No sabia lo reconfortante que podía ser un simple camino de carretera hasta que me tuve que separar de él, pero, al haber estado abrazada a su torso y sentir su calor, el camino se había hecho demasiado corto para mi gusto. Aparte mis brazos de su torso, quitando mi mejilla de su cálida espalda. Cuando bajó de la moto sentí una extraña sensación por haber tenido que separarme de su tacto, mis pensamientos se esfumaron en cuanto él giró y me dio una coqueta sonrisa que me hubiera podido derretir. Sinceramente hubiera querido que durara más, pero lamentablemente para mi comodidad, habíamos llegado a...
—¿Donde estamos? — pregunté, aceptando su mano para bajar de la motocicleta con cuidado.
Vagué mi mirada alrededor, habíamos salido de la carretera hace cinco minutos y ahora solo estábamos rodeados de grandes árboles. Regrese mi mirada a él y levante una ceja con curiosidad.
—Bueno...— desvió su mirada de la mía, metió una de sus manos en el bolsillo de su pantalón y con la otra se rascó la nuca nervioso, haciendo que los músculos de su pecho y brazo fueran más notorios —. La verdad no sabía a donde llevarte. Es obvio que no podía llevarte a comer algo — rió intentando quitarse los nervios, pero calló cuando noto mi sonrisa forzada —. Amm, lo siento... sabes a lo que me refiero — intentó disculparse.
—Claro. Entiendo — seguí sonriendo forzada. Aunque pueda consumir comida humana prefiero que no nos haya llevado a comer; hubiera sido incomodo tener que explicar como podía hacerlo. Aún así, un pequeño malestar me invadió. En estos momentos me odiaba con mayor razón, mi 'condición' no me deja ser un poco normal ni siquiera con quienes no lo son...
No soy completamente vampiro como el resto de los Cullen, mi familia. Yo duermo, ellos no. A diferencia de ellos yo si necesito comida, al ser híbrida puedo sobrevivir con comida humana y sangre. Puedo regular mi temperatura y detener mi latido si así lo quiero. Y sobre mi lado licántropo... solo sé que me hace vulnerable; a lo largo de los años Carslie ha elaborado un archivo sobre mi condición, cada cambio o síntoma lo monitorea. Puedo comer y dormir, solo eso se. No correspondo a ninguno de los dos mundos, ni el vampirico ni el licántropo...
—Si, bueno — carraspeó, movió la cabeza indicándome el camino a seguir. Él continuó hablando mientras caminábamos uno al lado del otro con paso tranquilo, no teníamos prisa —. Tampoco te conozco mucho así que no sabía bien a donde llevarte. Había pensado en La Push. Es una playa que se encuentra en territorio Quileute — aclaró ante mi desconcierto —. Para llevarte necesito permiso y aún no lo autorizan,m; ya sabes, por lo que esta pasando ahora mismo. Así que pensé en traerte en un lugar que es... especial para mi — gire el rostro para verlo y juraría haberlo visto sonrojado.
Sonreí sin poder evitarlo.
—Es por aquí — se adelantó un par de pasos, movió una rama, abriendo camino.
Sonrió levemente y extendió su mano hacia mi, dejándome embobada por un momento. Correspondí a su sonrisa, regule mi temperatura a una más fría y coloque mi mano sobre la suya. El contraste de temperatura en nuestras manos fue notorio, enviándome un escalofrío desde la palma de mi mano hasta mi cuerpo entero. Pareciera que a él le hubiera pasado lo mismo porque frunció el ceño un momento para después volver a su rostro tranquilo.
—Ven — indicó, en un movimiento suyo entrelazó nuestras manos comenzando a caminar.
No protesté, su cálida mano estaba entrelazada con la mía con delicadeza, como si temiera lastimarme, su mano era grande a comparación de la mía, haciéndome sentir - extrañamente - protegida con él.
Pasamos por debajo de la rama que él aún mantenía alzada, tuve que cerrar los ojos por un momento y cubrir los rayos del sol con mi mano libre. Fui parpadeando hasta acostumbrar mi vista.
—Es hermoso...— susurré. Y era verdad, la vista era simplemente hermosa, estábamos en un pequeño risco, a lo lejos podías ver los enormes árboles alzarse a lo largo y ancho, y por el extremo derecho podía ver, gracias a mis sentidos aumentados, el brillo del agua al ser iluminada por el sol. Una hermosa playa podía apreciarse lejos de aquí.
—Si, lo es — dijo Jake a mi lado.
Despegue mi vista del hermoso paisaje para mirarlo a él, al hacerlo descubrí que él también me estaba mirando.
—Nunca nos presentamos bien — murmuró sin despegar su vista de la mía, ni separar nuestras manos.
—Tienes razón — sonreí de lado.
—Jacob Black — se presentó, sonriendo divertido.
—Aurora Cullen — dije, contagiándome de su sonrisa aún más.
Dioses, ¿como se puede ver tan sexy con solo sonreír?
(...)
—No...— reí.
Habíamos tomado asiento en un tronco caído, teníamos al menos un par de horas platicando de cosas triviales, anécdotas y conociendo un poco más del otro. Ahora mismo él me estaba contando cuando él y sus amigos chocaron "accidentalmente" la camioneta de Sam.
—Oh si — asintió riendo —. El pobre de Embry creía que Sam lo iba a matar, estaba pálido.
—¿Después qué pasó? — pregunte curiosa, acercándome un poco más.
—Escuchamos un aullido — rió recordando —. Era Sam. Nos estaba buscando. Nadie quería entrar en fase porque Sam se daría cuenta...
Reí aún más.
(...)
—... en La Push.
—Suelen ir seguido ahí, ¿cierto? — aseguré, ya que la mayoría de las historias que él me contaba tenían como escenario esa playa.
—Si — asintió con una gran sonrisa —, algo así. Aunque ahora con las responsabilidades de la manada es más complicado conseguir tiempo. Pero siempre que podemos nos reunimos ahí, o en casa de Sam...
~*~
—¿Y tú? — preguntó Jacob, haciendo que desviara mi mirada del atardecer para mirarlo confusa —. Vamos, he hablado la mayor parte del tiempo. Cuéntame sobre ti. Yo he vivido toda mi vida aquí, ¿como es que recién se sobre ti?
—Amm, yo...— desvíe la mirada al suelo, mordiendo inconscientemente mi labio.
—No debí preguntar eso, ¿verdad? — habló apenado, quitando un mechón de cabello de mi rostro y acomodándolo detrás de mi oreja, mantuvo su mano en mi mejilla.
Cerré los ojos y aspiré con fuerza, dejando salir el aire en un suspiro.
—No, no es eso — negué con una pequeña sonrisa triste —. Es solo que... es un tema delicado para mi. Algún día te lo contaré — aseguré —, algún día.
¿Porque le aseguraba eso? Ni yo lo sabía. Mi mente me recordaba constantemente que debía irme de aquí, que no podía quedarme; pero también me decía que no volviera a escapar, ya no quería vivir huyendo más. En definitiva no sabía que hacer.
—Y yo algún día te llevare a La Push — sonrió de labios cerrados.
Por alguna razón sus palabras se sintieron tan sinceras que, para mí, fue como una promesa.
~*~
—Yatlahi
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COMPLICADO | Crepúsculo | Jacob Black
FanfictionDespués de los frecuentes desastres en Seattle, la visión de Alice sobre un ejército de neófitos que se dirige hacia Forks, empieza a alterar los Cullen. Y el hecho de la reciente visita de Victoria, no le da buena espina a Edward. Él quería protege...