar el sueño. - Honey sostenía una bolsa de hielo sobre su mejilla, era realmente doloroso el golpe que había recibido; sabía que el hermano mayor era policía, pero nunca pensó que se encontraría en tan buena forma.

- Intenta volver a tocar a mi hermano pedazo de mierda... - los brazos cruzados de Papyrus daban a entender que no daría marcha atrás, ahora ese sujeto sería un posible acosador y pedófilo, debía de tener cuidado con su hermano.

- Sans nos vemos en la escuela, recuerda lo que te dije, la oscuridad no es más que la ausencia de luz, lo único que debes hacer es iluminarla con tu presencia... - dejó la bolsa de hielo y se marchó de la casa.

Sans no pronunció palabra alguna, tenía un leve sonrojo en las mejillas, era la primera vez en mucho tiempo que alguien se comportaba de manera cálida con él; hace tanto tiempo que un adulto le había dado una caricia apaciguadora en su cabeza y lo relajó al punto de sentirse seguro mientras dormía; Papyrus por su parte tomó una cerveza de la nevera y se sentó pesadamente en la silla del comedor, tenía que procesar todos los pensamientos de su cabeza.

En cuanto lo vio Sans corrió a la cocina y sacó un poco de botana, misma que Honey horas atrás había hecho para ellos, la colocó en la mesa con una gran sonrisa en sus labios, Papyrus lo miró extrañado, Sans tomó uno y lo introdujo en su boca, mostrándole a su hermano que era comestible; no era nada complicado, Honey había hecho unas naranjas acarameladas, las colocó en el congelador para que el caramelo se solidificará y no hiciera un desastre; para Sans era la primera vez que le hacían un dulce casero; para Papyrus sin embargo, significaba que tenía que tener mucho cuidado con ese hombre, pues comenzaba a ganarse el apreció de su pequeño hermano.

- No quiero que lo veas fuera de la escuela... - fue lo único que dijo, la sonrisa de Sans se borró tan rápido, bajó lentamente los brazos de la mesa, al igual que su mirada, realmente Papyrus deseaba que se volviera a sumir en la oscuridad que era su vida en solitario después de la escuela; eso era realmente injusto.

- Me voy a la cama... - dijo desanimado, qué más podía hacer; las últimas horas habían sido demasiado agradables como para no repetirlas nuevamente, sin embargo, no le agradaba desobedecer a su hermano.

- Lo digo en serio, Sans... no quiero que lo veas fuera del horario escolar. - el sonido de la puerta fue su contestación; su hermano no sabía absolutamente nada de la vida real, había tantos casos en la comisaria en donde los padres se descuidaron por los amigos que tenían contacto con sus pequeños que no vieron el peligro en el que se encontraban hasta que fue demasiado tarde; no deseaba que su hermano se volviera uno más en las estadísticas de niños agredidos sexualmente; tomó una de las rebanadas de naranja, dando un pequeño salto de sorpresa, eran realmente buenos, con el mismo sabor y textura de los que hacía su difunta madre hace tiempo, años atrás, antes del nacimiento de Sans.

Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora