Diez de la mañana.
Lo único que se escuchaba en toda la casa era los ruidos que hacía el paquete de galletitas cuando Mateo buscaba una.
Trataba de no hacer ruido para no despertar a nadie, no lo logro, Duki se había despertado.
—¿pasa algo Mau?—se le notaba nervioso, el pelinegro asintió mientras se acercaba a él.
—¿y paulo?no lo vi por ningún lado—las ojeras en Mauro eran notables, no había tenido una buena noche.
—se fue a su casa, te re pusiste en pedo anoche, ¿sigue enojado?—Mateo se había acordado de la divertida escena de anoche, los celos de Mauro.
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Mauro vio como Lit entraba junto con Paulo a la casa, se le veían muy juntos.
—¿que hace el salame con el rubio?—codeó el brazo de Julieta, esta se encogió de hombros.
—duko está celoso, cuidado—dijo Marcos bebiendo de su vaso de Lean abrazando por la cintura a su amigo.
—quítate, bobo—ese comportamiento de Mks lo ponía nervioso, Mauro seguía observando a el rubio entre toda la gente.
Lit se limitaba a abrazar por el cuello a Paulo, haciendo enfurecer a Lombardo.
Dejo su vaso de fernet en la mesa y fue directo a él teñido, esa mirada que Mauro ponía te hacía cagar hasta las patas.
Monzón lo miró extrañado, viendo como Mauro se le acercaba a él y lo miraba mal.
—¿ahora sos robanovios, cabeza de tenedor?—Mauro miró a su novio, este lo miraba con miedo, a Paulo no le gustaba esto.
—¿que decís pedazo de confite?yo solo trato de ser buen amigo, no es mi culpa que lo pienses de otra forma—los dos chocaron frentes agresivamente, Las ganas de cagarlo a palos aumentaban.
—si seguís haciéndote el canchero te voy a dar la piña de tu vida tomate—y así fue, el puño de Mauro aterrizó en la cara de Monzón.
—¡UHH! ¡Se puso la gorra!—sonó la voz de Marcos de lejos.
El de pelo plateado cayó directo al piso, recibiendo una mala mirada de Londra.
—¿que te pasa tarado?—Paulo empujó a Mauro, agachándose para a Monzón que estaba tirado en el suelo.
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—linda ñapi le pusiste a Lit—
—uh, cállate—