Vingt et un

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Omnisciente

La tormenta ya había pasado. El cielo se pintaba de tonos rosados con la llegada del sol. Aurora había vuelto junto a los Cullen, y ahora jugaba Candy Crush en su celular.

Se enteró, gracias a que escuchó los pensamientos de los lobos, que efectivamente Jacob no le había pedido que le dijera nada; y que la hermana de Seth, Leah, regañó a su hermano por haberse metido en asuntos que no le involucraban. Y Aurora agradecía que Seth le contase aquello, aunque no lo admitiría en voz alta. En lo que respecta a asuntos amorosos o familiares Aurora siempre ha sido reservada y orgullosa. Abrir su corazón con extraños siempre ha sido un reto para ella. Pero Seth, aquel chico tierno, cómo lo llamaba Aurora, logró que la pelirroja se interesara por los efectos negativos que podía tener la imprimación.

La pelirroja dejó de combinar dulces cuando el aroma de pino y sal de mar llegó hasta sus fosas nasales. Jacob apareció segundos después tras unos árboles. Seguía usando pantalones caqui cortos y sin playera.

Después de la plática con Seth, Aurora había decidido seguir su corazón y sus instintos. Y, haciendo caso a ambos, dejó su celular de lado y corrió a velocidad sobrenatural hacia aquel chico que volvía locos sus sentidos.
Llegó hasta él, envolvió sus delgados brazos tras el cuello de Jacob y, poniéndose de puntillas, juntó sus labios con los del moreno en un beso necesitado. Jacob apenas reaccionó cuando vió a Aurora sentada a metros de él, y al segundo la tenía justo en frente. Aun sorprendido envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Aurora y la acercó más a su cuerpo.

—¡Eso mamona! — gritó Cygnus a lo lejos, dando un grito de júbilo.

Aurora se separó con una sonrisa, riendo levemente al escuchar los aplausos de Cygnus.

—¿Eso significa que me das...? — preguntó Jacob esperanzado, con una sonrisa en sus labios.

—Si — lo interrumpió Aurora, dejó un corto beso en los labios del chico, roso sus dedos contra la mandíbula de Jacob y sonrió nuevamente —. Te doy una oportunidad.

~*~

Después del beso con Aurora, Jake se encaminó sonriente al campamento donde Seth lo cubría. Solo daría una vuelta para checar que todo estuviera bien, quería regresar cuanto antes junto a Aurora para protegerla; aunque suponía que ella bien podía protegerse, quería cuidarla.

~*~

Aurora

Jacob aún no volvía del 'campamento' desde que partió hace rato, pero todos aquí en el claro estábamos ya listos para pelear.

—Ya vienen — aviso Alice tras de mi.

Cygnus y yo tuvimos una idea: nosotros dos atacaríamos primero, ambos daríamos el primer golpe, para terminar con la mayor cantidad posible, ya que Alice nos había dicho hace rato que nos superaban en cantidad, al menos quince a uno.

—¿Lista? — preguntó Cygnus a mi lado. Ambos compartimos una gran sonrisa.

—Nací lista — dije con arrogancia.

Miré al frente mientras que el pelirrojo carcajeaba. Podía escucharlos, solo unos segundos más, paciencia, paciencia...
Pronto apareció el ejército e neófitos, emergiendo tras los árboles al otro lado del claro.
Compartí una mirada cómplice con Cygnus antes de asentir y salir corriendo hacia la multitud de convertidos.

Esperé hasta estar a unos metros de ellos, entonces los congelé en sus lugares, tal y como lo había hecho con los lobos cerca del límite. Cygnus usó su velocidad sobrenatural a la sobrenatural, y en menos de cinco segundos al menos unos veinte neófitos que habían estado congelados terminaron en el suelo, sin cabeza.

—¡Ahora! — dije. Cygnus volvió a mi lado, mientras que más neófitos salían del bosque y corrían hacia nosotros.

Carlisle, Esme, Emmett, Rose, Alice y Jasper pasaron corriendo a mi lado como un borrón. Los lobos brincaron desde el bosque al campo de batalla sobre los neófitos. Seguían siendo más que nosotros, pero la diferencia ahora era mínima.

—¡Eh, montoneros! — les grite a un grupo de neófitos que empezaba a rodear a Rose.

Corrí hacia el grupo de neófitos, al mismo tiempo que un par de lobos salía del bosque y brincaba sobre ellos. Los neófitos se lanzaron ahora contra los lobos, di un salto y tome de los hombros a un neófito que se encontraba sobre la espalda de uno de ellos, Embry, creo.

(...)

No tenía mucho tiempo para ver a los demás, entre que nos protegíamos unos y otros, acabábamos con los neófitos. Trataba de usar el don para congelar a los neófitos que atacaba, pero como casi siempre había un lobo o miembro de mi familia, temía congelarlos a ellos también. Cygnus no se había separado de mi lado, nos cubríamos las espaldas y trabajábamos juntos para acabar con la mayor cantidad posible.

Escuché un fuerte gruñido tras de mi, mientras que separaba la cabeza de otro neófito. Giré rápidamente, topándome con la imagen de un lobo café rojizo partiendo a la mitad a un vampiro con sus colmillos y garras.

—¡Llegas tarde! — dije, lanzándole llamas a un par de vampiros que corrían hacia Jake.

Gruñó en respuesta, escuché en su mente cómo murmuraba una disculpa y corría hacia otro grupo de neófitos. Sonreí sin poder evitarlo y seguí corriendo a través del claro, derribando a cada convertido que se me acercaba. Me crucé un par de veces con Alice, quien se movía con gracia.
Me mantuve cerca de Jacob, así como de Cygnus.
Brinque sobre los hombros de un neófito, apoye mis manos bajo su mentón y jale con fuerza hasta escuchar el característico sonido cómo de porcelana rompiéndose, hasta que su cabeza estuvo separada de su cuerpo. Estábamos ganando, quedaban muy pocos de ellos.
Vi cómo una neófita corría hacia el bosque intentando escapar. Corrí hasta pararme frente a ella, estaba dispuesta a terminar rápido con ella para continuar con el resto, hasta que la vi mejor. Era una niña. Su pálido rostro mostraba terror, estaba asustada. Sin saber porqué, entre a su mente. Ella no quería esto, nunca quiso convertirse, y tampoco quería pelear. Era solo un peón más de Riley...

—Quédate aquí — le dije, le sonreí de lado en in intento de transmitirle confianza —. Estarás bien, solo no te muevas de este lugar — asintió rápidamente, aún asustada —. Ocúltate, yo vendré por ti.

Me aseguré de que se ocultara tras unos arbustos antes de volver al campo y derribar a los neófitos que comenzaban a brincar al lomo de una loba blanca, Leah, según recuerdo.

Me detuve por un segundo, miré a mi alrededor. Esme y Carlisle peleaban juntos, al igual que Jasper y Alice, y Emmett y Rose, los lobos estaban dispersos en todo el campo y Cygnus estaba a unos metros de mi, derribando rápidamente a lo neófitos.

Busque desesperadamente a Jacob con la mirada, se había alejado y ahora estaba del otro lado del campo. Tres neófitos lo atacaron de frente, mientras que otros le llegaban por los lados. Corrí hacia el, y sentí cómo mi corazón comenzaba a latir con fuerza repetidamente en mi pecho y mi piel quemar. Sentí temor cuando vi cómo otros dos neófitos brincaban sobre su espalda y lograban tirarlo al suelo.

Sin ser consciente de mis acciones solo salté. Sentí un extraño dolor recorrerme, y el sonido de mis huesos reacomodandose en mi cuerpo. Caí en cuatro patas justo a unos metros de Jacob. Me deje llevar por mi instinto y salté sobre los neófitos, los tomé con fuerza entre mis colmillos, partiéndolos en el acto y arrojándolos lejos de Jake.

~*~










Uuuhhhh🌝

—Yatlahi

COMPLICADO | Crepúsculo | Jacob BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora