Pasaron días y Manuel ya se había acostumbrado a el grupo, llegando al punto de tener novia, por así decirlo.
Iara, era piola, bonita, pero no para Mateo.
Faltaban pocos meses para que Manuel regresara a su antiguo instituto, y eso desesperaba a Iara y Mateo.
Mateo ahora tenía que soportar ver la escena de Manuel besando a la pelirroja una y otra vez, una y otra vez.
O los "te amo" "te adoro"
Tendrá que apresurarse a confesarse a Manuel, pero quien sabe que puede pasar.
Si lo rechaza o no, al menos se quitará un peso de encima, creía.