COMPLICADO | Crepúsculo | Jacob Black

Dix-neuf

—Entonces me encontraste — dije —. ¿Me buscaste para llevarme ante él?

—¿Qué? No, no, no, no, no — negó rápidamente, apoyándose sobre su codo —. Ni siquiera sabía que eras tú a quien buscaban. Estaba de viaje. Pero te reconocí, Maeve, eres idéntica a Ilyria. Claro que más pálida y pelirroja, pero eres su viva imagen.

No supe cómo responder. En silencio me senté sobre la manta, acerqué una rodilla a mi pecho y apoyé la cabeza en la rodilla.

—¿Todo este tiempo supiste quien era? — dije —. ¿Y no creíste conveniente decirme que fue mi propia familia quien mató a mis padres?...

—Maeve...

—Tú eres mi... mi...

—Tío. Si — se sentó —. Somos familia...

—Cuando Chandler y los Vulturi los mataron — interrumpí. No sabría describir lo que siento, enojo, tristeza; no lo sé —, ¿tu dónde estabas?

—No estaba en el castillo, si es lo que quieres saber. Salí para buscar algo, una tontería... cuando volví ya había perdido todo lo que quería... solo me quedaban mis hermanos. Pero aún así... nada volvió a ser igual. Chandler se hizo con el poder y entre mis hermanos hay una división. Eddar y Ellaria apoyan plenamente a Chandler. Arya y yo somos los únicos en desacuerdo. Pero ninguno de los dos pudo hacer nada para evitar que...

Se interrumpió. Dirigí mi mirada hacia él. Su ceño estaba fruncido y sus labios apretados, cerraba una y otra vez el puño.

Desde que conocí a Cygnus siempre se mostró cómo alguien despreocupado, gracioso, y en ocaciones presumido. Pero siempre confié en él, nunca desconfié de él, fue mi amigo en todo momento. Y ahora que sé esto, por más que me sienta engañada... Solo intento comprenderlo. Suspiré, tomé su puño entre mis manos e intenté sonreír, aunque creo que pareció más una mueca.
Mis pensamientos se enredan unos con otros. Cygnus siempre fue parte de mi familia, incluso antes de que supiera esto, siempre lo consideré cómo un hermano mayor. Alguien que me cuida; siempre lo ha hecho.

—Tranquilo — susurré, sentía cómo picaban mis ojos, me negaba a llorar, ahora que podía hacerlo—. Entiendo que no ha sido fácil para ti...

—Tampoco para ti.

—No —asentí —. Pero al menos estamos juntos. Cómo una familia.

—Cómo una familia — sonrió, su ceño se separó y relajó su rostro. Parecía aliviado —. Pronto todo se arreglará. Lo prometo.

No quería esperanzarme, sin embargo asentí y volví a comer mi chocolate.

—Y, Aurora...— me llamó, lo que dijo casi me hizo atragantarme con el chocolate —, lo que te sucedió, el incidente de antier... estabas por entrar en fase.

~*~

—¿Hueles eso? — preguntó Cygnus arrugando la nariz con asco.

Ya había amanecido y mi mochila se había quedado sin chucherías.

No quise darle más vueltas al tema de que casi me había transformado en una enorme bola de pelo y babas. Así que durante  la noche habíamos estado platicando. A decir verdad él hablaba, y yo le preguntaba cosas sobre mis padres... Mis padres. Hace mucho tiempo que no había pensado en cómo eran, cómo se pudieron haber conocido. De pequeña fantaseaba con la idea de ellos. Imaginándome sus rostros, sus vidas...
Ahora gracias a Cygnus sentía que los conocía.

Nos dirigíamos hacia el que sería el campo de batalla contra los neófitos, y conforme nos acercábamos un aroma desagradable para mi nariz, algo dulzón, de sangre se podía percibir. Reconocí aquel aroma, y confirme de quien provenía cuando rodeamos unos pinos.