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La casa de los Mansilla ya estaba repleta de gente aquella noche, la gente iba y venía por todos lados, algunos ya estaban vomitando, lo típico.
—Marcos sí que sabe hacer fiestas ah.—Mateo se sentó en el cómodo sillón de la sala y comenzó a charlar con los chicos.
Entre ellos estaba Manuel, fuah, alto bombón.
—que fantoche por Dios—
Por un momento Mateo se concentró en mirar a Vainstein que había olvidado toda la música que sonaba a su alrededor y a los chicos que estaban riendo a carcajadas.
—boe, cuidado que se te cae la baba—hablo Valentín mientras tomaba de su gran vaso y comenzaba a reír.
—deja de reírte que te vas a ahogar, bobo—y así fue, Mateo le dio unas pequeñas palmadas a Valentín en su espalda.—te lo dije—
—enano de mierda—
