𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙪𝙣𝙤

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La casa de Paulo era puro silencio, Duki y Lit se mataban con la mirada, Matías con Marcos  jugaban  con su celular, Y Mateo y Manuel tenían una pelea con sus mentes.

Manuel estaban empezando a dudar muchas cosas sobre su amistad con Mateo, lo estuvo ignorando desde que bajaron del auto, en el viaje le hablaba o boludeaban, y ahora de la nada lo ignora, creía que se estaban enojando por una boludez.

Mientras, en la mente de Mateo sucedían cosas confusas, un lado decía en hablar con Vainstein, el otro todo lo contrario a lo primero, Varios sentimientos se juntaban cuando estaba al lado de Manuel y era muy obvio lo que sentía, pero ya era raro todo eso, había momentos donde parecían pareja, amigos, o desconocidos.

Todo eso llegó a hartar a Mateo, todo era confuso.

¿que tanto piensan ustedes dos eh?—preguntó Marcos señalando a Mateo y Manuel, recibiendo la atención de los chicos presentes.

no nada, voy al baño, ya vuelvo—Mateo se levanto, bajo la mirada de Manuel que seguía todos sus movimientos hasta ir al baño, perdiéndolo de vista.

Pasó un rato, Mateo no venía.

La paciencia de Manuel se iba.

che, ahora vuelvo—se levanto y comenzó caminar hacia donde había ido Mateo.

Toco la puerta, nada.

De vuelta toco, nada.

¿Teo? ¿Estás ahí?—al no recibir respuesta, entró, y ahí estaba.

Viéndose en el espejo.

¿no te enseñaron a tocar la puerta de chiquito?—Mateo no despegaba su vista del espejo, Manuel revoleo sus ojos, ya había tocado la puerta como 10 veces.

El menor cerró la puerta, dejándolos en un silencio que les gustaba.

¿por que me ignoras?—soltó, necesitaba saberlo.

¿que decís? Nada que ver—Mateo miró a Manuel, conectando miradas su amigo, estaban demasiado cerca.

Pero si digo  demasiado es demasiado.

¿vos queres que te coma la boca?—ya empezaba con sus cambios de humor.

Pero a Manuel le gustaba.

Manuel escondió su rostro en el cuello del mayor, este lo agarraba de la cintura, los chicos de seguro se estarían preguntando que hacían.

La respiración de Manuel era agitada, estar así de pegado contra Mateo no era nuevo pero lo ponía nervioso.

Se quedaron así un rato, dale, Manuel no se podía enojar con tremendo bombón.

Mateo se resistía las ganas de clavarle alto chape como él decía, pero no quería deprimirse.

¿Por que? Por qué pronto Manuel se iría de ahí.

Por qué solo era un compañero de intercambio.

Alguien que venía y se iba así de simple.

Si, así de simple.






-¿todo bien? 😔

𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎|𝐭𝐫𝐮𝐞𝐩𝐥𝐢𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora