COMPLICADO | Crepúsculo | Jacob Black

Quatorze

Aurora

Sentía mis uñas hacer presión en la palma de mis manos, mis nudillos estaban más blancos de lo normal. Sentía una creciente molestia en mi pecho, así como también mi temperatura comenzaba a elevarse desenfrenadamente; mi pulso era mayor al normal. No podía ver nada, había cerrado los ojos con fuerza al sentir el cambio tan repentino de mi cuerpo.

Todo mi cuerpo quemaba y me sentía temblar, después... nada. Aquella sensación de enojo se fue reduciendo a nada.
Poco a poco fui abriendo los ojos, descubriendo que estaba sobre el césped verde del claro.

Jasper y Edward estaban hincados a mi lado, el primero me miraba fijamente; estoy segura de que él me ayudó a calmarme. El rostro de Edward demostraba su preocupación.

—Gracias — asentí en dirección a Jasper, quien asintió de igual forma —. ¿Qué pasó? — lo último que recuerdo fue ver a Jacob con Bella en brazos desaparecer tras adentrarse en el bosque.

—De la nada empezaste a temblar — dijo Edward ayudándome a ponerme de pie —, tu temperatura...

—Esto debería de saberlo Carlisle — intervino Jasper en tono serio.

~*~

Omnisciente

—Cygnus...— habló una hermosa mujer de finos rasgos, piel blanca como porcelana y... cabello pelirrojo. Caminaba con paso suave, siendo el replicar de sus tacones el único sonido en aquel pasillo.

—¿Que pasó, Zahid? — preguntó cortésmente el aludido.

—Aquí no — susurró la mujer. Con un movimiento de cabeza le indicó por dónde ir.

Cygnus le siguió el paso despreocupadamente, subieron un par de escaleras y entraron a la habitación de ella.

—A mi no me puedes mentir — empezó diciendo ella con una pequeña sonrisa en sus rosados labios. Caminó con elegancia hasta la pequeña estancia en su gran recamara; tomó asiento en un mullido sofá e invitó a Cygnus a sentarse también —. ¿Cómo está ella?

El pelirrojo sonrió con contenida emoción y tomó asiento junto a la pelirroja.

~*~

Aurora

—¿Y bien? — preguntó Rosalie con urgencia a Carlisle. Ella siempre estaba al pendiente de mi, se preocupaba cada vez que algo pasa conmigo.

Después del 'incidente' del prado tuve que volver a casa, donde el resto de mi familia esperaba preocupada. Edward les había llamado avisando lo qué pasó para que estuvieran preparados a mi llegada. Jasper fue el encargado de acompañarme de vuelta a casa.

—Tus signos están neutros por ahora — me dijo Carlisle guardando su estetoscopio —. ¿Qué pasó exactamente?

—Bueno...— me incorporé del sofá en el que estaba recostada —. No sé muy bien cómo o porqué pasó — me encogí de hombros —. Pero sentía calor — expliqué —, mucho calor. Sentía mi piel quemar; todo mi cuerpo, de hecho. Y mi latido se aceleró.

—Sea lo que sea ya ha pasado — dijo Carlisle —. Pero sería bueno tenerte cerca de alguno de nosotros para que podamos auxiliarte por si se vuelve a repetir.

—De acuerdo — asentí.

El silencio en la estancia fue interrumpido por el timbre de mi celular.